Capítulo 1

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POV Christian

—¡¿ADÓNDE CREES QUE VAS?!— Grita mi padre furioso.

-Saldré por ahí...- respondo con cautela.

-Espero que ese "por ahí", no sea con esa mocosa.- gruñe.

-Debo irme.- me dirijo hacia la puerta.

-¡CHRISTIAN!- Vuelve gritar mi padre.

-¿Que quieres?- Digo con tono cansado.

-Estás advertido, no quiero que te juntes con esa zorrita.- su tono es amenazante.

Hago caso omiso y salgo, no quiero discutir con él. Salgo a la calle, y empiezo a caminar sin rumbo, sólo deambular.

-¡Christian!-Escucho que llaman, sonrío de inmediato, ya sé quién es.

-¡Anastasia!- Digo mientras me volteo.

Ella viene corriendo, hasta dónde estoy parado

-Hola, te vi desde mi casa y salí a saludarte.- me dice con inocencia.

-Hola, estás muy linda hoy.- ella se sonroja.

-¿Adonde ibas?- Pregunta.

-A dar una vuelta por ahí ¿quieres venir conmigo?- Susurro

-Si, si quiero.

Anastasia y yo empezamos a caminar.

-¿Cómo te va en la escuela?- Pregunto, para iniciar la conversación.

-Bien, sólo tengo problemas en las matemáticas.- me dice

-Si quieres, yo puedo ayudarte.- sugiero

-¿Crees que tus padres te dejen?- Dice burlona.

Mis padres me tienen prohibido a mí y mis hermanos juntarnos con Anastasia, por que según ellos, es una inmoral.

-No tendrían por que saber...- murmuro.

-Christian, no quiero que tengas problemas con tus padres, por mi culpa...- dice preocupada.

-No te preocupes, ya veré que invento.- seguimos caminando.

Anastasia y yo caminamos por las calles de Savannah.

-Ven, vamos a tomar un helado.- la invito cuando estamos parados afuera de una heladería

-Gracias.- me sonríe, y mi corazón da un brinco.

Compro dos conos, chocolate y vainilla para mí, y Ana pide pistacho con almendras.

-Eres muy diferente a tus hermanos.- murmura.

-¿Diferente para bien, o diferente para mal?

-Diferente para bien, eso creo...- me responde simpática.

-Gracias.- le respondo y sonreímos.

Mis hermanos le hacen caso a mis padres, ellos detestan a Ana. Y yo no entiendo, el hecho que Ana tenga una familia poco común no significa que sea una mala persona.

-¿Cómo está tu padre?- Pregunto y ella frunce el ceño, mientras le pasa su lengua al helado. Joder no hagas eso, mi miembro empieza despertarse.

-¿Por que me preguntas por Ray?

-Eh no... Yo sólo quiero saber. Perdón si te incomodé.- contesto nervioso

-Pues, ahí está con su nueva esposa.- contesta restandole importancia.

-¿Y tú madre?- pregunto ahora por Carla.- Perdona si te incómodo con mis preguntas...

-No es eso, tu eres el único al que le respondo, eres el único que no juzga.

-Gracias...- digo.

-Carla ahí está, con su novio.- sigue comiendo su helado.

Anastasia vive con Ray su padre quien tuvo a Ana con una prostituta, él se ha casado cómo cinco veces, sus esposas no pasan los veinte años. Por otra parte, Carla, la madre de Ana tiene uno que otro novio. Ella, el novio, Ray, Susy la esposa de Ray y Anastasia viven en una sóla casa, y eso es mal visto por la gente, sobre todo por los vecinos,y en especial mi familia, quienes son una familia muy conservadora.

Anastasia sigue comiendo su helado, pasa su lengua por sus labios. Madre mía, no puedo evitar excitarme, a pesar de tener catorce, casi quince años, es muy sexy.

-¿Por que me miras tanto?- Mierda me descubrió mirándola.

-Por que me gustas...- ¿Yo dije eso? Ay señor, no pude morder mi lengua.

Anastasia se le ilumina el rostro, y sus mejillas se tornan en un hermoso color rosa.

-Tu también me gustas.- dice, y siento que soy el hombre más feliz.

-Eh... Debemos irnos.- será mejor detenernos con nuestras confesiones.

-Si mejor...- dice avergonzada.

Cojo su mano, y regresamos; aún vamos comiendo nuestros helados.

-Gracias por el helado.- susurra Anastasia.

-Gracias por haber salido pasear conmigo.- respondo.

Nos aproximamos a la casa de Ana, y también la mía, ya que somos vecinos.

-Creo que debemos separarnos.- a regañadientes suelto su mano.

Ambos nos quedamos parado mirándonos de frente, yo observo sus carnosos labios, quisiera besarla. Ella también mira mi boca.

-¡CHRISTIAN!- Escucho que grita una voz chillona.

Me volteo, y veo a una furiosa Mia quien viene dónde estamos nosotros, detrás vienen sus amigas Lily y Susy

-¿Que crees que estás haciendo con está puta? Mamá y papá te lo tienen prohibido.- dice furiosa.

-Puta es la que lo dice...- responde Anastasia.

Mía observa con desprecio a Ana.

-Christian, nuestro padre te ha dicho claramente que no quiere que te juntes con zorras...

-¡Basta Mía! No permitiré que lastimes a Anastasia.- gruño enojado.

-Déjalo Christian, a mi no me afecta los comentarios mal intencionados de gente ignorante y descerebrada...- dice Anastasia con tono burlón

-¿A QUIEN LE DIJISTE IGNORANTE Y DESCEREBRADA?- Grita Lily roja de rabia.

-Mmm... A ustedes. Tontas.- dice Anastasia.

-¡Y tú eres una puta igual a tu madre!- la otra amiga de mi hermana también insulta a Ana.

-¡CALLENSE NIÑAS ESTÚPIDAS!- Grito, no voy a dejar que la insulten.

-¡Christian! ¿No estarás llamándome estúpida a mi, tu hermana verdad?- Dice Mía furiosa.

-Mía, tu empezaste insultarla.

-Christian no quiero que gastes tus pulmones en defenderme, a mi me importa una mierda lo que piensen los demás...- dice Anastasia con determinación.

-Mejor me voy a mi casa, adiós Christian...- Anastasia se da la vuelta y camina rumbo a su casa, me duele la forma como la tratan, ella no tiene la culpa de los errores de sus padres.

- A papá no le gustará nada saber que saliste con la zorrita.- dice mi hermana con tono de voz amenazante.

-Mía, dejame en paz ¿quieres?

Empiezo a caminar rumbo a mi casa.

-¡Christian, espera! no te enojes conmigo por culpa de la zorra esa.- grita Lily.

Me detengo, estoy furioso. Ya estoy harto que la traten de zorra.

-¡ANASTASIA NO ES NINGUNA ZORRA!- Grito dejando estupefactas a Lily Mía y la otra niña.

-¿Christian que te sucede?- La voz de Mía es temerosa.

-Estoy harto que digan que Anastasia es una zorra, por qué no lo es. Y si quieres, anda y acusame con Carrick.- le digo a Mía.

Sigo caminando, las amigas de mi hermana se quedan atónitas. Bueno que le den.

Lo único que quiero es cumplir la mayoría de edad para largarme de esta ciudad.

NUNCA TE OLVIDÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora