6.Placentero

12.8K 704 308
                                    

Los labios del minino tomaron posesión de los de la tímida joven que no sabía bien que hacer con sus manos o con sus labios. Sentía la presión de los labios de Chat noir quien suavemente la obligaba a responder a sus besos, mordía su labio inferior haciendo que ella suspirase.

Su cabello se erizó, sintiendo un calor reconfortante en su interior.

Cuando se quiso dar cuenta se encontraba contra el colchón de su cama con cierto gato sobre ella, su potente cuerpo recubierto por su traje de superhéroe le resultaba agradable y su olor masculino era como una nueva droga para ella.

-Chat....-Suspiró cuando se separaron para poder respirar, el gato decidió que no perdería el tiempo y bajo sus besos al cuello de la chica, dejando un reguero de caliente saliva por donde pasaba. Ella gimió ante aquella nueva sensación, era nueva y desconcertante pero muy agradable.

Aquellos gemidos hacían que cierta parte del gato negro se "alegrase" mucho y entendiendo que la chica se estaba sintiendo bien, no se detuvo, atreviéndose a dar pequeños mordiscos en ciertas partes sensibles que hicieron que la chica se humedeciese por aquellas atenciones.
Chat noir se sentía en el cielo, su corazón rebotaba contra su pecho y sus manos pedían a gritos recorrer la piel suave de la chica y descubrir que tan alto podía gemir su nombre.

-Chat...chat...-Su nombre era un cántico para sus sensibles orejas, las cuales se movían en busca de ese sonido y de su garganta salían pequeños ronroneos de felicidad. En un movimiento no planificado, sorbió su piel hasta su mentón femenino y sabiendo que ella era sensible, atormentó aquella zona, subiendo y bajando, sus labios abiertos acercándose a los labios entreabiertos de Marinette pero sin llegar a besarla completamente.

Eso molestaba levemente a la chica, la cual si quería aquel beso.

-Chat...-Susurró con voz queda, llamando la atención del minino.

-Di más mi nombre, princesa-Musitó con aquella voz aterciopelada y masculina, sonriendo coquetamente como solo su alter-ego sabía hacer-Adoro como sale mi nombre de tus dulces labios, Marinette

El corazón de la joven heroína latía fuertemente, mucho más acelerado que cuando veía a su "amor platónico" Adrien, ahora sentía como el aire no le llegaba a los pulmones, como sus mejillas se sobrecalentaban y como sus labios no paraban de decir aquel nombre como si fuera un mantra. 

-Chat noir...-Susurró de nuevo, agarrando al gato por el cuello para besarle como ella deseaba, quería sentir los gruesos labios de él, como su suavidad la invadía, aquella lengua juguetona y traviesa que conocía todos sus defectos. Sonrió contra sus labios al ser correspondida y un pequeño olor a colonia masculina y a camembert le llegó a la nariz.

Chat noir siempre olía a queso. Eso le gustaba a Marinette.

-Dulce Marinette...-Sus labios estaban unidos por un pequeño hilo de saliva, algo erótico y sexy que excitó a la chica. Los ojos de Chat estaban dilatados, brillantes y sobre todo tenían algo que hacía sonrojar a la chica, quien no podía apartar la mirada de ellos.
Uno de los dedos enguantados del gato, de una manera deliciosamente suave, limpió aquel resto de saliva de sus labios. Lo hacia despacio, intentado mantener el momento lo máximo posible-Eres...tan....-Musitó, mientras llevaba una de sus manos al pecho de la joven y apretaba suavemente uno de sus montículos por encima de la ropa.

Ambos tenían una pequeña idea de lo que iban a decir y lo que seguramente pasaría pero todo aquello se fue al traste cuando se escuchó la voz de la señora Cheng en el piso de abajo, demasiado cerca de la trampilla de la habitación de Marinette.

-Marinette, hija, baja un momento porfavor-Se escuchó claramente.

Los dos amantes saltaron de la cama por la impresión de haberse visto interrumpidos, la chica resbaló de la cama y gateó por el suelo nerviosa, intentando volver a la normalidad mientras que el gato simplemente recibió un golpe en su trasero y quedó observando como la joven reculaba por el suelo y le daba una pequeña pero hermosa visión de sus piernas y su pequeño trasero cubierto por inocente ropa interior rosa.

-¿Marinette?-La voz de su madre volvió a sonar cercana.

-Si, si,  mamá, ya voy-Dijo elevando el tono de voz y rápidamente volteó la mirada hacia Chat noir quien le dedicó una sensual pose y una sonrisa que hizo que la chica se planteara si realmente no estuvo cometiendo un acto de adultos con un dios pagano vestido de gato. 

Rápidamente y recurriendo a su misteriosa fuerza venida de vete a saber donde, tomó a Chat noir y lo tiró debajo de su cama, cubriendo la evidencia con la colcha. Escuchó las quejas del chico pero lo mandó callar con una frase y bajó corriendo por la trampilla para atender a su madre.

Chat noir bufó debajo de las mantas de la chica, pero no se arrepentía de lo ocurrido, solo estaba enfadado por la interrupción que habían sufrido. Estuvo tan cerca de probar la suavidad de los pechos de Marinette,....quería saber si eran tan suaves como parecían, ver si debajo de aquella tela había pequeños botones rosas o si quizá eran más oscuros...
Sus pensamientos hicieron que cierta parte de su cuerpo volviera a la vida por lo que el minino soltó un suspiro y confiando en que la muchacha no volviera en un rato, llevó su mano a aquella parte adolorida.

40 minutos después, Marinette subía las escaleras hacia su cuarto. Había estado ayudando a sus padres con la panadería, puesto que habían recibido demasiada clientela en las ultimas horas. Algo cansada pero con unas pequeñas provisiones en una bandeja, volvió a su cuarto, donde esperaba que su compañero gatuno no siguiese enfadado por haberlo metido debajo de su cama.

Lo que encontró hizo que se le escapase una sonrisa y dejase olvidadas las provisiones en su mesa, confiando en que Tikki le daría buen uso.
Se acercó a la cama, observando al superhéroe recostado entre sus sabanas como si fuera un autentico gato, con el mismo peluche que había sido el detonante de las anteriores caricias entre sus brazos.
Marinette alargó la mano para acariciar aquellos mechones rubios tan suaves y con cuidado se sumergió debajo de las sabanas, colocándose junto al cuerpo del chico. 

Observó su rostro masculino cubierto casi en su totalidad por aquella mascara negra como la noche, sus parpados cerrados, aquella nariz respingona, los labios que había estado besando se encontraban entreabiertos, dejando que su cálido aliento le golpeaba cerca de su rostro. Una absoluta delicia.

Se apegó al pecho musculoso de Chat noir y pasó los brazos para poder acariciar de nuevo su cabello y a la vez sentir su respiración, colocando una mano sobre su pecho. Sus ojos volvieron a buscar su rostro y esta vez encontraron unos ojos verdes observándola y una pequeña sonrisa.

-¿Acaso planeaba dormir con este gato, princesa?-Preguntó con suavidad y en voz baja, por si acaso algún otro miembro de la familia Dupain Cheng se le ocurría volver a intentar interrumpir.

-Resulta que cierto gato se metió en mi cama-Respondió ella con sensualidad, moviendo uno de sus dedos por su pecho, delineando sus pectorales.

-Resulta que alguien me tiró debajo de la cama-Los brazos de Chat noir rodearon la cintura de la chica para acercarla más aun a su cuerpo.

Otra sonrisa.

-¿Que estas planeando, gato tonto?-Elevó una ceja.

-Nada que no le guste, princesa

-Ahora mismo solo me apetece dormir, gatito-Musitó ella, bostezando.

El minino miró la hora en el reloj de la habitación. Era bastante tarde. 

-¿Acaso me estas diciendo que me vaya, prrrncesa?-Rozó su nariz con la suya. Su voz era burlona, por lo que no lo decía en serio.

Nada ni nadie podría hacer que se marchase de aquella cama.

-Quédate conmigo esta noche, Chat noir

Marinette tiró de él para dejar un suave beso en los labios de Chat.

-Nada me gustaría más, mi princesa

El minino la volvió a besar. Un leve contacto antes que se abrazasen y cayesen en un profundo sueño. 

Ambos con unas grandes sonrisas en sus labios.

Por un día, Chat noir no pensó en Ladybug. No cuando tenía a su princesa entre sus brazos.

Un gato solitario *Marichat*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora