Despierto en la mañana sabiendo exactamente qué día es hoy. He esperado este día por semanas y cada vez que nos acercábamos más el tiempo parecía pasar más lento.
Hoy, por fin, termina el maldito primer semestre en el instituto.
¡Tendremos dos semanas de vacaciones en donde podemos descansar! No solo descansar de las tareas, exámenes y trabajos que nos dieron, y cabe destacar que fueron muchos y muy cansadores, sino también descansar un poco del drama, aunque tengo que admitir que estos últimos días en donde hemos estado más ocupados con cosas del instituto el drama ha quedado un poco de lado.
Cami no pensó tanto en Chris esta semana porque estábamos tan llenas de trabajos que ni tiempo de pensar en eso tuvo. Tampoco tuve que correr de Max para no tener la conversación sobre nuestros besos ya que él no insistió. No hubieron nuevos episodios del drama con Jake y Kelsey... estuvo tranquilo y muy agitado al mismo tiempo.
Lo mejor de todo es que cuando comiencen las vacaciones el drama va a quedar más de lado aun. Lo cual es bueno porque necesito descansar mi cabeza.
Nada, absolutamente nada, arruinará mi buen humor el día de hoy.
Y estoy de mucho mejor humor ahora que siento un rico olor a panqueques recién hechos. Papá debe estar en casa.
Bajo las escaleras esperando encontrar a papá en la cocina, pero en vez de eso está mamá tratando de cocinar los panqueques.
¿Qué le pasó a esta mujer que está cocinando? Alguien sáquele una foto porque esto ocurre una vez cada cinco mil años.
-Hola, mamá- saludo a Emma, mi madre- Pensé que era papá el que estaba cocinando.
-Josh aun está en el hospital- dice mamá y bosteza- Quise hacerte el desayuno para celebrar tu último día del primer semestre
Papá y mamá tuvieron turno de noche. Mamá se ve cansada. Yo también lo estaría si hubiera tenido que trabajar toda la noche. Es bonito gesto que aunque esté cansada me haga el desayuno. Bueno, es una madre. Todas las mamás que merecen que las llamen así hacen todo por sus hijos por más cansadas que estén.
Que linda es mi madre. Tierna, en actos, porque en palabras... no mucho. Tengo su personalidad, eso es seguro
-Gracias mamá- le digo y ella me deja un plato lleno de panqueques rellenos de manjar.
Mi mamá no es muy buena cocinera, pero siempre lo intenta. Recuerdo que cuando Logan y yo éramos pequeños escondíamos la comida de mamá y fingíamos comerla para no hacerla sentir mal. Oh, esperan. Aun hacemos eso.
Le doy un mordisco a mi panqueque y me sorprendo cuando encuentro que tiene un sabor muy rico.
¿Seguro que esto lo hizo mamá? Debe estar mejorando en esto de la cocina aunque no sé como si no tiene tiempo para practicar.
-Te quedo bastante bien, mamá- le alago y ella ríe- ¿Papá te dio consejos?
-Tu padre lleva años intentando enseñarme a cocinas, algo debo de haber aprendido en el camino, ¿no crees?
Ambas reímos y yo vuelvo a mi comida. ¿Les he dicho que amo la comida? Pues de verdad que la amo. Menos mal que gracias al ADN tengo una contextura bastante pequeña porque o sino engordaría como una morsa. Bueno, creo que eso tampoco me importaría mucho siempre y cuando pueda comer lo que yo quiera y cuando yo quiera.
Si, la comida es lo mejor.
-Mia llamó esta mañana- dice mamá tomando un sorbo de lo que supongo es café- ¿Sigue en pie lo de ir a la casa del lago con Jake y ella?

ESTÁS LEYENDO
El año final (SDLV #3)
Ficção Adolescente*Ganadora Premios Pluma 2016: Novela Juvenil* Sinopsis: El último año de instituto para algunos significa muchas cosas. El término de un periodo, que no tengan que seguir viendo a los profesores, que por fin pueden ser considerados adultos, entr...