El año final (SDLV #3)

31.- Pelea

POV JAKE

Es viernes y tengo entrenamiento de fútbol. ¡Que flojera! Pero amo el fútbol así que lo vale. Comenzamos a correr unas cuantas vueltas a la cancha. Los titulares tenemos que correr el doble de las reserva así que llega un momento en que veo como Nate deja de correr. 

Debería estar feliz de que Nate esté de reserva. Normalmente los que lo son nunca entrenan a la par con los titulares y eso me da más oportunidades de ignorarlo, pero la verdad es que lo extraño. Extraño hacer bromas con él y que compitamos mientras entrenamos. 

Él es mejor que yo en el fútbol. Mucho mejor. Merece ser titular, pero las calificaciones que tiene no lo dejan. Sé que ha estado estudiando muy duro por volver a ser titular en el equipo. Espero que le funcione y pueda volver a serlo. El equipo lo necesita. No sé si podamos ganar mucho si es que él no está en la cancha.

¡Somos la dupla Jate! Si no estamos en la delantera, ¿cómo podemos hacer los goles?

Yo no soy naturalmente delantero. Solo lo soy cuando está Nate conmigo. Sin él, doy asco en la delantera y es que Nate y yo somos una dupla genial. Así que este entrenamiento lo paso en el medio campo mientras veo como Nate intenta enseñarle nuevos trucos a los chicos que están en la reserva.

Si Nate les enseña, pronto quedaremos todos rezagados. 

-¡Lawrence!- me grita el entrenador- ¡Ojos fijos en el balón! Ya podrá tu noviesito volver al equipo titular cuando mejore sus calificaciones.

-Lo siento, entrenador, es que lo extraño mucho- digo y finjo llorar. 

Todos a mi alrededor se ríen. Es lo que mejor se me da. Hacer reír a la gente.

-También yo, Lawrence- responde el entrenador y me sorprendo- pero hay que aprender a vivir sin él. ¡Dos vueltas más a la cancha por culpa de Lawrence!

El entrenador me ama, yo lo sé, aunque haga que todo el equipo me mire mal y comiencen a correr con cara de odio.

Cuando ya estoy terminando la segunda vuelta, veo a lo lejos a Emmie caminando hacia donde estamos nosotros. No puedo evitar fijarme en lo linda que se ve con esos jeans ajustados y esa sudadera gigante que le queda más como un vestido que como una sudadera. Debe de ser de Logan... ella siempre usa las sudaderas de su hermano y seguramente Logan la dejó olvidada en casa la última vez que fue.

Continuo corriendo y veo que se acerca a Nate. Los dos se abrazan y Nate la hace dar vueltas en el aire. Puedo ver la sonrisa enorme en la cara de Nate y Emmie. Eso hace que me de un pinchazo en el corazón. Los dos se ven felices juntos. 

¿Se gustarán? Cualquiera diría que si. Yo afirmaría que no, pero ahora no estoy tan seguro. Ese brillo en los ojos de Emmie lo he visto muy pocas veces en mi vida y normalmente nacía cuando me veía a mí. Ahora nace cuando mira a Nate.

Los celos comienzan a invadirme y quito la mirada de esos dos. 

¿Nate sería capaz de quitarme a Emmie también? Técnicamente, no somos amigos y Emmie no es mía, pero... tenemos historia ella y yo. 

¿Fui tonto al dejarla ir? Estoy pensando que si.

-¡Lawrence!- me grita el entrenador y yo dejo de correr- No seas idiota. Ya diste las dos vueltas a la cancha y vas por la cuarta.

-¡Me gusta sentir como mis pulmones colapsan, entrenador!- grito con la voz cansada por tanto correr.

Todos mis compañeros ríen. Me doy la vuelta y me fijo en que Emmie también está riendo. Eso me hace sentir mejor, al menos la he hecho reír y papá siempre dice que mientras le sacas una sonrisa a la chica que te gusta todo estará bien y bajo control