CAPÍTULO 29 | Una droga es parte de él

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Le dedico este capítulo a stop_lore porque por ella lo escribí y también porque fue la primera en comentar que Daniel no es alérgico a nada ♥


PERRIE

Observo con detenimiento la escena, escondida detrás de la pared. No hay nadie, ya que todos, a excepción de Chase, se han ido a la cocina para lo que llamaron "El Reencuentro de la otra pareja". Sin embargo, y a pesar de las insistencias, no dijeron nada más. No sé quién es ella, ni qué hace aquí, ni por qué se parece tanto a mí, ni siquiera sé por qué todo el mundo parece conocerla cuando, y es lo más loco, acaba de nacer.

No alcanzo a entender por qué Daniel se niega a soltarla, como si estuviese a punto de perderla.

Sé que les dije a todos que sabía algo de 00:00 pero la verdad es que no sé absolutamente nada. Al menos, eso creía. Los recuerdos parecen volver a mi cabeza de manera gradual. Mi padre lo creó años después de mi muerte. Mete a siete chicos durante un tiempo indeterminado y los obliga a superar pruebas a medianoche. Pruebas falsas pero a la vez reales. Si Richard considera que alguien no ha superado el reto, lo mata. Luego se supone que quienes ganaron pueden irse.

Pero es demasiado simple como para tratarse de Richard.

Estoy retrocediendo y pegando mi espalda a la pared cuando un nombre aparece en mi mente, como si fuese un cartel lleno de luces en medio de tanta oscuridad.

Victoria.

Es la chica que Daniel perdió.

Más bien, es la chica que mi padre le arrebató.

Y, de todas formas, ella, a diferencia de Aarón, parece recordar bien todo lo que hizo en el pasado, dentro de la casa. No parece querer matarlo ni tiene cuchillos guardados. Oigo su risita desde donde me encuentro a escondidas. Luego, un par de palabras que no alcanzo a descifrar por parte de Daniel. Y luego silencio.

A pesar de que no demuestre ser peligrosa, debería mantenerme alerta. No sé qué puedo esperar de un hombre capaz de matar a alguien para luego traerlo a la vida. No sé qué puedo esperar de un hombre que se venga de los adolescentes sólo porque está frustrado por haber matado a su hija. No sé qué esperar de Richard.

Lanzando un suspiro le hecho una rápida mirada a la puerta de Chase antes de acercarme a ella y tocarla varias veces, sin alertar a nadie, para luego abrirla.

Lo encuentro recostado sobre su cama con ambas manos en la nuca y la mirada perdida en el techo. No se inmuta mientras cierro la puerta, mucho menos cuando me acerco a él y me recuesto a su lado, sin atreverme a decir nada.

Pasan los segundos y ambos seguimos mirando el techo blanco. Mi presencia no parece alterarle así que el tiempo tampoco se vuelve pesado para ninguno

—Necesito respuestas, Chase—me atrevo a soltar, rompiendo el hielo.

Somnoliento, toma una bocanada de aire.

—Pues pregunta—cierra los ojos y forma una línea blanca con sus labios—, pero no prometo que vaya a gustarte.

Sin poder evitarlo, termino por girarme hacia él. Algo dentro de mí se siente diferente porque, por primera vez, no le tengo miedo. Me da igual estar recostada justo a su lado porque es mi hermano, siempre lo fue por más que no lo haya visto, y eso lo cambia todo. Ese pequeño detalle, tan insignificante que hizo falta que Richard metiera sus narices en el asunto para poder solucionarlo, por mínimo que sea, me empuja a tener cierta confianza con él. Ahora ya no tengo el presentimiento de que trama algo malo o va a hacerme daño, al contrario. Creo que incluso me siento a salvo junto a él.

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