Capítulo Veintiocho.

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Me levanté de un momento a otro, con la respiración agitada, estaba sudando frío. No comprendía que era lo que pasaba, toque mi frente y estaba completamente helada.

Luego mis manos fueron a mi estómago, tenía que ir corriendo al baño sí no haría un caos en la habitación. De un salto salí de la cama, corriendo lo más rápido que pude al baño de mi cuarto.

Apenas llegue me coloque de rodillas frente al retrete, dejando que mi estómago vaciara todo lo que lo incomodaba. Una vez que termine me enjuague la boca y me lave los dientes, con un paso lento fui a recostarme en mi cama; me sentía algo débil, definitivamente había sido el cordero de anoche.

“6:35” observé en la pantalla se mi celular, tenía que levantarme ya o se me haría tarde, lentamente me pare de la cama y de nueva cuenta entre al baño.

Después de ducharme me puse una blusa rosa pastel junto un blazer azul marino, unos pantalones de mezclilla y mis converse. No había querido maquillarme pues no me sentía bien esa mañana, así que por mi mente era lo último que pasaba. Salí de mi habitación, fui a la cocina donde Jack y Hotch ya estaban desayunando.

-¿Quieres desayunar? -Ofreció Hotch quien servía una taza de café.

Sé que tenía cara de asco en esos momentos gracias al aroma amargo de su taza- Creó que no…

-¿Estas bien? -Preguntó Jack bajando su cuchara con cereal.

-Creo que la cena de ayer no me sentó bien -Hice círculos en mi estómago.

-Si te ves algo pálida, ¿Quieres quedarte a descansar? -Ofreció Hotch amablemente.

-No, gracias -Sonreí -Si me siento lo bastante bien para ir trabaje, gracias por preocuparte.

-De nada -Miró su reloj -Nos vamos en quince minutos.

-De acuerdo -Asentí para luego recostarme en el sillón.

Habíamos hecho la rutina de siempre, primero dejamos a Jack en la escuela y después fuimos a la oficina.

Casi nadie había llegado, debido a que faltaban casi veinte minutos para la hora de entrada. Si algo había aprendido de Hotch era que si concepto de puntualidad era estar veinte o treinta minutos antes, un muy buen hábito he de decir.

-¿Estás bien? -Me preguntó García después de que llegó a su oficina.

-Si… -Dije bajo y le sonreí.

-Buenos días -Saludaron Rossi y Emily.

-Buenos días -Dijimos García y yo.

-¿Cómo les fue ayer? -Rossi le preguntó a Hotch.

Estaba acostada sobre mis brazos -Bastante bien, el lugar tenía comida bastante buena. -Asumía que me estaban viendo -Pero creo que no le cayó bien.

Solo hice la seña de que no con el dedo -¿Ya le dijiste? -Escuche la voz de Emily.

-Si -Escuche una minúscula risa por parte de Hotch.

-¿Aceptaste? -Me preguntó la voz de Morgan, ¿Cuando llegó?

-¡Si! -Asentí con una sonrisa.

-Legalmente ya es mi hija -Me sonrió.

-Muchas felicidades -Dijo Rossi, después todos comenzaron a abrazarnos.

-¿Qué sucede? ¿Hotch ya le dijo? -Llegó finalmente Spencer.

Comencé a reírme -¿Todos lo sabían? -Pregunté.

Y todos asintieron -Lo sabíamos desde hace un mes -Comentó JJ.

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