Secrets.

Capítulo Catorce. 3/8.

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El susurro de una voces me comenzaba a incomodar, pero entre más intentaba abrir los ojos, más pesados se hacían, no tenía la energía para despertar.

-¿Por qué no la adoptamos?. -Escuché a lo lejos, suponía que era Jack.

-Eso ya no se puede Jack, ella ya es grande y quiere hacer su vida. -Obviamente ese fue Hotch.

-Pero me gustaría que ella fuera mi hermana. ¿A ti te gustaría que fuera tú hija?. -Eso me tomó por sorpresa.

Se escucho una risa por parte de Hotch. -Si me gustaría, pero no es posible. Solo nos queda disfrutar de su compañía.

-De acuerdo, pero aún así ella va a ser mi hermana. -La risa de Jack se escucho mientras se alejaba.

Eso se me había hecho tan tierno, de seguro estaba sonriendo. No lo podía evitar, era la primera vez que escuchaba que alguien me quería.
Después de eso sentí un ligero peso en el cuerpo, era una manta bastante abrigadora. Luego de eso alguien acomodó mi cabello detrás de la oreja, en forma de cariño.

-Buenas noches. -Escuché decir a Hotch.

Luego de eso escuché como se apagaban las luces, mientras que una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Finalmente después de años, sentía el cariño de una familia.

Abrí los ojos de golpe, estaba teniendo de nuevo una pesadilla. Traté de tranquilizar mi respiración, me levanté de donde estaba y fui por un vaso de agua para calmar mis nervios.
Miré el reloj que indicaba las seis de la mañana, deje de un lado el vaso y fui a mi habitación para empezar a alistarme.

Tomé una playera de manga larga negra, unos pantalones de mezclilla azul claro y la sudadera de AC-DC que habia comprado ayer.
Me di una corta ducha y me cambie, esa mañana estaba un poco más alegre que otros días, verdaderamente lo estaba, sin saber por que.
Fui a la cocina donde estaban Jack y Hotch desayunando, me acerqué a Jack y despeine un poco su cabello.

-Buenos días. -Salude.

-Buenos días enana. -Sonrió Jack.

-¿Cómo te fue ayer?. -Pregunto Hotch.

-Pues quice distraer mi mente, así que fui de compras. -Sonreí tomando un poco de jugo de naranja.

-Esta bien. -Sonrió. -Amigo, Beth vendrá por ti para cuidarte. Ya nos tenemos que ir. -Se dirigió a Jack.

-Si, nos vemos luego. -Sonrió.

Después de despedirnos, Hotch y yo nos subimos a su camioneta para ir camino al trabajo. Aunque no dejaba de pensar que esta tarde saldría con Spencer, no sabía que esperar.
Al entrar estaba Spencer sentado en una silla guardando silencio, me acerqué un poco a él y lo saludé.

-Hola señor genio, buenos días. -Sonreí.

-Hola. -Sonrió. -¿Cómo te fue ayer?.

-Bien, supongo... -Sonreí de lado.

-Tortolitos. -Paso García saludando.

Cuando dijo eso sentía como mis mejillas ardían. -Hola García. -Saludé.

García fue a su lugar de trabajó, mientras que yo y Spencer nos quedabamos platicando de cosas triviales, como el festejo que le había hecho aquí por su cumpleaños número veintiocho, sobre su madre Diana y lo mucho que la quería. Yo por otra parte me dedicaba a escuchar con atención, me gustaba verlo hablar ya que de vez en cuando formaba pequeñas sonrisas que lo hacían lucir realmente atractivo.