Secrets.

Capítulo Veintiséis.

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Estaba sentada en la sala con Jack, habíamos comenzado a jugar Gears of wars. Lo extrañaba muchísimo y no solo a él si no también al resto del equipo, me había servido mucho este mes que estuve lejos de ellos para revalorar todo.
Había pensado muchas cosas, sobre todo el tema de Dylan; lo mejor seria fingir que no me afectaba, quizá seria mejor ignóralo.

-Te extrañé mucho hermana -Jack dijo sin despegar la vista de la tele -Me hiciste muy feliz cuando fuiste a verme a la escuela la semana pasada.

-Yo también te extrañé... -Tome una buena bocanada de aire y lo solté -hermano...

Inmediatamente soltó el mando del x-box y me abrazo emocionado -¡Lo dijiste! ¡Lo dijiste! ¡Te quiero muchísimo!

-Yo también te quiero Jack -Me reí y le correspondí el abrazo.

-Yo también quiero -Escuchamos la voz de alguien y volteamos a ver quien era.

Estaba todo el equipo en el umbral de la sala viendo la escena, Spencer se acercó y ayudo a levantarme.
Tome su mano y nos sonreímos, me dio un abrazo y caminamos al comedor junto con los demás.

-¿Qué prepara Rossi? -Fue lo primero que dije.

-Mi famosa pasta con pesto -Sonrio victorioso -Y un excelente vino del 86.

-Wow... -Lo mire sorprendida aunque al mismo tiempo quería reír -¿Y que celebran?

-Que volviste amor -Spencer sonrio ampliamente haciendo que me ruborizara por lo que dijo.

-Oh -Solo me sonroje y todos se rieron.

-Se pueden controlar... -Carraspeó la garganta Hotch.

JJ sé empezó a reír -El papá ya se puso celoso -Dijo haciendo que todos nos rieramos.

Todos tomaron asiento y me miraron esperando una respuesta de mi parte, pero realmente no sabia sobre que.

-¿Qué hiciste todo este mes? -Garcia fue la primera en preguntar.

-Seguirle la pista a Dylan -Asenti con la cabeza sin saber porque.

Hotch arqueo una ceja -¿Y que fue todo lo que dijiste antes de irte?

Trague grueso, era una pregunta ruda -Pues... A los trece, justo dos años de la muerte de mis padres mí abuelo me violo estando ebrio... -Suspiré.

-Lo sentimos -Dijo Rossi desde la cocina, aunque realmente solo lo separaba una pequeña isla de nosotros.

-Luego de eso... Comenzaron mis problemas -Levante las mangas de mi suéter, Spencer al igual que yo sonreímos victoriosos de que no había ningún corte nuevo -Fue la única manera que encontré para sacar mi dolor...

Los mire y todos estaban atentos, trague saliva y continúe -Cuando estuve arta huí de la casa de mi abuelo, no tenía a donde ir... Por lo que dormía en las bancas de los parque y un tiempo comía de las sobras de las cafeterías o restaurantes... Una noche, recuerdo bien que era invierno tenía hambre y frío... Solo quería morir y dejar de sentirme sola. Por lo que compre navajas e intente suicidarme -Señale las cicatrices mas notarías que adornaban mis muñecas.

-Oh Dios -Pronunció García con los ojos cristalinos.

-En la mañana desperté en un hospital, tenía las muñecas vendadas y varios cables conectados -Los ojos se comenzaron a llenar de lágrimas -Un hombre entro y me miro apenado, como si comprendiera que sucedía. Era William Richards, mi profesor del FBI quien me explico que una pareja que pasaba por ahí me encontró y llevaron al hospital... Ahí él pensó que era una víctima de un asesino que investigaba en ese entonces.
Fui a una casa de cuidado, donde me dieron estudios básicos y descubrieron que era una "genio" así que a los dieciséis ya era psicóloga criminologíca... Pero seguía sintiendome vacía y no le veía sentido a la vida y esa vez intente volver a suicidarme lanzandome de un puente...