Capitulo 12

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Caminaba a paso apresurado hacia el gran hotel que en un futuro no muy lejano heredaría, su padre decía que en cuanto cumpliera veinticinco años y tuviera la carrera de administración concluida seria el próximo dueño de la famosa cadena de hoteles "Le Grand Paris".

Ya estaba cerca de su destino, pensar en su cómoda cama lo incentivaba, doblo unas cuantas cuadra y ya estaba al frente de la entrada del hotel, al entrar recibió el saludo de los guardias, este no respondió, se dirigió al ascensor más próximo.

Al entrar se recostó contra la pared de este, cerro sus ojos para relajarse pero le fue imposible, unos ojos esmeralda se le presentaba cada vez que los cerraba, aun no podía asimilar el momento en que se quedaron mirando, se le hicieron infinitos, Seguro que tengo el rostro horrible, arrugo la nariz y bajo la mirada frustrado, era inevitable no sentirse tonto al estar enamorado de alguien que solo te ve como un amigo, o peor aún, un hermano, una risa sarcástica se le escapo, apretó los ojos tratando de pensar en otra cosa, vamos, vamos, se decía tratando de eliminar los ojos esmeralda, piensa! Ya sé, Lordbug, de quien se consideraba el más grande fan, al inicio le pareció un payaso en un traje de látex, pero con el tiempo fue admirándolo más, llegando incluso a jugar a los héroes con Samuel, una risa divertida se le escapo al recordar aquello y los reclamos de su amigo por interpretar a la gata.

El ascensor para e inmediatamente las puertas de este se abrieron, el rubio salió con una sonrisa plasmada, ingreso a su gigantesca habitación y se dirigió a ver su disfraz de Lordbug, unas compuertas se abrieron para mostrar el implacable traje rojo con partes negras y puntos del mismo color, paso sus dedos, deseoso, suave como si se fuera a romper, sonrió con nostalgia, hace dos años y medio dejo de jugar con Samuel ya que habían "madurado", el rubio ya no podía permitirse jugar por el hotel como si de un niño se tratase.

Saco solo el traje junto con el antifaz, lo miro dudoso, finalmente se desvistió y se coloco el ajustado traje de látex, fue directo hacia el gran espejo que poseía, sonrió ante la imagen que tenia frente a él, solo es un cosplay, no hay de qué avergonzarse, se dijo cuando un leve rubor se instauro en sus mejillas, hizo unas cuantas poses imitando a modelos, me veo incluso mejor que el mismo Lordbug, sonrió con autosuficiencia, sus músculos empezaron a doler.


Guardo el traje en su sitio, camino hacia su amada cama y se tumbo de largo con una sonrisa en la cara, el rojo se veía muy bien en el pensó con los ojos cerradosRojo- susurro pensando en el traje, pronto la imágenes de su cabeza pasaron a una larga cabellera rojiza –Rojo- repitió medio dormido, esta vez la cabellara roja mostraba el rostro magullado de Nathaly Kurtzberg y sus grandes ojos agua marina.

-¡Que rayos!- se levanto de golpe asustado por sus pensamientos, se agesto al darse cuenta que termino recordando a la pelirroja – es malo deber favores- se dijo sobándose las sienes, se sentó sobre su cama, observo sus pies, había olvidado sacarse las zapatillas, se las quito pateándolas por el suelo, volvió a acostarse, esta vez decidiría no pensar en nada.



-Nath yo, lo siento- dijo apresurado al ver la reacción de la muchacha – No, no veas- fue lo único que espeto, tenía el rostro avergonzado y cabizbajo, esto aumento la vergüenza y culpa del azabache, la mujer trataba inútilmente de cubrir su cicatriz, un peli marrón se mantenía un poco distante observando la escena frente a él.

-¿Qué fue lo que te paso?- se atrevió a preguntar el ojimiel al ver que ninguno de los otros dos se disponía a hablar.

Nathaly miro hacia otro lado y suspiro – Es una lar-larga historia- respondió tratando de no mirar al chino-francés, estaba muy avergonzada de su marca.

-Deberás no era mi intención asustarte- hablo nuevamente Mario mientras se rascaba la nuca y bajaba un poco la cabeza, la pelirroja levanto la mirada observando directamente a los ojos de un avergonzado peli negro.

-No te preocupes- sonrió levemente, no quería que su querido azabache se sintiera culpable de algo que no había hecho con malas intenciones, se sintió satisfecha al no tartamudear esta vez, bajo la mirada para observar sus documentos.

El sonido del potente timbre los interrumpió, se miraron entre los tres – Me te-tengo que ir ya- dijo la pelirroja empezando a caminar, los hombres la imitaron, pronto llegaron al salón, la pelirroja se detuvo para despedirse de ellos – Hasta mañana Mario, Aly- se despidió la pelirroja en el marco de la puerta, unos ojos rojizos y otros azul intenso la observaban curiosos sin que se diera cuenta.

La pelirroja se dio la vuelta dispuesta a irse pero la detuvieron cogiéndola de la muñeca - ¿Me dirás que te paso?- pregunto Mario ocasionando un sonrojo exagerado en la muchacha – Cla-claro- tartamudeo maldiciéndose internamente – Genial – dijo el hombre sonriéndole tiernamente.

-permiso por favor- ambos voltearon encontrándose con una llamativa rubia de ojos verdes que les sonreía amablemente, el azabache se hizo a un lado por inercia soltando la muñeca de la pelirroja, esta solo se movió tímidamente.

-¡Hola Nathaly!- saludo animadamente al ver que era la Kurtzberg, pero su sonrisa se borro al darse cuenta del rostro de la muchacha – Ho-hola Agreste- respondió.

-Bu-bueno me voy, adiós- dijo sin más la pequeña muchacha huyendo intimidada de la presencia deslumbrante de la rubia y del tacto aun tibio de su querido peli negro.

La rubia se quedo mirando intrigada por donde había desaparecido la pelirroja, ella también tiene la cara herida, pensó arqueando la ceja analíticamente, camino lentamente hacia su asiento haciendo análisis interno de lo que acababa de ver, desvió su mirada al azabache que se había quedado parado como poste en la entrada.

-Mario el profesor ya va a venir- le hablo la ojiverde, el joven miro avergonzado hacia la sonriente rubia, esta lo miraba divertida, el muchacho solo atino a sonrojarse, ¡Ay no ya hice algo raro de nuevo!, se reprocho caminando hacia su asiento – Gra-gracia Adrianne- dijo al pasar por su lado, por todos los Kawamis ¡Qué bien huele!, pensó con una sonrisa boba en su cara tomando asiento en su lugar, su amigo que había sido espectador de todo aquello rodo los ojos divertido al comportamiento del ojiazul.



Tomo un bus para llegar más rápido a su casa, sostenía la muñeca que momentos antes el azabache había tomado, un dulce sonrisa se le formo en el rostro, después de todo no fue tan malo venir, se dijo pensando en los ojos del chino-francés.

Recargo su cabeza en la luna de la ventana, su sonrisa se fue transformando en un gesto triste, se dio cuenta de las reacciones de su amado azabache para la ojiverde, suspiro, ella no tenia oportunidad alguna con la hermosa modelo y su cobardía no le permitía - Masoquista- se dijo mientras cerraba los ojos, Adrianne era muy bonita y talentosa, ser un poco mas como ella no estaría nada mal, incluso se atrevería a confesar sus sentimientos aun sabiendo la respuesta, Confesarme, esa palabra resonaba en su cabeza, ¿Cuántos se le habrán confesado a la rubia?, sonrió ante esto, seguramente muchos, un rubio orgulloso apareció en sus pensamientos, él se vivía profesando su amor a la rubia de ojos verdes, hasta el puede y yo no, un sonido burlón se le escapo de los labios al pensar en aquello, a pesar de los rechazos de la modelo este no parecía rendirse, claro que rechazo en todo el sentido de la palabra no eran, más bien se alejaba de sus muestras de afecto disimulada y educadamente, como toda una señorita, se dijo, el autobús se detuvo indicando el fin del viaje.

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Zas!! me tarde mas esta vez, estaba ocupadisima con la universidad y mis papeles de admisión e_e , y si me base en mi para hacer la escena de Nathaly siendo admitida a la universidad, solo que lo moldea al personaje :v 


me despido nos vemos en la próxima actualización :D 

Masoquistas (Nathloe) -GB - Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora