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Mis ojos se abrieron de golpe, sentí la garganta completamente seca, tuve que aclararla un par de veces antes de poder articular una sola palabra.

-¿Qué? ¿Cómo?-Intenté relajarme-¿Qué es lo que sabes?-Enserio intenté relajar mi postura, aparentar que nada me afectaba y desconocía de lo que hablaba. Pero su mirada llena de melancolía me impidió seguir actuando de ese modo.

-Bomi realmente lo siento, yo-Pero ella levantó la mano en señal de que guardara silencio, y así lo hice.

-Por favor, no, no pidas disculpas, aunque realmente estés arrepentida al final lo hiciste. Te metiste con un chico que tenía una relación, una que era estable y parecía tener futuro, pero debido a ustedes, a ambos, porque la culpa no es solo tuya, es de ustrdes dos. Ambos se dejaron guíar por el deseo, cometieron actos que no fueron correctos, me vieron la cara ¿Sabes? Desde hace tiempo lo sospechaba. Tengo una amiga que al parecer fue tu compañera  durante la escuela. Ella en cuanto le mencioné tu nombre me advirtió el tipo de chica que eras, me contó de tu pasado, las cosas que llegaste a cometer antes, la cantidad de relaciones que terminaron a causa tuya-Una lágrima me recorrió la mejilla, seguida de otra, y otra más-En realidad no le hice mucho caso-Ahora era ella quien lloraba. Ambas mirandonos fijamente con dolor en lo más profundo de nuestros corazones-Incluso te defendí, dije que las personas cometíamos errores en algún punto de nuestras vidas, y aprendemos de ellos. Dije que habías cambiado, sin conocerte realmente. Aunque ahora que lo pienso creo que no fue por defenderte realmente. Tal vez fue para intentar convencerme a mi misma que todo estaba en orden, que solo mantendrían una relación de trabajo. Que todo estaría bien. Quisé engañarme. Incluso cuando hablaba con Kook hace unos días por la noche, él me juraba que estana solo, que solo estaba fueras por cuestiones de trabajo. Pero ayer, ayer solamente confirme mis sospechas.

Guardo silencio un momento, en el que aprovechamos para limpiar nuestras tersas lágrimas. No podía verla a la cara, no tenía el valor de hacerlo. Solo recordaba el pasado, tal y como ella mencionó, la cantidad de relaciones que había arruinado, los chicos con los que me había acostado sabiendo que tenían novia, nada de eso me impedía llevarlos a la cama. Que usaran mi cuerpo a su antojo, que lo marcaran y gozaran con el. No había pensado las cosas con la cabeza, con nada, en realidad. El deseo, por más placentero que parezca también es peligroso. Te horilla a hacer cosas que no creías capaz de realizar, te impulsa, te hace sentir bien, y el remordimiento biene hasta después, cuando despiertas en la cama de alguien a quien no conoces, cuando ves las marcas en tu cuerpo, es hasta ese momento en el que te das cuenta del valor que te tienes, de lo poco que te quieres a ti misma.

Por mucho tiempo me engañaba a mi misma, teniendo el estúpido pensamiento de que, mientras más chicos tuvieras trás de ti, era mucho mejor, una clara señal de que te querían y apreciaban. Cuando solamente te desean a ti y a tu cuerpo. Las curvas que tienes a veces llaman la atención de los demás, pero no de la manera en que te gustaría.

-Bomi-Mis manos estaban hechas un puño, dolían por la presión que ponía en ellas, cerré los ojos con fuerza de igual manera y tomé todo el valor que pude-Yo, estoy realmente apenada por todo esto, y no tengo una excusa para ello. Traicioné tu confianza, te hice daño, te hicimos daño, y no puedo excusarme diciendo que no fue mi intención, porque no pensé que esto fuera a llegar a este punto, estoy muy arrepentida-La peor parte de todo esto es que lo estaba. Si bien la culpa si me hacía estremecerme, no estaba arrepentida. Lo que había vivído con Jeon fue bueno mientras duró, y sin embargo no fue de la manera correcta.

-Lo entiendo-Suspiró con cansancio-Kook me había hablado de ti, me pidió que no me preocupará, que todo estaría bien entre ambos, que mis nervios eran innecesarios, todo lo que él me dijo, lo creí, creí en sus palabras. Porque el me transmitía una gran calma, lo amo, y esa es la peor parte-Las lágrimas volvieron a correr por sus mejillas, esta vez empapandolas por completo-Puede que se haya sentido presionado, e incluso creyera que solo lo estaba utilizando por mi padre, pero no era nada de eso. Yo lo amo, nunca intenté nada más allá con él, siempre conservó el pensamiento de que quería que ambos llegaramos virgenes al matrimonio-La impotencia se vió reflejada en su mirada y en un arrebato de furia azotó el celular sobre la mesa y tiró la taza que estaba sobre esta-¡Maldita sea! Me siento tan estúpida, escucha, justo ahora no quiero desquitarme contigo, porque si bien tu fuiste parte de esto, al final, si él me hubiera amado como tanto decía no hubiera permitido que nada de esto pasara.

No sabía si hablar o no, lo mejor por el momento era esperar a que se calmara un poco, si es que eso llegaba a suceder.

-Ambas fuimos utilizadas ¿Sabes?-La escuché soltar una risa llena de ironía, lo cual me sorprendió bastante-Mientras tu le proporcionabas tu cuerpo, le dabas el placer que tanto necesitaba, yo le daba seguridad. Le daba calma, ambas eramos el equilibrio perfecto en su vida, ambas caímos por él, ambas lo amamos, porque lo haces, sientes eso por él, y aunque no quiera admitirlo, él también lo siente por ti-Su voz se fue quebrando de a poco, pero aún así continuo-Él aún no tiene idea de que lo sé. Pienso hablar con él hasta que se recupere-Su rostro pesé al tono en su voz se volvió serio-No pienso permitir ser la otra. La esposa que espera despierta hasta tarde preocupada mientras él está con otra, ¿Qué tal tú? No me sorprendería realmente que lo aceptes así.

-Lo siento-Repetí llena de culpa. No podía más con eso, no soportaría ni un segundo más, necesitaba salir de ahí. Necesitaba huir.

-Piensa las cosas por un momento con la cabeza fría. Si esta vez me engañó a a mi ¿Qué me hace pensar que si lo acepto de nuevo no se repetirá? ¿Qué te asegura a ti que no caerás de nuevo? ¿Qué te asegura que no haría lo mismo contigo?

-No sería...

-¿Capaz? Eso mismo pensaba yo, y lo hizo, contigo, con quien no tenía de qué preocuparme. No tenemos que engañarnos así, no debemos pisotearnos a nosotras mismas.
No estoy feliz contigo, de hecho es todo lo contrario, solo pretendo hacer que ambas entremos en razón.

Se puso de pie y con cierta brusquedad limpio el rastro de lágrimas en su rostro.
Me pusé de pie de igual manera para quedar a su altura, tragué saliva lentamente.

-Mañana lo darán de alta por la tarde, supongo que el miércoles ya estará de vuelta por aquí, primero yo hablaré con él, después de eso, dependiendo lo que pasé tomaré una desición-Colocó su mano en mi hombro y dió un ligero apretón, como si quisiera reconfortarme. Cuando debía ser al revés.

-Está bien-Pudé pronunciar con dificultad.

-Debemos apoyarnos entre nosotras. Por el simple hecho de que hemos aprendido de esto, de que debemos de ponernos en el lugar de la otra, piensa bien las cosas __________  ____________, ahora debo irme. Que descanses.

Dicho esto salió de la oficina, lo único que se escuchaba era el sonido de sus tacones contra el piso. Me derrumbé en la silla tomando con las manos temblorosas mi celular. Encendí la pantalla y mi asombró y culpa crecieron más. Las fotos que había tomado Jeon de esta última noche juntos estaban ahí, ni siquiera era conciente de eso. Pero ahora ya era tarde, y era hora de terminar con todo esto.










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No es mucho pero es todo lo que puedo adelantarles por ahora, nos leemos el jueves♡

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora