Scream: Final Cut

Veinticinco - Nicholas (EDITADO)

Unas semanas después del hallazgo del cadáver

Nicholas seguía viviendo con su padre, pero Brooke ya no formaba parte de su círculo. A Jason no había vuelto a verlo, así como tampoco a Natalie.

No había vuelto a pasar nada extraño luego de que encerraran a Brooke y todo apuntaba a que ella se había vuelto loca y se hizo con la máscara y el cuchillo de Ghostface.

Ahora, miraba a través de la ventana de su habitación. El día estaba soleado y la gente paseaba con tranquilidad por la calle. Una señora paseaba a su doberman, los vecinos de la casa de enfrente regaban las plantas y cortaban las flores.

Por más que lo intentara, Nicholas no podía volver a sentir esa calma que todos tenían.

Suspiró y se alejó de la ventana.

Se dirigió a su escritorio donde ya había montado una investigación exhaustiba.

Judie aún seguía ahí afuera, y estaba segura de que Brooke la había dejado escapar. De alguna forma.

Pero había encontrado algo mucho más interesante que una búsqueda que daba a un callejón sin salida.

Su teléfono celular sonó, alterandolo.

- ¿Hola?- Contestó en un murmullo muy solemne.

- Hola, Nicholas.- Por un momento sintió un temor por todo el cuerpo.- Soy yo, Mindy.

- Ah, Mindy. ¿Pasó algo?

- Mañana es el cumpleaños de Jason. La segunda semana de diciembre, ¿o ya lo olvidaste?

Claro, y sí, se había olvidado por completo. Y la verdad que mucho no le interesaba, y no sabía porqué.

- ¿Sigues ahí?

- Sigo aquí, pero no sé... qué quieres que te diga.- Atribuyó él girando en la silla del escritorio.

Hubo un silencio del otro lado, y Nicholas pensaba en cortar la comunicación.

- De acuerdo. Mañana le haremos algo sorpresa, también le dije a Natalie. Supongo que conoces bien donde vive. Espero de verdad verte allí. A todos.- Y cortó.

Nicholas se quedó dando vueltas en la silla y apreciando el silencio.

Al día siguiente...

Lo había pensado mucho en la madrugada, y casi no había dormido. Tuvo que preparar la cena y subir a su habitación, ya ni siquiera compartía eso con su padre: él ya no era el mismo.

La casa se sentía tan vacía, y parecían dos almas vagando por un lugar que alguna vez fue un hogar.

Pero algo lo empujaba a ir.

- Papá...- Bajó por las escaleras con un pantalón suelto y una remera de los Gun's & Roses.

Su padre estaba pero no estaba. Miraba la televisión recostado en el sofá.

Había olor a olvido.

No le dijo nada, porque tampoco creía que a él le importara. Luke ya había dejado de existir.

Se subió al coche de su padre, se trataba de un coche viejo que le costaba arrancar. El de su madre estaba abandonado en el garaje y Nicholas pensaba que dentro de poco tendrían que venderlo para pagar la comida y las cuentas.

Arrancó y se fue. Directo a la casa de Jason.

En cuanto llegó a la calle de la casa de los Fynch, no habían muchos autos, solo el de Jason.