Es un día cálido y grisáceo, en donde nuevamente estoy sentada en una carpeta, esperando que acabe la hora, observando la cara del profesor llena de decepción por no recoger una hoja para rendir un supletorio. Estoy escribiendo sobre las páginas de una canción que tenía al final de mi carpeta personal, con ganas insaciables de desahogarme. Como cualquier escrito relatando sus vivencias y abriéndose con cada palabra ,y en mi caso buscando paz. Desde que tengo memoria me es satisfactorio escribir expresar mis sentimientos y emociones en lugar de contárselo a alguien ya que odio ver, como en sus caras se refleja la pena hacía mí o la incomodidad, al no saber que decir y hasta el simple gesto aburrimiento se me hace tedioso ¿Por qué a alguien le importaría?¿Por qué me tendría que abrir a alguien enteramente desconocido?
Me gusta mi soledad, mas no pretendo que este siempre en mi vida
Admiro la paciencia de algunas personas, más no pretendo tenerla, admiro a los psicólogos que piensan que pueden averiguarlo todo, mientras que algunas veces lo ignoran y de seguro ni es de su interés, no generalizo por supuesto, hay algunos que marcan la diferencia A pesar de mi apreciación por muchas cosas eso no intuye me admire a mí.
Me decidido a por fin relatar mis vivencias, dejar la nube que me envuelve y no me permite expresarme, y tomar un respiro.
Y al querer hacerlo, empezaré por un lugar donde paso la mayor parte de mi tiempo, el colegio, Me sobran razones para querer por fin terminar esta etapa, aun así me causa temor ¿Qué haré después? ¿Me equivocaré? Y si es que seré feliz.
Aunque a esta altura de mi vida la mayoría de mis familiares pensaría que sé perfectamente que camino tomar, no es así.
Mi futuro siempre ha estado basado en culminar el colegio, ingresar a la universidad, para luego graduarme, tener un trabajo, con suerte formar una empresa y tener solvencia económica, sin embargo, esto no es fácil, y muy pocas personas lo logran.
Y ahora me encuentro aquí, sentada en un cubículo de mi salón en el tercer piso, esperando que todos acabaran el supletorio que yo no estoy rindiendo.
El dilema es el siguiente: Estoy harta
Y me ha costado mucho admitirlo, me preocupa mi futuro ¿Por qué tengo que hacer todo lo que está planeado para mí? ¿Quizá este no es mi sueño? Solo son ideas implantadas por los infortunios de mis padres.
¿Lo vale? Me pregunto si valdrá la pena, arriesgarme a ser infeliz para cumplir los sueños de otros. O tal vez sí, tal vez sea feliz y todo este bien ¿Es tan confusa mi vida? ¿Todos pasamos por esto, cuando pensamos en el futuro? O es que soy la única que se tortura así misma todos los días tratando de encontrar una respuesta que la alivie.
Mi sueño ante todo, siempre ha sido el de mudarme, vivir alejada de mi familia, sé para muchos el término familia, está relacionado con apoyo, amor y protección, pero ese no es mi caso y estaría con menos dudas sobre mi capacidad, si ellos no estuvieran presentes en mi vida
En mi interior, mi vida se reduce a un ciclo que aunque no quiera sé que terminara en muerte y porque no decirlo ¿Es cierto, no?
...
No sé que persona seré después, tengo entendido que no soy perfecta, pero basado en eso tampoco pretendo respaldar mis errores, quizá en el camino lo descubra, quizá mis ánimos crezcan y me convierta en la persona que quiero ser, pero no creo tener la capacidad.
Y eso, lo iré descubriendo en estos escritos.
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Memorias de una Adolescente
Teen FictionUn grito al silencio, y nuevamente todos los recuerdos a mí, el complot de mi vida regresando poco a poco, la paz efímera desapareciendo. La razón ya cansada de pensar en todo, me rehúsa a empezar esta gris mañana y aun así me levanto, caminando h...