42.- Declaración

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La semana siguiente al accidente de Nate las cosas fueron muy agitadas y descansamos muy poco. Entre convencer a Nate de vivir por ahora en la casa de los Lawrence, traer un poco de su ropa y el funeral de su papá, no tuvimos descanso. Al menos no nos hicieron ir al instituto aunque de igual manera teníamos que estar constantemente estudiando porque Chris nos traía la materia pasada y las tareas que nos dejaban incluso de las clases que no teníamos con él. Al menos el estudio fue una buena distracción para Nate.

Hoy es domingo y mañana vamos a volver a las clases, lamentablemente. Me despierto en los brazos de Jake porque, como mis padres tenían el turno de noche, Jake, Nate y yo aprovechamos de dormir en mi casa. Hemos estado durmiendo los tres en la misma casa desde que Nate volvió del hospital porque no queremos dejar a nuestro amigo solo. 

Nate está en la habitación de mi hermano mientras Jake y yo dormimos en mi habitación. Tenemos una habitación de huéspedes, pero mis papás han estado un poco misteriosos con esa habitación y me dijeron que estaba prohibido que alguno de nosotros entrara. Es muy raro porque mis padres jamás me prohíben cosas.

-¿Estás despierta?- me pregunta Jake sorprendiéndome. Pensé que estaba durmiendo.

-Si, ya desperté- respondo.

Me giro para verle la cara porque estábamos durmiendo de tal forma que mi espalda chocaba con su pecho. Me encuentro con esos ojos celestes que me miran con diversión.

-Tu cabello es un desastre por las mañanas, ¿lo sabías?- me dice Jake entre risas

-Eso es justo lo que una chica quiere escuchar al despertar, celestito- bromeo

-Te ves hermosa aunque tu cabello parezca un nido de pájaros

-Gracias- digo con ironía aunque entre risas

Las manos de Jake van hacia mi cintura y me acerca más a él. Cuando me besa siento pequeñas corrientes de electricidad en nuestros labios.

-También tienes mal aliento en las mañanas- dice Jake y no puedo evitar reír

-Eres el chico menos romántico que he conocido, Jacob Lawrence

-Soy un amor y lo sabes

 Volvemos a besarnos y abro la boca para que nuestras lenguas comiencen a jugar y no sé en que momento o como sucede pero me doy cuenta de que Jake está sobre mí y nuestro beso ya no es tan inocente como antes.

Paso mis manos por su pecho porque al idiota le gusta dormir sin playera. ¿Acaso no sabe lo sexy que se ve así? Este chico quiere matarme, estoy segura de eso.

-Mis padres podrían llegar en cualquier minuto- digo entre besos.

Sé que debemos detenernos, pero no quiero. Los besos de Jake son como mi droga. 

-Y Nate podría despertar y venir a saludar también- comenta él.

Aunque los dos sabemos que debemos parar, no podemos hacerlo. Nuestros labios vuelven a juntarse y llega el momento en que la parte de arriba de mi pijama desaparece y supongo que va a parar al suelo. 

Las manos de Jake recorren desde mi cabello hasta mis piernas dejando más corriente eléctrica a su paso. 

Nos detenemos cuando escuchamos un sonido en la habitación de al lado, como si algo se cayera. Estábamos tan concentrados que cuando escuchamos ese ruido nos sorprendemos y salimos volando para alejarnos uno del otro.

-Debe ser Nate- dice Jake con la voz entrecortada.

Siento mi respiración como si hubiera corrido una maratón y parece como si Jake también estuviera pasando por lo mismo.

El año final (SDLV #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora