33. Por protegerte

4.6K 266 62
                                    

Chat dio todo de si en aquel dulce beso. No podía dejar que ella le tuviera miedo, por lo que inició el beso con un pequeño roce, juntando simplemente sus labios y dejando que las sensaciones fluyeran por sus cuerpos.

Una de sus manos seguía acariciando la suave mejilla de su amada, como si ese toque pudiera calmarla y relajarla. Por el momento no había rechazado su beso.

Marinette tenía sus manos apretadas junto al pecho, casi rozando el pecho del felino héroe. Ambos estaban recostados en su cama, con sus rostros en contacto gracias a sus labios que seguían rozándose. 
La chica se sentía extraña, a pesar de que ella había sido la que había dado luz verde para ese beso, el felino estaba siendo muy considerado con ella. No pasaba del simple roce de labios, y a pesar de que se habían besado mucho más intensamente. Ella sabía que Chat estaba siendo amable, puesto que tenía miedo de que lo rechazase.

¿Quería rechazarle? 

Chat se sorprendió cuando la chica lo empujó dulcemente contra la cama y se colocó sobre él. Sus ojos se encontraron con los azabaches de ella y vio la duda en ellos a la vez que un intenso deseo que lo hizo tomar aire rápidamente.

-¿Prin...?

-Yo...es mejor...que no...digas...nada...-Susurró ella, miedosa, mientras sus manos se paseaban por el trabajado pecho del chico. Su rostro se tiñó de rojo mientras lo hacia, nerviosa como estaba. No sabía porque estaba haciendo aquello pero sentía que lo necesitaba.
No quería que él pensase mal de ella, haciendo ese tipo de cosas.

Acercó el rostro al del chico y lo besó de nuevo, buscando una respuesta por su parte, cosa que el chico hizo encantado. Rodeó su labio inferior y fue recompensada con un jadeó del rubio, cosa que hizo sonreír a Marinette.

Procedió a besarlo más intensamente, tirando del labio inferior para tener un acceso a su boca.
Ah! Había extrañado tanto aquellos labios....a su mente llegaron los recuerdos de sus primeros besos con el felino en traje de cuero negro...No pudo evitar que una pequeña lagrima resbalase por su mejilla.
Sus dedos buscaron la cremallera debajo del cascabel para proceder a tocar su piel directamente con sus dedos. Sentía una pequeña molestia en su herida pero quería seguir acariciando aquella piel increíblemente suave.

Observó cada una de las cicatrices que surcaban el trabajado pecho del felino, no sabía porque pero estaba absorta tocando aquellas marcas. Marcas de su trabajo como héroe, marcas de su deber...Otra lagrima resbaló por su mejilla.

-No llores....-Susurró con dulzura el felino, pasando una de sus manos por su mejilla, retirando sus lagrimas-¿Te...duele? 

Preguntó dulcemente, mirando a su estomago. El felino estaba sumamente preocupado por el comportamiento de su princesa. No iba a negar que le habían gustado sus besos, de hecho deseaba seguir besándola, tocándola...dios, quería volver a hacerla suya. Quería amarla, recordarle cuan importante era para él pero no podía hacerlo mientras ella tuviera aquella herida.

-Es-toy...bien...

Rodeó su pequeño cuerpo con sus brazos, recostándola en la cama. La miró a sus dulces ojos azules mientras una pequeña sonrisa curvaba sus felinos rasgos.

-No tienes ni idea de lo mucho que te deseo, princess....-Dijo perdiéndose en sus rasgos femeninos.

-Chat....

-Pero me he prometido que te iba a cuidar,que te iba a amar y por protegerte...haré lo que sea-Dijo con voz seria-Ahora estas herida

-Pero...

El felino acarició sus labios con sus garras.

-Sé que deseas a este gato-Dijo con voz coqueta, a lo que Marinette hizo un puchero algo enojada-jeje tranquila, no me mires así, princess

Un gato solitario *Marichat*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora