Capitulo 23

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Capitulo 23

Varias semanas despues...


Shannon nunca había sido tan feliz en su vida como en esas semanas que llevaba entre los brazos de Devlin. Casi todas las noches ella iba a su habitación, y cuando no, se amaban en el lago. Sabía que su padre estaba empezando a sospechar, no podía dejar de sonreir y de sonrojarse cuando se encontraba con Devlin en las comidas. Suponía que tarde o temprano su padre le preguntaría, y ella no iba a poder mentirle acerca de lo que sentía por Devlin.

No estaba muy segura de lo que él sentía por ella, pero sabía en el fondo de su corazón que estaba empezando a quererla. La forma en la que le hacía el amor, la forma de tratarla, todo indicaba que su corazón estaba empezando a curarse. Ella seguiría amandolo hasta hacerle comprender que su amor era puro y sincero, no como el amor que supuestamente esa mujer de Londres decía sentir por él.

Shannon estaba haciendo la cena mientras pensaba en todo esto. Escuchó que se abria la puerta y se imaginó que sería su padre que regresaba del trabajo.
-¿Hija? - la llamó su padre.
-En un momento estoy contigo padre - dijo Shannon mientras se quitaba el delantal y dejaba las cosas listas para la cena.

Cuando todo estuvo preparado, Shannon se dirigió al salón donde su padre la estaba esperando sentado en uno de los sillones.
-¿Ocurre algo padre? - preguntó Shannon mientras se sentaba a su lado.
-He mandado a Devlin con tu hermano al lago para que podamos hablar un rato a solas - empezó diciendo su padre con el rostro serio.
-¿De qué qiueres hablarme? - preguntó Shannon con extrañeza.
-Me he dado cuenta de que ocurre algo entre - empezó diciendo su padre.
- Papa yo...
-No puedes negarlo hija - dijo su padre mientras la miraba con cariño -. Últimamente estás muy sonriente y de muy buen humor. También me he dado cuenta de como te sonrojas cada vez que te mira y sonrie.
-¡Oh!- no sabía que decirle a su padre. ¿Sería esa la ocasión de decirle lo que sentía?
-¿Qué sucede entre él y tú? - volvió a preguntar su padre.
-Yo... yo me he enamorado de él - dijo Shannon mientras miraba a su padre con lágrimas en los ojos -. Pero no sé lo que él siente.
Su padre no dijo nada mientras abrazaba a su hija con cariño. Cuando vio que estaba más calmada volvió a hablar.
- Creo que es un buen hombre - dijo su padre con una sonrisa -.Sería un buen esposo para tí.
-¡Ay papa! - dijo Shannon con tristeza -. Él no ha dicho nada de que sienta algo por mi.
-Tienes que darle tiempo - dijo mientras se ponía de pie -. Esa mujer de su pasado le hizo daño, y le llevará algun tiempo sanar su corazón.
-Lo sé.

No volvieron a decir nada más, Devlin y su hermano acababan de llegar y era hora de ponerse a cenar.

Devlin miraba detenidamente a Shannon cuando ella no se daba cuenta. Había estado llorando, todavía tenía los ojos un poco rojos, ¿qué le ocurría a su Shannon? Tenía ganas de cogerla entre sus brazos y borrarle esa tristeza con sus besos y su pasión.

Cuando terminó de cenar, Devlin se dirigió a sus aposentos a esperar por si aparecía Shannon. Pero quizás esa noche no acudiría a él, se le veía demasiado triste. ¿Y si estaba asi porque se había quedado embarazada? se pregunto Devlin de pronto. Habían estado muchas veces juntos, y esa posibilidad había que tenerla en cuenta. ¿Por eso esa tristeza? ¿No quería tener un hijo suyo?. Ahora estaba empezando a enfadarse al imaginarse que esa mujer rechazaría a un hijo suyo. No, no podía pensar así, Shannon era una buena mujer. Le había visto muchas veces en el pueblo jugando con los niños, divirtiéndose con ellos y abrazándoles con cariño. Tenía que ser otra cosa, y tenía que averiguarlo cuanto antes. Parecía ser que esa noche no se iba a presentar, así que al día siguiente hablarían.

Al día siguiente cuando Shannon salió de la casa para hacer las tareas en el huerto, vio que Devlin la estaba esperando. ¿Estaría en enfadada con ella por no presentarse la noche anterior en su habitación?
-Necesitamos hablar - dijo Devlin mientras se acercaba a ella.
-¿De qué? - preguntó con nerviosismo.
-¿Estás embarazada? - preguntó de golpe mientras le miraba con frialdad en los ojos.
-¿Qué? - no se lo podía creer, ¿por qué pensaba algo así' -. Por supuesto que no.
-¿Estás segura? - le dijo mientras la cogía entre sus brazos.
Ella asintió con la cabeza y se dejó abrazar mientras se decía que no estaba embarazada. Su madre habia tardado mucho en traerla a ella, y luego a su hermano mas. No creía que ella se fuera a quedar tan fácil.
-Si no es asi - dijo Devlin mientras la separaba un poco de si para mirarla a los ojos -. ¿Por qué estuviste llorando anoche? Y no me digas que no es asi, tenias los ojos rojos en la cena.
¡Por dios! ¿Qué excusa le iba a dar? No podía decirle que había estado llorando en los brazos de su padre por el amor tan grande que le tenía. De pronto se le ocurrió una excusa. Quizás con el tiempo podría decirle la verdad, cuando él llegara a amarla.
-Mi padre y yo estabamos hablando de mi madre - le dijo Shannon con tristeza -. Su recuerdo me hizo daño, la echo de menos.

Devlin la abrazó con dulzura y le dijo que no pasaba nada, que todo iba a ir bien. En realidad si echaba en falta a su madre, le hubiera gustado que estuviera alli con ella. Que viera como su hija se había enamorado completamente de un hombre maravilloso.
-Schhh - dijo Devlin con dulzura mientras le daba pequeños besos por el rostro -. Te deseo Shannon.
Y la besó con pasión. Shannon se entregó por completo a ese maravilloso beso. Devlin la había apoyado contra la pared de la casa y deboraba su boca mientras le acariciaba los pechos a través de la tela de la camisa.
-¡Devlin! - Shannon se retorció de placer. Lo deseaba, lo deseaba con todas sus fuerzas.
Devlin le desabrochó la camisa dejándo sus pechos al aire. Los acarició, los peñizco y los mordió con suavidad mientras Shannon no dejaba de jadear de placer.
-¡Devlin, te necesito! - dijo Shannon entre jadeos mientras se retorcía de placer.
-¡Dios! - dijo Devlin mientras le levantaba la falda y la alzaba haciendo que las piernas de ella rodearan sus caderas.
¡Por dios! Él ya no aguantaba más. Se desabrochó los pantalones, y la penetró con un fuerte empujón. Hicieron el amor allí, al aire libre con salvaje desenfreno.

Varios dias después Shannon todavía se sonrojaba al recordar como se habian entregado allí en el huerto, contra la pared dela casa. ¡Por dios santo! ¿Y si hubiera llegado alguién y los hubiera encontrado de esa forma? Solo de pensarlo sentía que sus mejillas se encendían.

Esa mañana Devlin se había ido con su padre a cuidar el ganado. Halcón Plateado había tenido que irse a su pueblo varios días atras por cuestiones familiares.

Shannon estaba barriendo las escaleras del porche cuando vio acercarse a un jinete. Al principio no lo reconoció, pero luego vio que se trataba de su padre.
¿Qué haría su padre allí a esas horas? Era muy temprano para estar de vuelta, y ¿dónde estaba Devlin? ¿Por qué no venia con él?

-¿Qué ocurre padre? - preguntó Shannon cuando llegó a su altura.
-Nada, es que necesito ir al pueblo a por unas cosas que me hacen falta - dijo su padre mientras le daba un beso en la frente y se adentraba en la casa.
-¿Y Devlin? - preguntó mientras iba detrás de él.
-Se ha quedado con el ganado - dijo su padre mientras cogía algo de dinero -. Me ha dicho que él se encargaría de encerrarlo.
Shannon no dijo nada más y se despidió de su padre.

Mientras esperaba a que volviera su padre, Shannon se dedicó a preparar la comida. Su padre y ella no habían vuelto a hablar de sus sentimientos por Devlin, y ella lo agradeció. Estaba segura de que si volvían a hablar, se pondría a llorar de nuevo.
-Ya estoy en casa hija - dijo su padre mientras entraba en la casa.
-¿Has comprado mucho? - preguntó Shannon mientras le daba un beso.
-No mucho.
De pronto escucharon que un caballo se acercaba a todo galope.
-¡¡John!! - gritaba Halcón Plateado -. Necesito tu ayuda.
Shannon y su padre bajaron las escaleras y se acercaron a Halcón Plateado. Llevaba a alguién inconsciente y al principio ella no lo reconoció.
Cuando Halcón Plateado lo bajó del caballo Shannon vio con terror que se trataba de Devlin.
-¡¡Devlin!! - gritó Shannon mientras corria hacía ellos.
¡Dios mio, no! Por favor, que estuviera bien. ¿Qué le había pasado? Halcón Plateado y su padre lo llevaron dentro y lo acostaron en una habitación.
Shannon no podía dejar de llorar mientras buscaba la herida que empapaba la camisa de sangre.
-¿Qué ha pasado? - preguntó su padre mientras le ayudaba a quitarle la camisa.
-No lo sé - dijo Halcón Plateado mientras se pasaba una mano por el cabello -. Lo encontré inconsciente y con esa herida en el costado. He echo todo lo posible para parar la hemorragia, pero necesita un médico.
o vé tan pálido...
-Ya hija, es joven y fuerte...
-¿Por qué? - preguntó con grandes sollozos -. ¿Por qué él? No... no quiero que muera...
-Hija - su padre intentaba calmarla, pero era inútil, Shannon no podía dejar de llorar implorando que se recuperase.
-¡Devlin! - puso su rostro en su hombro y lloró con más fuerza -. No te vayas. Te amo, no me dejes.
John miraba a su hija con lágrimas en los ojos. Esperaba que Devlin sobreviviera, porque sino no habría nada en este mundo que pudiera consolar a su hija. "Aguanta muchacho" se dijo John mientras volvía a abrazar a su hija para intentar darle consuelo. Pero su hija estaba inconsolable. Devlin se veía bastante mal, y John pensaba que solo un milagro podría salvarle.

Al Otro Lado del OceanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora