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El resto del día fue normal. 
Pequeños roces y caricias traviesas por debajo de la mesa mientras desayunabamos. Jeon tenía un gran apetito ya que se deboro la mayor parte de los platillos que estaban sobre la mesa. Y vaya que eran muchos.
Apesar de que el rato fue agradable, no quitaba el hecho de que no dejara de llamarme pervertida por lo sucedido antes, ni siquiera pude burlarme de él y su orgasmo repentino por que no de callaba. No dejaba de reír y señalarme como una chica que intentaba abusar de él y querer robarle su virginidad.
¡Como si fuera una chica!

Tras pasar el rato discutiendo, y él pidiendo disculpas constantemente fue que se pudo ir a duchar, y al salir vestido de manera casual/nada elegante para dar un recorrido por la plaza central que había cerca en la playa fue que me decidi a coger otro vestido corto azul a juego con sus shorts del mismo color.
Traía también una camisa blanca que dejaba ver un poco su marcado abdomen y su formado pecho. Sacudí mi cabeza para no pensar mal o mirarlo de otra manera. De otra forma no lo dejaría salir de aquí sin obtener lo que quería.

Salimos del cuarto de hotel tomados de la mano. Al llegar a la recepsión en la primera planta nos topamos a Jimin, quien no hizo más que reír al vernos juntos y guiñar un ojo en mi dirección. Jeon amenazó con ir a partir su "sonrisa de maniquí", pero lo impedí intentando distraerlo de la mejor manera. Llevando su mano a mi trasero frente a todos.
El chico que estaba detrás del mostrador de la gerencia trago saliva y mirando con deseo la escena desaparecimos por la puerta principal.

-Así sabrán que no estás disponible-Sonrió triunfante con su mano subiendo y bajando desde mi espalda hasta mis nalgas.

-Deja de hacer eso-Dije entre dientes mirando a todos lados con una falsa sonrisa. Él negó.

-Ya te dije, solo así sabrán que eres mía-Me estremecí al escuchar eso, y también por el repentino apretón en mi nalga. Pero no proteste y continuamos nuestro camino, después de tanto insistir en que era de mala educación tocarme en publico fue que pudimos llegar a la plaza sin más contratiempos.

-Bien, ya estamos aquí, ¿Qué haremos primero?-Preguntó optando una pose varonil, cruzando sus brazos y alzando un poco su barbilla. De esta manera los musculos tensados resaltaban más.

-No estoy segura, lo pensaré-Dije mirando las tiendas departamentales que había dentro.
Decidí que jugar a las escondidas era una buena idea. Las escondidas a la vista.

Con una sonrisa inocente me gire a tirar de su brazo. Lo oí quejarse.

-Por favor ¿Es enserio? Estamos en la playa, con miles de tiendas mucho más interesantes que esa y quieres ir ahí-Apuntó con fastidio la tienda de trajes de baño, de la que al parecer aun no tenía idea.

-Así es, ahora deja de quejarte y trae tu trasero aquí-Demande caminando a la entrada de la tienda.

-Puedes venir y sentar el tuyo en mí-Hablo entre dientes.

-Jeon-Advertí.

-Qué-Dijo haciendose el inocente. Bufe y continúe con mi camino.
Un jadeo se atoro en su garganta en cuanto la variedad de modelos de trajes de baño apareció ante él.

-Dime que te probarás al menos unos cuantos-Dijo juntando sus manos delante de su pecho. Rodee los ojos.

-No lo sé.

-Lo que sea que te pruebes lo pagaré-Intento convencerme. Y lo hizo.

-Trato-Me encogí de hombros recorriendo estante por estante cada una de las prendas. Jeon no perdía tiempo y tomaba en sus manos las que creí más adecuadas para mi, considerando que eran tallas un poco más chicas de las que podrían cubrirme pero claro, a él no le importaba.

-Oh entonces practicamente quieres que nade desnuda-La ironia era notoria.

-No me opongo solo si es en la habitación-Sonrió con picardía. Gire mi rostro para que no notará el sonrojo en mis mejillas.

-Como sea-Lo ignore y continue revisando las prendas. Tomando las que más me agradaban.

-Listo-Anuncié con al menos 6 conjuntos en cada una de mis manos. Y aparte otros que llevaba Jeon.

Se supone que por higiene no debes probarte los trajes, pero de alguna manera Jeon consiguió que uno de los encargados de los vestidores nos dejará ingresar. A ambos.

-Ok, ahora sal de aquí para que pueda cambiarme.

-No tienes nada que no haya visto.. o tocado-Mordió su labio inferior. Temblé pero decidí ignorarlo.

-Quedaté ahí-Señale un pequeño y gastado sofá que seguramente hace un par de años era color café.
Asintió sin animos y bufó cruzando sus brazos. Le lancé un beso que fingió atrapar y llevar a su miembro para molestarme.

Cerre las cortinas del vestidor. Me observé en el espejo y efectivamente, mi rostro estaba rojo.

Tomé el primer bikini. Color azul turquesa, todos en realidad eran el mismo modelo en diferentes colores, o así es como lo veía yo.
Comenzé a des-hacerme de mis prendas hasta quedar completamente desnuda. La calefacción del lugar daba directamente en mi piel caliente haciendome temblar.
Con cuidado coloqué las únicas dos piezas del traje.
Comprobando que todo estuviese en su lugar y alborotando un poco más mi cabello castaño abrí las cortinas. Sonriendo coquetamente en dirección a Jeon, quien con la boca abierta y el pecho subiendo y bajando demostrando cuán afectado estaba me dio a entender que se veía bien.

-Es perfecto-Declaró.

No respondí y cerre nuevamente la cortina.
Ahora, esta vez tomé uno color rojo. Se amarraba la parte del busto por detrás del cuello, perfecto.
Sonreí con autosuficiencia a mi propio reflejo y sosteniendo la parte delantera para cubrir mis pechos salí del probador.

-Jeon-Gemí aproposito. Enseguida se levanto tragando saliba.

-Si..-Jadeo.

-Entra conmigo-Señale el pequeño cuarto del probador con la cabeza.
Asintió sin pensarlo y una vez que ambos estuvimos dentro y la cortina cerrada amasé mis pechos frente a él. Lo obligué a sentarse en el pequeño banco, que quedaba a la altura perfecta de mis pechos.
Jeon lamió sus labios e hizo sus manos puños.

-Jeon..-Gemí de nuevo tirando de mis pezones con prisa para que el traje no se callera.
Me di la vuelta y mirandole a tráves del espejo continue-No puedo abrocharlo-Hice un puchero, entre abrí mis labios al tiempo en que los lamía y tiraba de mis pezones una vez más.

-Yo te.. ayudo-Suspiro pesadamente y se puso de pie, colocandose detrás de mi. Sus manos tomaron las mías, guiando el ritmo en que sobaba mis pechos. Jadee más fuerte aproposito y restregue mi trasero en su polla.

-Bien..-Gimió nuevamente.
Aparto mis manos y de esta forma la parte del sostén cayó, revelando mis pechos, con mis pezones rosados erectos y mi corazón palpitando por la emoción. Mis jugos comenzaban a mojar la tela del traje.

-Ahora estos-Tomo con sus manos mis pechos, mirandome por el espejo, beso mi hombro y amasó mis pechos lentamente. Acariciando mis pezones-Son míos-Asentí gimiendo, era inevitable no hacerlo.
Su mano abandono uno de mis pechos y bajo por mi abdomen, lentamente, ninguno apartaba la mirada del otro. Recargue mi cabeza en su hombro. Mi sensible pezón estaba siendo torturado por su dedo índice y pulgar.
Su mano continuo bajando hasta que habilmente apartó la tela de la braga y acaricio mis pliegues.

-Mmm-Reprimí un grito que a él le gusto.

-Gime lo que quieras, pague por que nadie más entrara-Susurro en mi oido. Presiono mi seno al tiempo en que sus dedos tiraban de mi hinchado clitoris.

-¡Ahh!-Grité por la sorpresa. Ver mis expresiones faciales hacian las cosas mucho más calientes. Podía ver claramente como el espejo se humedecía también.

-Date vuelta-Demando y obedecí. Retiro sus manos de mi cuerpo y se sentó nuevamente en el banco.
Palmeó sus piernas indicando que me sentara en ellas y de igual manera acepte. Sentandome con mis pechos a centimetros de su rostro.

-Quitatelas-Señalo las bragas y sin pensar las quite y me senté nuevamente. Pase mis brazos por sus hombros haciendo que sus labios quedaran entre mis pechos.

-De aquí, esta vez, no saldré virgen-Susurró, y de esta manera. Sin decir nada más fue que atacó mis senos sin detenerse.

Enseñame a dar placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora