Capitulo 20

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Aterrizo sobre el modesto balcón de su casa justo a tiempo para volver a ser Mario Dupain-Cheng, el ser rojo comenzó a volar alegre al derredor, nadie podía quitar en ese momento la sonrisa que traía plasmada en su rostro, entro a su oscura habitación, ya era de noche, encendió la luces y empezó a desvestirse.

-¡Te vez realmente satisfecho!- hablo su kwami desde su escritorio a la vez que sostenía una galleta con chispas de chocolate, el muchacho solo volteo a mirar al ser mostrando su perfecta dentadura, tiro su camiseta negra sobre un silla cercada, hizo lo mismo con su playera blanca dejando ver su trabajado cuerpo

-¿Y cómo no estarlo?- respondió con las mejillas levemente sonrojadas, Tikki lo miro feliz mientras devoraba su comida, el azabache se quito los jeans azules quedando solo en bóxers, se saco las zapatillas y se metió en el cuarto de baño.

Las gotas de agua tibia impactaban contra su cara como si quisieran meterse dentro de su ser o su mente, pero esta solo estaba siendo ocupada por una cosa en ese momento, o mejor dicho persona, no podía sacar de su mente el rostro sonrojado y aliviado de su rubia, sus cabellos ondeados y un poco desordenados por lo que había tenido que pasar y sus anhelantes ojos verdes, aun podía sentir el tacto de sus suaves manos, por el nunca más se lavaría su mejilla, pero eso era una locura, rio ante sus pensamientos, recordó sus palabras, Si...viniste, su corazón salto, ella lo estaba esperando, a él, a nadie más, no podía evitar sentirse dichoso.



Miraba la Tv mientras comía unos panes tostados con mantequilla, estaban trasmitiendo el ataque de la tarde, en ella se podía ver un ser que parecía ser una mujer con extremidades larguísimas, una de ella tenía apresada su compañera y nueva amiga Adrianne Agreste, sonrió antes esto, era bueno conocer más a la rubia, así se faltando medio año para ingresar a la universidad, ¡Que fuerte!, exclamo al interior al ver como Lordbug libero a su compañera, a ella también fue salvada por el héroe hace tres años atrás, no recuerda mucho sobre eso, solo que se hacía llamar "Demoillustrator", mas no recuerda.

Se levanto de la silla y recogió la taza con café ahora vacía, iba pensando en la apariencia que adquirieron sus compañeros cuando fueron poseídos, recordó la desagradable sensación de cuando el monstro de babas en que se convirtió Miguel la levanto por los aires y se la llevo, recordó el traje de divo que adquirió Julek al ser poseído, comenzó reírse solita al pensar en eso, o como cuando Aly se convirtió en Lord Wi-fi y "descubrió" que Colín era Lordbug, la pelirroja aumento su sonrisa ante esto, nunca se hubiera imaginada al rubio haciendo cosplay del héroe parisino, pero hay que admitir que el rojo le caía muy bien, se detuvo en seco ante su pensamiento, ¡Ya vas de nuevo!, se reprocho sonrojada, ¿Por qué últimamente tenía que terminar pensando en el molesto rubio?, se lavo las manos y los dientes, subió a su habitación corriendo por los escaleras, se tiro sobre su cama bruscamente, abrió sus brazos y piernas como si de una estrella de mas se tratase, cerro sus ojos para relajarse, el rostro apacible del rubio apareció junto con el sonido calmo de su corazón.

-¡Por Zeus!- grito levantándose de golpe, revolvió sus cabellos rojos desesperada, su rostro quemaba, aun podía oler en aroma del rubio impregnado en su ropa, será mejor que me cambie, se sentó sobre su cama y recorrió con la mirada su habitación perdida en sus pensamientos, aun no asimilaba por el completo que había dormido junto al ojiazul, se encogió sobre si misma avergonzada, era inevitable no pensar en la sensación de sus fuertes brazos rodeándola y ese agradable aroma que desprendía, esos cabello brillantes como el oro, sus labios entreabiertos.

-¡Basta, pareces pervertida!- grito así misma levantándose de golpe nuevamente, abochornada decidió darse un baño, tal vez eso despejaría su enmarañado pensamientos y el calor de vergüenza que le recorría el cuerpo en ese momento, se desvistió desesperadamente y se metió en la ducha, sobre el lavabo descansaba una extraña prenda, ¿Y esto?, no reconocía eso que parecía ser un saco, levanto y sacudió, el olor a mentas y miel le dio de golpe, ¡No puede ser!, aventó fuera del cuarto baño la prenda como si de veneno se tratase, abrió la ducha, el agua fría le hizo doler la piel, no le importo, ahora lo que le preocupaba eran sus pensamientos que conspiraban en su contra para terminar de una forma u otra pensando en el Bourgeois.



