Capitulo 12

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Capitulo 12
Cuando Devlin llegó al lago, vio con desesperación que Shannon no se escontraba allí. Había observado como se dirigía hacía allí, pero allí no había nadie. Devlin se bajó del caballo y consiguió distinguir con la poca luz de la luna unas huellas que se dirigían al norte del lago. Siguió esas huellas fuera del lago, y al rato se encontró en medio de un prado, dónde en el centro se alzaba un enorme árbol. Y ahí es donde se encontraba Shannon. Se acercó poco a poco a ella, y vio que estaba dormida al lado de una tumba. ¿Sería su madre la que estaba enterrada allí? Se imaginaba que sí. Se arrodilló junto a ella y le acarició el rostro con suavidad.
-Shannon - dijo en voz baja -. Despierta preciosa.
Poco a poco, Shannon fue abriendo los ojos. Cuando sus miradas se encontraron, ella se levantó con rapidez y le apuntó con el revólver que siempre llevaba encima.
-Tranquila Shannon, soy yo - dijo Devlin mientras se ponía de pie y alzaba las manos -. Sólo quería despertarte, tú padre y tú hermano están muy preocupados por tí.
Shannon suspiró y se guardó el revolver de nuevo. Lanzó una última mirada a la tumba y empezó a recorrer el camino de vuelta.
-Lo siento - dijo Shannon cuando él se puso a andar junto a ella -. Me quedé dormida.
-Ya lo he notado - dijo Devlin con una sonrisa.
No volvieron a hablar más en todo el camino de vuelta al rancho. Una vez que llegaron, vieron a su padre y a su hermano en la puerta, bastante preocupados.
-¡Hija! - dijo su padre mientras la estrechaba entre sus brazos -. ¿Dónde has estado? He estado tan preocupado por tí.
-Lo siento padre - le dijo Shannon mientras le devolvía el abrazo -. Me quedé dormida y no me di cuenta de la hora.

Shannon había ido a visitar a su madre después de todos esos pensamientos que le habían asaltado a primeras horas de la tarde. ¿Sería posible que estuviera enamorada de él? Allí, junto a la tumba de su madre, ella había llorado y se había sincerado así misma de lo que sentía por Devlin. Sí, se había enamorado de él, pero ella no quería ser como las otras mujeres. Se guardaría ese amor para si misma, por lo menos hasta que consiguiera que él la amase igual. ¿Sería capaz de hacerlo? Ya sabía que él había sufrido por una mujer, y se imaginaba que sería muy complicado que él volviera a creer en el amor. En todo eso había estado pensando cuando se quedó dormida.
Se despertó sobresaltada al notar como alguien le acariciaba y la llamaba por su nombre. Sacó su revolver y apuntó al hombre, pero luego se dio cuenta de que era Devlin. Por dios, le temblaba todo el cuerpo solo de verlo allí, sonriéndole con picardía mientras le decía que no queria hacerle daño. Shannon se disculpó mientras retomaba el camino de vuelta al rancho.
Ahora estaban todos allí, reunidos en la mesa de la cocina dándo cuenta de una gran cena.
-Siénto no haber estado aquí para despedirme de Liam - le dijo Shannon a Devlin -. Me agrada mucho tu primo.
-No te preocupes, él ha entendido - dijo Devlin con una sonrisa -. Me dijo que te agradeciera la comida y la hospitalidad.
Shannon no dijo nada más y empezó a recoger la cocina. Su hermano se disculpó y se fue a dormir, así como su padre. Ella no tenía sueño, así que salió a tomar un poco el aire.
-Supongo que no tienes sueño - dijo una voz detrás de ella.
Shannon se dio la vuelta y vio que Devlin estaba muy cerca de ella. Le temblaban las rodillas y el aliento le salía entre cortado. Por dios, le afectaba mucho tenerlo tan cerca. Deseaba tanto que la cogiera entre sus brazos y la besara que empezó a acercarse lentamente a él. Devlin también la deseaba, y de un solo movimiento la tomó por la cintura y la estrechó contra su cuerpo mientras se apoderaba de su boca. Shannon le rodeó el cuello con los brazos y abrió los labios para que él accediera fácilmente al interior de su boca. Cuando sus lenguas se encontraron, Shannon lanzo un gemido de placer.
-¡Por dios! - dio Devlin en un susurro contra su boca -. Te deseo tanto Shannon...
-Devlin yo...
No sabía que decir, pero no hizo falta decir nada, él volvió a besarla con pasión. Tenía que terminar con ese beso, sino se entregaría a él sin importarle nada y eso no podía ser. Todavia no estaba preparada para entregarse a él por completo.
-¡Basta! - dijo Shannon mientras se apartaba de él.
-¿Qué ocurre? Este beso lo deseabas tanto como yo - dijo Devlin mientras se cruzaba de brazos y le miraba con el entrecejo fruncido.
-Se ha echo tarde - dijo Shannon mientras se dirigía a la puerta -. Buenas noches Devlin.
-¿Otra vez huyendo? - le preguntó mientras Shannon le cerraba la puerta en las narices.
Sí, estaba huyendo. Shannon se repetía una y otra vez que era lo mejor, huir. Huir de todas esas sensaciones que ese hombre le hacía sentir. Una hora después de estar dando vueltas de un lado a otro en la cama, Shannon por fin pudo dormirse.

Varios dias después, Shannon estaba trabajando en el huerto cuando escuchó que se acercaba un jinete. ¿Quién seria? En ese mismo momento se encontraba sola en el rancho. Su hermano estaba en el colegio, y su padre y Devlin con el ganado. No había nadie que le ayudara en caso de que ese jinete viniera con malas intenciones. Menos mal que llevaba su revolver en el bolsillo.
Cuando estuvo más cerca Shannon suspiró aliviada, era William Storm. William era uno de los hombre más ricos del pueblo, y el más popular entre todas las mujeres solteras. A ella le caia bien, era agradable y bastante apuesto. Tenía el cabello moreno y un poco rizado, los ojos grises y una bonita sonrisa. Era solo un poco más alto que ella, pero tenia buenos musculos. La había visitado varias veces, pero ella solo lo veía como un amigo.
-Buenos dias Shannon - le dijo William mientras se bajaba del caballo y se acercaba a ella.
-Buenos días Will - le dijo Shannon mientras le sonreía y le estrechaba la mano -. ¿qué te trae por aquí?
-Vengo a hacerle una visita a una buena amiga - le dijo mientras le sonreía -. Hace días que no te veo por el pueblo.
-Oh bueno, tengo mucho trabajo aquí - le dijo Shannon.
-Ya veo - dijo William mientras se pasaba la mano por el cabello.
Shannon conocía ese gesto, estaba nervioso. ¿Qué le iría a pedir?
-Suéltalo ya Will - dijo Shannon -. Sé que has venido a pedirme algo.
-Sí, veras... - William empezó a pasearse de un lado para otro hasta que se detuvo frente a ella y le cogía de la mano con dulzura -. Shannon, ¿quiéres venir conmigo al baile que se celebra este sabado en el pueblo?
-¡Oh! - de todas las cosas que pensaba que quería pedirle esa es la última que se esperaba de Will -. No se...
-Vamos, nos lo pasaremos bien - dijo Willa con una sonrisa.
-Esta bien - dijo Shannon devolviéndole la sonrisa.
Will lanzó un grito de alegria y la abrazó con efusividad. Y así es como Devlin los encontró.

Devlin se dirigía al rancho bastante contento, había sido una buena mañana de trabajo. Cuando llegó al rancho vio que Shannon tenía visita, y que ese hombre la estaba abrazando con demasiada familiaridad. ¿Quién demonios era ese hombre que se atrevía a abrazar a su Shannon de esa manera? Se bajó del caballo y se dirigió hacía donde estaban ellos lleno de furia.
-¿Molesto? - pregunto con frialdad Devlin mientras se ponía a su lado.
Shannon dejó de sonreír y se apartó del hombre. Se volvió hacía el y le miró con enojo.
-Pues sí, molestas - dijo Shannon.
-¿No vas a presentarme a tu amigo? - le dijo Devlin a la vez.
-No - dijo mientras agarraba el brazo del hombre y le acompañaba hasta su caballo.
¡Maldición! ¿Por qué demonios tenía ganas de coger a ese hombre y darle una buena paliza? Había abrazado a Shannon de una manera que no había lugar a dudas de que ese hombre la amaba. Pero, ¿qué sentía ella por él? Con otra maldición Devlin se dirigió hacía las caballerizas. Ya se le había fastidiado el día. Ahora no iba a poder dejar de pensar en Shannon con ese hombre, y eso no le gustaba, no le gustaba en absoluto.

Al Otro Lado del OceanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora