8. ¿Es una cita?

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Marinette aún tenía su mirada fija en aquel papel en el que solo había dos líneas escritas con hermosa caligrafía negra. ¿Como eso podía ponerla tan nerviosa?
Ella estaba intentando olvidar al rubio, lo intentaba de verdad, de hecho su corazón ya no latía tan rápidamente por él; Adrien seguía siendo un gran amigo, ella le tenía mucho cariño y aun sentía cosas por él pero eran más admiración que el "gran amor" que pensaba que sentía por él. Ahora su corazón latía por quien nunca pensó que sentiría nada más que amistad; su compañero, aquel que había interpuesto su cuerpo para protegerla y que hacía aquellos chistes de gatos tan malos; Chat noir se había adentrado en su interior y planeaba quedarse. 

"Tengo que contestarle" Pensó, dándose cuenta de que había estado pensando demasiado tiempo. Después de todo, eran amigos y una salida no le haría daño. ¿Quien diría que iba a pensar que salir en una cita con Adrien Agreste se iba a convertir en "solo una salida"? Su yo anterior le estaría tirando de los pelos por no haberle contestado al instante.

Tomó un pequeño trozo de su libreta y escribió un par de palabras, hizo un pequeño cuadradito y tocó el hombro del chico para pasarle la nota. Sus dedos se rozaron levemente, haciendo que ambos se separaran y mirasen sus cuadernos.

"Me estoy intercambiado notas con Marinette" Pensaba el chico rubio con un pequeño sonrojo mientras sus dedos temblorosos desdoblaban el papel que ella le había pasado.
Rosa y con lunares blancos. Muy Marinette.

"¿Donde te gustaría ir? No puedo quedarme muy tarde pero me gustaría quedar contigo"

Su letra era redonda y bonita, muy femenina y algo torcida.
Adrien guardó el papel y cortó otro pequeño de su libreta, empezando a escribir una respuesta. Estaba nervioso y ansioso a la vez. Esa cita sería con él como Adrien quien no era tan directo o divertido como Chat noir, pero quería conquistar a su princesa con sus dos yo's y a su vez, conseguir descubrir quien era el chico que le quitaba los suspiros y así, hacer todo lo posible por quitarle esa idea. Solo él era digno de amar a la azabache.

Marinette recibió la nota y la desplegó con algo más de rapidez que la anterior. En esa ocasión la nota solo decía una simple frase "A la salida lo sabrás, my lady. Te esperaré junto a la puerta"

Era corto y directo, lo que hizo que se sonrojara un poco, recordando sin quererlo a su adorado gatito, pues ese era el apodo que utilizaba para referirse a su alter-ego. Asintió con la cabeza, aunque sabía que el chico no podía verla y luego disipó cualquier relación con aquel sobrenombre que Adrien había utilizado para con ella. Seguro que era una simple coincidencia. 

Las clases continuaron con normalidad, los chicos salieron separados por Alya y Nino respectivamente y cuando quisieron darse cuenta ya era la hora de salir.

Adrien esperó donde le había dicho a la chica, junto a la puerta, apoyado en las escaleras. Sabía que Marinette solía tardar por estar con su amiga Alya pero esta había salido antes con Nino así que, ¿Donde estaba ella? ¿Acaso había decidido no acudir?

Escucho la inconfundible risa de Marinette y se volteó con algo de ilusión pero ese mismo se fue por donde vino cuando vio a la chica saliendo junto al mismo pelirrojo con el que había compartido un momento en el aula. ¿Que hacían juntos de nuevo?

Los nervios de Adrien salieron a relucir. Se sentía celoso de que con Nathaniel, su princesa hablase sin miedos, sin tartamudeos y además, parecía que se llevaban muy bien. Demasiado.
Y él sabía que el otro chico sentía algo muy potente con Marinette, visto había sido la ocasión en la que el chico había sido akumatizado, convirtiéndolo en Illustrator. Solo había cedido en sus ataques a Chloe si Marinette accedía a ir a su cumpleaños.

Un gato solitario *Marichat*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora