El año final (SDLV #3)

12.- Jugando con fuego

Es viernes y con Cami hemos decidido hacer una pequeña tarde de chicas. Ella ha estado sola con Chris por algunos días y yo he estado conmigo y mis problemas. No hemos estado mucho tiempo juntas y queremos reponer ese tiempo perdido. 

Al menos sé que aunque Cami y yo podríamos estar días sin hablar, siempre seremos las mejores amigas. 

Le conté a Cami sobre lo que pasó con su hermano. Que acepté que él intentara conquistarme de alguna manera. La chica pegó un grito de felicidad que se escuchó hasta en marte, estoy segura. Los pobres marcianos deben estar sordos después de escuchar ese gran grito, aunque ni siquiera sé si eso es posible, pero no importa. En mi cabeza los marcianos escuchaban hasta que Cami dio ese gran grito.

Mi querida mejor amiga y su novio se fueron antes del instituto así que cuando se acaben las clases yo me iré a su casa. Me iría con Max, pero hoy no vino a clase. Por lo que me dijo se sentía mal en la mañana y prefirió quedarse en casa. Max tiene buenas calificaciones así que se puede dar el gusto de faltar un día, mientras que una que no le va tan bien parece que no puede faltar nunca o se pierde por completo.

Tomo mis cosas del casillero cuando el timbre suena y anuncia el fin del día y el de la semana. Estamos a mitad de semestre y ya quiero vacaciones. 

-¡Emilie!- escucho que gritan mi nombre.

Me doy la vuelta para ver quien es y es el innombrable. No, no es Voldemort, es Jake. 

Nos hemos estado ignorando toda la semana. No sé que bicho le habrá picado a él, pero me ha ignorado de lo lindo y no de una manera sutil. Todos se han dado cuenta, incluso Kelsey que me preguntó si algo había pasado entre nosotros y yo le hice entender que no y que tampoco sabía porque Jake se comportaba así conmigo.

Nadie sabe lo que le pasa a Jake. Yo creo que ni él sabe lo que le pasa.

-Jacob- respondo cuando llega a mi lado- Me hablas, que extraño.

-No te hagas la graciosa- responde y yo ruedo los ojos. No estoy de animo para soportar sus malos tratos- Necesito hablar contigo.

-Estamos hablando, celestito.

-Estoy hablando en serio, Emilie- responde y yo comienzo a caminar a la salida como si no me importara- ¡Por favor, Emmie!

-No puedo ahora- respondo sin dejar de caminar- Voy a casa de Camila.

Jake toma mi brazo y hace que me detenga. Hay muchas personas a nuestro alrededor mirándonos extraño. Aunque es un instituto grande pareciera que todos conocen nuestra historia. ¿Cómo no? Soy la sobrina de la directora Tate y Jake es el hijo del director Lawrence.

Parece que Jake también se da cuenta de que hay mucha gente mirándonos así que nos encamina hacia un lugar con menos gente. No sé porque me dejo llevar. Debería mandarlo a la mierda e irme a casa de Camila, pero no. Obviamente no. Soy muy débil cuando se trata de Jacob Lawrence.

Llegamos detrás de las gradas. No hay nadie allí y eso es bastante raro. Lo malo es que el espacio detrás de las gradas es muy pequeño y nos obliga a Jake y a mí a mantenernos más juntos de lo que me gustaría. Si alguien nos encuentra podría mal interpretarse bastante la situación.

-Habla rápido, Jake- digo nerviosa. Su cercanía me pone nerviosa- De verdad tengo que ir a casa de Cami.

-¿A ver a Cami o a Max?

-¿Te importa eso?- pregunto molesta- A quien vaya a ver es mi problema. No tuyo.

-Claro que me importa, Emmie- responde y pocas veces lo había visto tan serio como ahora- Me importa más de lo que debería.