Capítulo dedicado a Andrea219 ♥
MAIA
No alcanzamos a entender qué ocurre. Sólo teníamos frente a nosotros a Perrie intentando estrangular a Chase de una manera bastante sutil y luego, de la nada, una verdad sale a la luz. Ambos son hermanos, lo que significa que...
—Richard es su padre—murmura Heather a mis espaldas, lo bastante alto y a la vez bajo como para que sólo nosotros la oigamos—. Es... más bien, el padre de ambos.
Silencio. Observo cómo, frente a mí, Perrie y Chase se observan, sin decir nada. Él lo sabía. Siempre lo supo. Y, de todas formas, la trató como a todos nosotros, como a una más, como una desconocida. Aunque, si lo piensas bien, algo los conectó desde que llegamos aquí, y es que fueron los únicos sin sangre en sus manos. Quizás no lo ocultó del todo. Quizás sólo nosotros nos negamos a intentar verlo.
—Entonces...—digo, intentando razonar en mi cabeza—, ella también vino por parte de Richard.
Oigo un suspiro a mi lado, proveniente de Zayn. Sigue sin dirigirme la palabra desde lo del hotel, y ahora que Perrie también está ligada a Chase y, por ende, a todo esto, es posible que lo haga sentirse peor. Como a todos. Pero él la defendió aquella única noche en el hotel.
Sin haberme dado cuenta, estoy apretando los puños con fuerza.
—Mi nombre... Yo...—está susurrando Perrie, pegada a la pared, sin quitar los ojos de Chase, su hermano—... soy Jade.
No tenemos idea de en dónde ha estado ni de por qué finge no haberlo sabido. En realidad, puede que lo esté recordando. Todo es demasiado confuso ahora mismo, y no puedo llegar a ninguna conclusión por más que lo intente. Porque, por más que siempre haya dudado, Perrie no...
No parecía ser consciente de lo que hacía.
El silencio vuelve a instalarse. Jade, o Perrie, o quien quiera que sea, no parece tener ganas de decir nada más, ni de hablar siquiera de lo que al parecer ahora recuerda. Sigue tocándose el cuello, como si en vez de haber intentado matar a su hermano hace unos segundos, haya intentado matarse a sí misma.
De la nada, Chase se incorpora, y se acerca a todos nosotros. Cabizbajo, sin decir nada, nos hace a un lado, pasa por el pasillo y se encierra en alguna habitación. Heather reacciona al instante, dirigiéndose a la cocina seguida por Daniel. Antes de entrar, ambos se giran y nos dedican una mirada bastante comprometedora a Zayn y a mí.
Nos dejaron solos.
Solos con Perrie.
Ella se incorpora, sin dejar de mirar sus pies, como si fuesen la cosa más interesante del mundo. Hace silencio. No parece ser consciente de que estamos justo a su lado.
Estoy a punto de darme la vuelta e irme pero, al intentar hacerlo, no puedo evitar detenerme y observar a Zayn. Él ni siquiera se inmuta, pero es obvio que sabe que lo observo. De nuevo, vuelvo a sentirme de la misma forma que antes, como si algo volviese a tirar de mí hacia él, como si sintiese, como antes, ese hilo que me une a su cuerpo. Sé que es el suero, por más que esa sensación que antes tenía de estar flotando todo el tiempo se haya esfumado.
Las cosas cambiaron, sí, y ya no me siento tan estúpida. Puede que el suero que nos hace perder la noción del tiempo en verdad se haya ido.
Maldita sea, es imposible. Sólo me siento de esta forma por el maldito ambiente, nada más, aunque no pueda aceptarlo. Dejando de observar a Zayn, comienzo a pensar en alguna forma para darme vuelta e irme sin detenerme cuando, de la nada, Perrie hace lo mismo que hizo Chase hace varios minutos. Sólo que ella, al pasar a nuestro lado, pide disculpas, antes de encerrarse en la habitación que antes era de Esther.
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Alevosía
Mystery / ThrillerHuir no significa ser libre. ¿Qué pasa a medianoche? Segunda parte de la trilogía MEDIANOCHE. Todos los derechos reservados a Annis Juliet ©