Capítulo 35
Hicieron todo el camino de regreso a casa en silencio. Shannon sabía que Devlin estaba enfadado con ella por haber dejado que ese hombre la llevará a los jardines para que estuvieran a solas. Pero ella también estaba enfadada con él por haber permitido que esa mujer le acariciara de esa manera. Ella por lo menos no había dejado que ese hombre le acariciara.
Cuando llegaron a casa, Devlin la ayudó a bajar y la condujo directamente a la biblioteca. Parecía ser que ese iba a ser el lugar donde pensaba discutir.
-Bien - dijo ella mientras se cruzaba de brazos y lo miraba con el ceño fruncido -. Ahora seguramente me dirás que soy una cualquiera al permitir que ese hombre se quedara a solas conmigo en el jardín.
Devlin no dijo nada, se apoyó en el escritorio y la miró con el ceño fruncido. ¿No pensaba decir nada? Pues ella si tenía unas cuantas cosillas que decir.
-Pues que sepas que yo también estoy enfadada - dijo mientras se acercaba a él y le hundía un dedo en el pecho -. Dejaste que esa mujerzuela te acariciara estando yo allí, por lo menos yo no dejé que ese hombre me tocara indecorosamente.
Devlin le cogió el dedo se puso de pie y se acercó a ella con frialdad.
-Eres mi mujer, la madre de mi futuro hijo - le dijo con furia contenida -. ¿No crees que tenga derecho a enfadarme al ver que otro hombre intenta seducirte?
Shannon se soltó de él y dio un paso atrás. Tenerlo tan cerca hacía que deseara abrazarlo y besarlo con ansias. Por dios, deseaba y amaba a ese hombre con todas sus fuerzas.
-Pues yo podría decir lo mismo - dijo mientras lo miraba con furia -. Eres mi esposo y no me gusta que otra mujer coquetee contigo.
-No es lo mismo - dijo Devlin mientras se pasaba la mano por el cabello en un gesto de frustración -. Yo soy un hombre y ella una dama, no podía hacerle un desplante delante de tanta gente.
-¡Ah claro! - dijo Shannon mientras movía los brazos en un gesto desesperado -. ¿Qué tenía que haber hecho yo Devlin? Quizás tenía que haber llevado mi revolver y apuntarle con él. O quizás darle un puñetazo en medio de la sala...
-¡Shannon te estás pasando! - dijo Devlin levantando la voz.
-¿Qué me estoy pasando? - dijo ella también levantando la voz -. ¡Maldita sea! Intento comportarme como una dama en un lugar que me viene grande, ¿crees que no me faltaron ganas de abofetear a esa mujerzuela que te estaba tocando? Por dios que deseaba cruzar la sala y liarme a puñetazos con ella.
Empezó a dar vueltas por la sala bastante enfadada, ¿qué tenía que hacer o decir para que la comprendiera? Ella quería integrarse en ese lugar, ser una más de ellos por lo menos hasta que volvieran a irse.
-James no me tocó - dijo de nuevo -. Sólo me sacó al jardín para tomar un poco de aire, me estaba agobiando. Se comportó como un caballero...
-Si crees eso es que eres más ingenua de lo que imaginaba - dijo de pronto Devlin mientras la cogía del brazo -. Ese hombre había intentado besarte si yo no aparezco por allí, lo sé muy bien.
-Puede que tengas razón, pero yo no lo hubiera permitido - dijo Shannon mientras volvía a desprenderse de su agarre -. Ahora si me permites, estoy cansada y voy a acostarme.
-¡Shannon!
-No quiero escuchar nada más - dijo mientras se dirigía a la puerta -. Piensa en todo esto mientras estés en tu cama, esta noche duermo sola.
-¡Ni hablar! - gritó mientras iba detrás de ella -. ¡Eres mi mujer y dormirás conmigo!
Shannon no dijo nada, subió corriendo las escaleras y entró en la habitación antes de que él llegara. Cerró con el pestillo y se dirigió a su cama.
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Al Otro Lado del Oceano
RomanceDespues de sufrir una decepción amorosa, Devlin St. James cuarto conde de Selford, decide dejar su país para labrarse una nueva vida. En lo más recóndito de Texas, Devlin conoce a Shanon, una mujer de armas tomar. Al principio los dos se detestan a...