Scream: Final Cut

2: Eres mía, para siempre (EDITADO)

Cuando llegó al hospital donde Natalie había estado internada casi un año. Toda su familia había vivido un infierno, incluso algunos de sus amigos.

Brooke la pasó fatal esperando a que despertara, después de todo ella le había salvado la vida.

Mientras se encaminaba más y más hasta su habitación, Brooke sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

Nick aguardaba al final del pasillo con el teléfono celular en mano y el ceño fruncido.

- Hola.- Tartamudeó ella acariciándose el brazo, intentando no mirar dentro de la habitación.- ¿Qué pasa?

- Amor, tengo que irme.- Él la besó rápido en los labios y echó a andar.- Tengo algo que hacer.

- Pero... ¿le dijiste?- Pero él ya se había ido y ahora solo quedaba enfrentarse a la realidad.

Brooke caminó hasta el interior de la habitación y la vió de espaldas: había perdido peso y su cabello estaba más largo de lo normal y su rostro estaba consumido: parecía otra persona.

- Nat...

- Brooke.- Natalie se volvió hacia ella y la envolvió en sus brazos.- Creí que nunca volvería a verte.

Ella la abrazó un poco más y luego se apartó, avergonzada.

- Nick vino a verme... Él siempre estuvo esperándome.- Natalie se giró y fue a buscar sus cosas junto a la mesita de noche.- Me dió esto.

Brooke observó un hermoso collar con un broche de mariposa. Uno que creía haber visto en alguna aparte.

- ¿Dónde está Jason? Tenemos que reunir a la banda. ¿Todavía existen? ¿Y que hay de Ghostface? Tengo que ponerme al día.

Brooke no pudo decirle nada, es que nada salía de su boca, estaba muda y no podía creer que Nick no le hubiera contado que estaban saliendo.

Nick había sido la única persona que había estado para ella desde la muerte de sus padres y del descubrimiento de su hermana vengativa. Después de eso, estuvo sola, a pesar de que Sewart intentaba estar para ella. Volver a la mansión no había sido buena decisión y fue cuestión de tiempo para que ella decidiera irse.

Sewart vivía ahora en la mansión, solo y lleno de lujos, intentando mantener el legado de su padre.

- Jason se fue. Ghostface está acabado y yo...

Entonces un grupo de gente llegó: eran algunos parientes que la fundieron en un abrazo a Natalie.

- Hablaremos pronto.- Natalie la miró de tal manera que Brooke se sintió engañada.

¿Acaso lo sabía? ¿Acaso estaba esperando el momento exacto para cortarle la garganta? ¿Sería como en los viejos tiempos?

Salió al pasillo y sintió náuseas. Fue corriendo al baño y vomitó todo. Se sentó en el suelo e intentó recobrar el aliento.

En un par de minutos tenía que ir a trabajar, así que tenía que recomponerse y salir.

Luego hablaría con Natalie.

Pero cuando salió del cubículo se encontró con el espejo escrito con lápiz labial rosa.

Tú y todo lo que tienes me pertenece a partir de ahora. Anda con cuidado, rubiecita. Eres mía a partir de ahora.

Sintió como el pánico subía a través de su garganta y comenzó a borrarlo con el papel higiénico.

Frenética y desquiciada.