Capitulo 32

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POV  Anastasia

Mis padres y yo terminamos de cenar, ellos me cuentan que después de mi matrimonio se irán de luna de miel a Tahití. Parecen dos adolecentes, se ven muy enamorados, hasta envidia me dan.

- Entonces, Ana. ¿Estas muy entusiasmada con el gran día? -  Me pregunta Ray

- Si. ¡Muchísimo!- miento

- Yo seré quien te entregue a tu novio, pensé que nunca llegaría ese momento...- murmura mi padre con nostalgia

-¿Por que lo dices?

- Por que no fui un buen padre para ti, mi niña. Prácticamente te educaste solita, y que me hayas pedido que yo te lleve el día mas importante de tu vida, me haces muy feliz.-  responde Ray con tristeza.

Me pongo de pie, y me voy a sentar al lado de el.

- Eres mi padre, y te amo. No importa si fuiste un buen o mal padre, y a pesar que no siempre estuviste cuando te necesité, siempre procuraste que nada me faltara.- le doy un beso en su mejilla.

- Raymond, te toca lavar los platos.- dice mi madre, interrumpiendo

-¿Y yo por que?- Reclama Ray.

- Porque Ana cocinó, yo acabo de ir a dejar los platos y copas en el lavaplatos, y limpie la mesa, y tu no haz echo nada.- le riñe.

- Como mandé la señora.- contesta mi padre con sarcasmo, se levanta y se va a la cocina.

- Cuidado con romper mis platos.- le advierto burlona.

- Si rompe alguna cosa, tendrá que pagarlo.- murmura mi madre, y se sienta a mi lado.

Estamos en la sala de estar.

- Ahora que mandé a tu padre a la cocina, y sabemos que va a tardarse...- mi padre no es un experto lavando los platos, lo hace muy lento, -Quiero que tengamos una conversación de madre e hija.- me dice mirándome a los ojos. Azul contra azul

- Tu dirás...

- Quiero que me respondas algo.-

-Ok, dispara.

-¿Estas segura de querer casarte con Ethan?- Su pregunta, me pilla desprevenida.

- Eh...si. ¿Por qué no estarlo?

- Ana, soy tu madre, y te conozco. Se perfectamente que no estas enamorada de Ethan.- mierda, se dio cuenta.

- No sé de qué hablas.- me hago la tonta.

- Anastasia, estúpida no soy. Dime ¿Que sucede?-

- Tienes razón, no amo a Ethan.- confieso

-¿Y entonces, por que te casarás con el?- Me pregunta y frunce el ceño.

- Por que el me respeta, me quiere. Es un gran hombre...

- Eso no es suficiente. Para que un matrimonio resulte, debes amar con locura a tu prometido, debes desearlo, anhelarlo, que el día se te haga eterno al no verlo, que cuando estés con él sientas que no hay nadie más.- me dice con pasión.- No puedes casarte, con un hombre que no amas.- añade.

- No puedo hacerle eso, no quiero lastimar a Ethan, el se ha portado muy bien conmigo. No lo merece.

- Eso no es razón suficiente para casarse.- alza la voz. - No seas necia, Ana. No arruines tu vida...

- Por favor mamá, no me confundas más de lo que estoy. Ya suficiente tengo con Christian para que tu...

-¿Christian?- me interrumpe y me mira con los ojos como platos,—¿Christian, el que era nuestro vecino? ¿El hijo del medio de los Grey? ¿Ese Christian?- Mierda, yo y mi bocota

- Si, ese Christian... el único hombre que he amado, el único que me hecho sentir que, por mis venas corre sangre, ese Christian.- no puedo mas.

- No puede ser, ¿Después de tantos años, sigues amándolo con esa pasión desbordante?- 

- Es que... apareció. Vive aquí en Seattle. Yo nunca lo olvidé.

-¡¿Que?!- Casi grita.

- Baja la voz- le ordeno entre dientes.

- Pero ¿Cómo?- Dice sorprendida.

- Es una historia larga...- no quiero decirle, que fui infiel a Ethan, con Christian.

- Tenemos tiempo, por lo menos una hora más, hasta que tu padre, termine con la limpieza en la cocina.- sonrío.

Le digo todo lo sucedido con Christian, su traición, el hecho que rompió su promesa, y como revolvió mis hormonas el hecho de reencontrarlo nuevamente. No omití ningún detalle.

- Ay, mi niña... estás perdidamente enamorada de ese hombre.- me dice mi madre al terminar mi relato. Quisiera decirle que se equivoca, pero eso seria seguir mintiendo.

- Pero debo olvidarme de el, me voy a casar.- afirmo

- Mi amor, ¿Crees que casarte con Ethan, vas a olvidar a Christian?, si en siete años, no lograste olvidarlo, mucho menos casándote.- Me pregunta y a la vez me recuerda que estoy en un predicamento muy serio.

- Lo haré, y si no puedo olvidarlo, aprenderé a vivir con este amor, mientras este casada con Ethan.-

-¡Por dios, si eres terca!

-Mamá, él me traicionó. El hizo una promesa y nunca la cumplió. Lo amo, sí. Pero tenía que continuar con mi vida, y así lo he hecho. Y ni él, ni nadie van a impedirlo. No me echaré para atrás, ni para tomar impulso.

—Razona, hija...

—Ya tomé esa decisión

- Pero, Ana-

- Ya basta, se acabo esta conversación- me pongo de pie. Ella va a decir, algo peo somos interrumpido por mi padre

- Ya termine- dice.

Mi madre me fulmina con la mirada. Y niega con la cabeza.

Mi decisión esta tomada, y ya no hay marcha atrás. Di mi palabra, y no puedo retroceder.  




 

 

 

NUNCA TE OLVIDÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora