El año final (SDLV #3)

23.- Vacaciones de invierno

Me despierto por la maldita alarma de mi celular. Odio levantarme temprano y más si ya estoy de vacaciones, pero esta vez es por una buena causa.

Voy a escapar de todos mis problemas y entraré a una burbuja de perfección y vida sana. Es decir, me voy a la casa del lago con mi familia. Y por familia me refiero a mis primos, mi hermano, Jake y los hermanos de Jake. También Asher... él ya es parte de la familia y además es quien nos va a venir a buscar así que es perfecto.

Mis padres están durmiendo y no creo que sea buena idea despertarlos. Ya nos despedimos anoche así que con eso es suficiente. Tampoco es como si me fuera a la guerra. Solo estaré dos semanas en la casa del lago de mis tíos con mis primos y todos los demás.

Con mucho cuidado tomo mi bolso con mi ropa y salgo de la casa tratando de hacer el mínimo de ruido. Quedamos en juntarnos afuera de la casa de Mia para que Asher viniera a recogernos. 

No me demoro nada en llegar y cuando lo hago ahí está Jake. Apenas se da cuenta de mi mirada, me sonríe y yo me acerco a él.

-Tienes cara de estar molesta por estar despierta tan temprano- comenta él.

-Me conoces bien, celestito.

Jake está sentado en el suelo así que me siento junto a él. Muy cerca. Él pasa su mano por mi cintura y hace que me siente de tal manera que puedo apoyar mi espalda en su pecho.

Pongo mi cabeza en su hombro y la ladeo un poco hacia Jake. Él aprovecha para besar mis labios lentamente.

Joder, que genial se siente volver a besar a Jake. Fue como una maldición estar sin sus besos por tantos años. Aunque en verdad solo fueron dos.

-Tenemos que arreglar este asunto- dice Jake y yo asiento- ¿Esperamos hasta la casa del lago?

-Creo que es lo mejor y vamos a estar más tranquilos.

Jake asiente y vuelve a besarme. Es un beso pequeño, pero para mí significa mucho porque me es como un beso de novios. Algo común y normal.

Mi teléfono comienza a sonar y nos separamos. Saco mi celular del bolsillo y veo que quien me está llamando es Nate.

-¿Por qué te está llamando ese idiota?- pregunta Jake poniéndose tenso.

-Nate es mi amigo. Puede que tú estés molesto con él, pero sigue siendo mi amigo.

Jake ríe y besa mi mejilla. Contesto el teléfono y la voz soñolienta de Nate se escucha al otro lado de la línea.

-Hola, ojos azules

-Hola, Nate- saludo como siempre lo hago- ¿Por qué llamas tan temprano?

-¿Estás con Jake?- pregunta él ignorando mi pregunta

-Si, pero dudo mucho que quiera hablar contigo.

Mia aparece por la puerta con una gran maleta. Jake se levanta lo más rápido que puede y va a ayudar a Mia a llevar su gran maleta.

Nos vamos por dos semanas, por dios, ¿cuánta ropa lleva allí?

-Ya se fue, ¿qué es lo que pasa?- le digo a Nate.

-¿Puedes tratar de que me perdone?- pregunta Nate y se escucha afligido- La única que puede hacerlo entender por qué hice lo que hice eres tú.

-Nate...

-Solo inténtalo, ¿si?

-Puede que para hacerlo tenga que contarle algunas cosas, Nate

-Cuéntale todo lo necesario- dice y yo asiento aunque él no puede verme- Lo haría yo mismo, pero sé que él no va a escucharme y mucho menos leer mis mensajes.