Caminaba de derecha a izquierda y así sucesivamente, cualquiera que lo viera en ese estado pensaría que tiene problemas realmente complicados, pero en realidad los únicos "problemas" que cursaba por su rubia cabeza tenían nombre y apellido, el primero se trataba de un "tomate miedoso" y la otra de una "hermosa ojiverde", aun no podía explicarse como rayos termino acostado, durmiendo y sujetando de esa forma a la pequeña pelirroja, hasta donde el recuerda ella le estaba leyendo el dialogo que les dejo el profesor, luego le dieron ganas de acostarse y para no llamar la atención de la pelirroja lo hizo lento y despacio de pronto todo se volvió negro y cuando despierta, ¡Boom!, acostadito y abrazando a la "aprovechada" pelirroja, y si era una "aprovechada", ¿Cómo se atrevía a acostarse a su lado valiéndose de su estado de inconsciencia?, esa muchachita no tenia vergüenza alguna a pesar de lo tímida y retraída que se veía con esos grandes ojos agua marina, el cabello rojo alborotado y esos adorables sonrojos de vergüenza, ¡Espera que!, grito por dentro, se detuvo ante sus pensamiento, ¡Acaso dije adorable!, se reproche negando fuertemente con la cabeza, ¡No adorables no!, masajeo sus sienes estresado, ¡Mas bien engañosos!, sus mejillas le ardían un poco, frunció el ceño avergonzado, se dirigió a su ropero, lo mejor ahora seria descansar, comenzó a desnudarse, sacudió la camisa blanca que se acababa de sacar dejando ver su trabajado y levemente bronceado cuerpo, la sacudió de nuevo, el olor a pintura fresca y fresa se expandió por la habitación, reconoció de inmediato el aroma de la artista.

-Para colmo me deja su olor- se quejo lanzando la camisa al tacho de ropa sucia, ya se encargaría de eliminar todo rastro del olor de la pelirroja, porque no admitiría que le aroma de la muchacha le agradaba ya el calor se instauraria en sus mejillas y eso le asustaba.



Camino hacia su asiento al final del salón, miraba hacia a la pared como si fuera lo más interesante del mundo, no quería encontrarse con el rostro o los profundos ojos del rubio, la vergüenza de ayer aun seguía presente, no supo de donde saco el valor para molestarlo gateando hasta el, se sentó sonrojada en su sitio, sus amigos solo la observaron curiosos por las expresiones que hacía, decidió sacar su folder con hojas limpias, se dispuso a dibujar al azabache que ingresaba en ese momento con un animado Aly, hoy Mario tenia la sonrisa mas radiante que nunca, la pelirroja se pregunto el porqué, lo observo durante un largo momento y empezó a plasmar su expresión, esa era una de las cosas que le gustaba del azabache, el hecho que mostrarse como una carta abierta de emociones, aun no se preguntaba como la rubia no se daba cuenta del amor que le profesaba.

Una despampánate rubia se hizo presente en el salón, tenía una hermosa sonrisa en el rostro y sus mejillas estaban levemente coloreadas, tomo asiento en su sitio y miro hacia su derecha para sonreírle al rubio que la veía curioso por su expresión, este le devolvió una sonrisa coqueta con un leve sonrojo, un azabache frunció el ceño al ver tal escenita.

La rubia comenzó a buscar algo dentro de su maletín, de el extrajo dos libros delgados, volteo la mirada al fondo del aula buscando una cabeza roja, la encontró sumamente concentrada dibujando en su carpeta, sonrió acostumbrada era tan típico de ella, se puso de pie y se dirigió silenciosamente hacia ella, un rubio y un azabache la siguieron con la mirada, la rubia se acerco sigilosamente haciendo merito a sus habilidades gatunas, la pelirroja no la notaba estaba totalmente sumergida en su trabajo, la ojiverde tuvo que admitir que se sorprendió un poco al ver que esta estaba plasmando el rostro del chino-francés, Adrianne sospechaba algo de los sentimientos de la pelirroja para con el Dupain, ya que a veces sus reacciones eran muy obvias al encontrarse cerca de este, ese dibujo solo le confirmaba que estaba en lo cierto.

El Bourgeois miraba atento cada movimiento que daba Adrianne al acercarse a la pelirroja, esta parecía no darse cuenta de su presencia, vio su cara de concentración, era nuevo para el ver a la miedosa muchacha tan concentrada y empeñosa en lo que hacía, era algo diferente, sin darse cuenta sus labios se curvaron en una sonrisa mirando el concentrado y pacifico rostro de la de ojos agua marina, Samuel miraba atento los gestos de su compañero de carpeta y mejor amigo, no era novedad verlo concentrado en su celular o revistas de ropa y autos de lujo, pero lo novedoso de esa mirada era que no era dedicada a la misma persona de siempre, sino mas bien a la tímida compañera que siempre se sentaba al fondo del salón, a la de cabellos como el fuego, a Nathaly Kurtzberg.

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Hahaha!! con que pensaban que la portada era actualizacion de la historia?!! esta es la verdadera actualizacion, el proximo tiene dibujito de esta pareja, va a estar gracioso!! esperenlo!!

Masoquistas (Nathloe) -GB - Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora