A lo lejos, aunque no tanto, podía verse el fuego consumiendo todo. Pocas personas habían salido con vida , y Alison McCullies estaba frente a tres sobrevivientes del estallido, sin ningún rasguño extrañamente.
Aiden se apresuró para desplegar su pistola y algunos oficiales lo siguieron.
La máscara había caído al suelo, y a ellos les tomaría un tiempo rodear el complejo hasta llegar al patio que separaba los edificios.
Pudo ver que desde el otro edificio la gente se asomaba sin poder creerlo. Era un espectáculo para ellos.
Hacía unas horas habían descubierto que el departamento de policía había encubierto información vital para desvelar la identidad de Ghostface antes.
De haber sido Michels parte de este encubrimiento, habría muchas cosas que tendría que responder y luego pagar por ello.
- ¡Detente!- Escuchó a Aiden gritar.
Entonces ella guardó la pistola y se sentó en el asiento del acompañante en el Corsa negro de Aiden.
Suspiró y recordó buenos momentos en Nueva York, cuando pasaba más tiempo con sus hijos y podía dormir un poco.
Entonces se escuchó un disparo.
...
Brooke estaba cubierta con una manta y fue inevitable el deja vu, visualizó a sus compañeros siendo interrogados en la misma situación que ella.
Cuando vió a Alison, bufó y rodó los ojos; esta mujer era demasiado insistente. ¿Nunca se cansaba? Bueno... Era su trabajo.
- Sé que tienes preguntas para mí, pero yo tengo otras para ti.- La detuvo justo al momento que abría la boca.
- ¿Qué sucede, Brooke?- Inquirió la detective sentándose junto a ella.
- ¿Por qué relevaron a Michels de la investigación?
Alison tragó saliva a su lado y apartó la vista hacia la situación que se desarrollaba allí: oficiales y paramédicos yendo y viniendo, mientras más allá el fuego comenzaba a extinguirse poco a poco. La cantidad de cuerpos que sacaban era algo angustiante.
- Porque...
- Hija.- Brooke levantó la vista y vió a su padre corriendo para abrazarla. Más allá, de brazos cruzados se encontraba Sewart, su no hermanastro.
La detective se guardó las palabras y se puso de pie mientras observaba a padre e hija consolidarse en un incómodo abrazo.
- Creí que... Lo siento.- Se lamentó este pero Brooke solo quería apartarse de él.- Vendrás a casa, ya basta de estos lugares que no curan a nadie.
Sewart la miraba de cierra forma... Con rencor.
- Todavía no lo he decidido.- Sentenció ella sin mantenerle la mirada. Se volvió hacia la detective.
- Creo que lo mejor sería que vuelvas a casa, todo acabó. Natan finalmente va a estar tras las rejas.- Ella intentó sonreír pero se detuvo a medio camino.- Por suerte mi compañero lo detuvo antes de que te apuñalara, deberías... sentirte aliviada.
Alison se alejó abrazándose por el frío y se dirigió hasta su compañero. Ambos la miraban a Brooke.
- Entonces volveremos a casa.- Asumió Brooke alejándose y pasando por delante de su padre.
Will levantó la mirada esperando que Brooke se volviese, pero ella se metió dentro del coche. Vió a Brenda sollozando, alejada de todos y fue directo hacia ella.
- Te daremos una noche, pero mañana iremos a visitarte para atar ciertos cabos. ¿De acuerdo?- Aiden era la contraparte de poli malo, pero era guapo y siempre la miraba con deseo. Alison era mejor.
Brooke asintió y subió la ventanilla.
El chófer personal puso en marcha el coche y ella vió como Sewart la miraba desde el espejo retrovisor, en la parte de adelante.
Lo último que ella vió fue el fuego extinguirse y una unidad de policía llevándose la camioneta donde estaba Natan.
Cerró los ojos un momento y luego se recostó en el asiento. No podía llorar frente a ellos, pero todo esto... Las muertes y el daño colateral no eran más que su culpa.
Si hubiera entregado a Natan antes... Nada de esto habría pasado.
...
El retorno a casa se volvió tedioso. Se sentía como cuando vuelves tarde por la noche de una fiesta, o como cuando vuelves a tu casa de las vacaciones.
Ahora que vivían los tres allí, y que la seguridad se había triplicado, Brooke finalmente sintió un gran alivio en todo su cuerpo. Pero bien podría ser la calma previa a la tormenta.
- ¿Estás bien?- Sewart la observaba desde el porche de la casa. Ella continuaba abrazándose a si misma a unos metros de él.
- Supongo que te adueñaste de mi habitación. ¿No?
- Cómo digas.- Brooke intentaba entablar un diálogo con él, pero era en vano; su hermano estaba furioso.
Entraron a la casa y Brooke notó ciertos cambios en el empapelado de la casa y en la pintura del techo. La iluminación hacía juego con el empapelado y ella le mencionó eso a su padre.
- Vas a estar bien ahora, cariño. ¿Quieres jugo? Puedo exprimir unas naranjas...
Su padre sabía que esa era su debilidad, y aunque parecía infantil, eso la hacía sentir segura y querida.
- Sí papi, por favor.- Chilló ella mientras veía a su no hermano subir las escaleras hacia las habitaciones de arriba.
Pronto todos se desvanecieron y Brooke volvió a repetir lo sucedido en soledad. Se acercó a las escaleras enormes y se sentó en uno de los peldaños. Todo apestaba.
Natan...
- La pesadilla acabó, cariño. Bebe el jugo.- La trampa del jugo se escondía en el fondo del vaso: su padre le había puesto unos calmantes para que su hija pudiera dormir esa noche.
- ¿Qué hay de lo que te hice? ¿No me odias? A pesar de que lo hice por tu bien...
- Ya basta, Brooke. Olvidemos todo. Dejemos eso atrás y sigamos con nuestras vidas.
Ella se calló y luego se puso de pie.
- Estoy cansada...
- Duerme, mañana será un día largo.- Su padre sonreía a los pies de la escalera.
Brooke se detuvo mucho más arriba, junto antes de llegar al último escalón.
- ¿Sabes dónde está mamá?
Quinn vaciló un momento y se inventó la mejor mentira que pudo.
- No lo sé. ¿Por qué?
- Por nada.- Culminó ella subiendo y luego conduciendose a través del pasillo hasta llegar a la habitación de invitados.
Esa habitación era mucho mejor que su habitación, pero no era su habitación.
Se detuvo en el que solía ser su refugio y dónde ahora habitaba Sewart.
Lo escuchó hablando por teléfono en un susurro casi inteligible.
- Voy a quedarme, todavía hay algunas cosas que tenemos que terminar de hacer por aquí. ¿Estás de acuerdo? Esto es por ella y lo sabes.
Frunció el ceño confundida y caminó el tramo que faltaba hasta la habitación de huéspedes. Su padre ya había preparado todo.
Se dió una ducha primero y luego se lavó los dientes. Iba a meterse dentro de las sábanas para descansar hasta que creyó ver algo o alguien a través de la ventana.
Se escabulló y se paró frente a esta, allí no había nadie desde luego, pero se sentía como si no estuviera sola allí.
Entrecerró los ojos porque creyó ver algo entres los arbustos.
Pero no era nadie, solo una ilusión más. O quizás debería haber mirado mejor.
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Scream: Final Cut
Fanfiction[Saga Scream #1] La historia transcurre en un pequeño pueblo de Seattle donde un asesino anda suelto luego de que un par de jovenes subieran a la web un vídeo hot de una de las adolescentes: Samantha. Mientras tratan de descubrir el origen de esta m...