—Déjame entender, ¿vas a volver con ese imbécil? —cuestionó abriendo sus ojos demasiado, se lo que estaba pasando por su cabeza en ese momento.
—Se lo que piensas y como te sientes, justo cuando las cosas iban mejor entre nosotros se aparece André, te entiendo. Pero también quiero que te pongas en mi lugar, Maximilian tiene el derecho de tener a su familia unida. —expliqué un poco exasperada.
Me sentía un poco confundida respecto a esta nueva decisión que había tomado, Roman me hacía muy complicado convencerme de que estaba tomando la decisión correcta.
—Jamás le importaron, Lena; ninguno de los dos. No puedo creer que estés dispuesta a estar de nuevo con ese hombre. ¿Recuerdas lo que te hizo? —replicó con la voz un poco cansada.
—Roman, Max merece conocer y formar una familia con su papá biológico; él ha cambiado. —rasqué mi cabeza como signo de mi ansiedad, eso me provocaba esa conversación.
—Creo que mas allá de la oportunidad de Max de formar una estúpida familia biológica, estás tomando esta decisión en base a lo que tu quieres y a lo que tu soñaste en algún momento. —hizo énfasis en la palabra tu—. Max ni siquiera conoce a ese hombre y no lo necesita en su vida, la que lo quiere en su vida eres tu y por eso tomas una decisión tan egoísta. Espero que tu egoísmo no le provoque a Max sufrimiento, porque es quien menos se lo merece.
Se puso de pie y sacó un par de euros, los cuales aventó en la mesa y salió de ahí sin siquiera voltear a verme. Me sentí fatal, tal vez estaba tomando la decisión equivocada.
Regresé a casa, después de haber pasado por Max al departamento de nuestra vecina. No me sorprendí de ver llegar a André, no vivía con nosotros, pero se la pasaba ahí para conocer mas a Max.
—Hola, ¿cómo les fue en su día? —cuestionó amablemente el rubio.
Se acercó a besar mis labios rápidamente y luego intentó besar la frente de Max, pero él se giró antes de que pudiera hacerlo.
Entramos sin perder mas tiempo, noté algo extraño en André pero no quise decir nada. Siempre había tenido un carácter complicado, pero nada que no se pudiera controlar.
—¿Qué hiciste hoy? —me cuestionó sin mas, tomando asiento en el sofá.
—Fui a trabajar, estamos en medio de un proyecto...
—¿Solo eso? —me interrumpió con un tono de voz extraño, me confundió un poco.
—Si. Te decía...
—¿Segura? —me volvió a interrumpir y esbozó una sonrisa falsa.
—Bueno, fui a un café con Roman. —mencioné restándole importancia, realmente no quería hablar con André sobre como había dado por terminada mi relación con el guardameta.
—¡Roman! ¿Cómo está? Lo extraño mucho. —expresó mi pequeño hijo sin poder ocultar su emoción.
—Max, ve a tu habitación. —le pidió su papá y eso hizo.
Max siempre tenía un comportamiento raro con André, casi nunca hablaba con él y al parecer no se sentía en completa confianza.
—¿Pasa algo? —cuestioné sin comprender su actitud.
—No lo se, tu dime. —replicó.
—No, no pasa nada. —respondí haciendo una mueca, nunca me habían gustado estos juegos de celos.
—¿Por qué fuiste a un café con él? —cuestionó poniéndose de pie, lo sentí como si intentara intimidarme.
—Fui a hablar con él, dejar en claro nuestra situación. Nada destacable. —respondí con ironía.
—Pudiste haberme dicho. —movió su cabeza a un lado, pero ningún momento quitó su vista de mi.
—No, no tengo porque darte explicaciones de lo que hago. —solté un bufido.
—Se supone que estamos intentando ser una familia.
—Exactamente, una familia, no una especie de agencia de espionaje. —objeté.
—Que chistosa eres, ¿te acostaste con él? —quise intentar buscar un poco de humor en su rostro, pero nada, era completamente en serio su cuestionamiento.
—¡Fuimos por un café! —protesté levantando la voz.
—¿Cómo puedo estar seguro? —se acercó a mi.
—No puedes, tendrás que vivir con la duda de si me acosté con él o no. —me di media vuelta dispuesta a salir de ahí.
—Todavía no terminamos. —me tomó de los hombros.
—¡No me toques! —respondí soltándome de su agarre.
Pero el se aferró mas a mi, jaloneándome por los brazos y luego simplemente me empujo con toda su fuerza al suelo.
No supe exactamente que fue lo que pasó, pero comencé a sentir un fuerte dolor en el vientre.
—¿Qué tienes? —preguntó preocupado, intentando acercarse.
—No te me acerques. —alcé la voz—. ¡Vete de mi casa!
El rubio salió de ahí inmediatamente, me sentí mas tranquila al no tenerlo ahí, pero el dolor iba en aumento. Tuve que llamar a la señora Scholl para que me acompañara al hospital y se quedara con Max; quien estaba sumamente asustado.
Me hicieron entrar a emergencias, el medico inmediatamente comenzó a checar que es lo que me podría estar pasando. La caída había sido fuerte, pero no como el dolor que estaba teniendo en el vientre.
No lo había notado pero no solo se trataba de un dolor abdominal, había una mancha de sangre en la zona de mi ropa interior y eso solo significaba una cosa. Mordí mis labios esperando por la desagradable noticia.
—Tuvo un aborto espontaneo. En las primeras semanas siempre hay un riesgo de perder al bebé, el estrés, preocupación y golpes aumentan la probabilidad de sufrir el aborto. —explicó el medico—. Tiene menos de seis semanas, no es necesario un legrado...
Ni siquiera sabía que estaba embarazada y me venía a enterar justo cuando había sufrido un aborto. Lo que menos necesitaba en este momento era un bebé, pero tampoco deseaba lo que acababa de pasar.
De un momento a otro no supe exactamente que era lo que estaba pasando, el medico seguía hablando y hablando, pero yo ya no escuchaba. No quería llorar, no tenía ganas de llorar; pero tampoco me sentía del todo bien.
ESTÁS LEYENDO
El novio de mamá » roman bürki
Fanfic»Cariño, yo no necesito a nadie que no seas tu. »Mami, él es perfecto y podría ser mi papi. Trailer https://www.youtube.com/watch?v=yNLfW6JOEWI