Capitulo 43

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POV KATE

Abro mis ojos, al sentir que alguien se ha sentado en el asiento al lado del mio.

- ¿La desperté?- Me pregunta un chico guapo, alto, rubio y de ojos azules

- No estaba dormida, solo había cerrado mis ojos porque me duele la cabeza- respondo

- Elliot Trevelyan,- me tiende su mano.

- Katherine Kavanagh- cojo su mano, y siento una excitante corriente eléctrica, este chico es todo un adonis.

- ¿Viaja a Seattle?- Me pregunta y sonríe mostrándome sus perfectos y blancos dientes.

- Si...¿Y tu?- Respondo, mientras trato de acordaeme en donde he escuchado el apellido Trevelyan.

- Igual-

La azafata le pide a los pasajeros que abrochen sus cinturones, porque el avión con destino a Seattle va a despegar...

El avión ya esta en el aire, y yo retomo mi conversación con el dios griego.

- ¿Eres de las vegas?

- No...vine unos dias a divertirme a esta ciudad, soy de Georgia, pero hace cuatro años que me establecí en Vancouver, hasta hace poco que fui a vivir a Seattle-

- Mi ex cuñada fue de Georgia...específicamente de Savannah...y creo que también lo fue un amigo de mi padre, el magnate Christian Grey- noto como se tensa de inmediato.

- ¿Tu padre y ese hombre son amigos?- Pregunta asombrado...- háblame de el por favor-

- ¿De mi padre?- ¿Lo conoce?

- No, de Christian Grey-

- Ah...pues, yo no lo conozco mucho, excepto cuando papa lo ha invitado a la casa, es un hombre, de apariencia fría e intimidante, pero al conocerlo te das cuenta que no es tan así-

- ¿Y está casado, tienes hijos?- Pregunta demasiado curioso. ¿Será gay, y está interesado en Christian? Que bien los escoges Kate.

- Es soltero y sin hijos...¿Por que tanto interés?

- Es solo curiosidad- me dice con una sonrisa nerviosa.

Si como no, solo curiosidad. Pudo haber encontrado una mejor excusa.

- ¿Sabes donde vive Christian Grey, o sabes donde queda el lugar donde trabaja?- Pregunta después de unos minutos en los que estuvo callado y muy pensativo.

- ¿Para que quieres saber?¿No serás algún secuestrador?- Esto ya no me está gustando.

- No es eso...solo que - vuelve callarse. - Mi nombre es Elliot Trevelyan Grey, soy el hermano mayor de Christian Trevelyan Grey- me he quedado anonadada, atónita.

-¿Son...son hermanos ?- Wow, que pequeño es el mundo.

- Si, pero hace como ocho años que no se nada de el, hasta hace poco leí en los periódicos, y supe que era el, y ahora tu, me dices que lo conoces- comenta con tristeza.

- ¿Nunca volvieron a contactarse?-

- No, el nunca nos contacto, y no lo culpo...fui un gilipollas con el- murmura - tengo ganas de verlo, de pedirle disculpa-

- Pues, si quieres te puedo llevar hasta Grey House cuando aterricemos en Seattle- me sonríe...que linda sonrisa.

- Te lo agradecería.


POV CHRISTIAN

Anastasia, suelta bruscamente mi mano.

- Ana- digo temeroso, me aterra que ella crea la mierda de Leila.

- Estoy embarazada...tengo doce semanas- repite Leila. Maldición maldición ¿Como mierda fue a pasar esto? Pensé que estaba cuidandose.

- Ana- ella niega con la cabeza, y sus ojos se llenan de lagrimas...por favor nena, no lo hagas.

- ¿Como pudiste?- Me reclama

- No es como lo piensas...yo si tuve relaciones con ella, pero no creo que yo hubiese sido el unico en la vida de Leila, ese bebé puede ser...

-¡No lo digas Christian! ¡El hijo que crece en mi vientre es tuyo!- Interrumpe Leila.

- Será mejor irme- dice Ana, pero yo le agarro su brazo para detenerla, no quiero que ella se vaya.

-¡Sueltame!- Masculla entre dientes. No nena, no me mires así. Ella me observa con rabia.

- No te vayas...la que tiene que irse es Leila- me mira con los ojos azules, enormes y hermoso, pero lleno de ira hacia mi. Su ira es como una ola que me aplasta y me destruye.

-¡Me traicionaste maldito hijo de puta!¡Te lo advertí! ¡Te advertí que no vuelvas a romper mi corazón!- Grita llorando. Me quedo sin aliento. Siento como si me hubiera dado una patada en el estomago dejándome sin aire.

- Las cosas no son así...no te traicione y los sabes - tal vez cometí el error de enredarme con Leila, pero fue antes que nos volvamos encontrar. - No me dejes- murmuro en tono de suplica, ya no puedo vivir sin ella.

- Arregla tu mierda- y se va a grandes zancadas, dejándome derrotado, con el corazón destruido. ¿La he perdido?

-¡Ana!

Trato de alcanzarla, ella no puede irse, no después de todo lo que hemos pasado.

- ¡¿Adonde vas?!- Leila agarra mi brazo.

-¡No me toques!

- ¡Y tu no me grites!¡Soy la madre de tu hijo!¿O prefieres que aborte? Porque si quieres eso, ahora mismo puedo.

- ¡Callate y no digas tantas estupideces!- Le grito para que se calle

- Taylor!- le llamo, el desde lejos ha estado viéndonos.

- Si señor-

- Lleve a Ana, a su casa- ya me imagino el dolor y decepción que mi nena debe estar sintiendo en estos momentos. Me duele causarle dolor.

- De inmediato-

Me doy la vuelta y me voy hacia el ascensor. De repente siento todo el peso de los errores que he cometido.

- ¡Espera!¿Que va a pasar con nosotros- dice Leila y llega hasta el ascensor.

- No hay nosotros...si ese bebe es mio, me haré cargo, pero solo del bebé, tu puedes hacer lo que quieras- presiono el boton y las puertas del ascensor se cierran.

Cuando llego al vestíbulo, siento un gran dolor en mi pecho. Me niego a que mi historia con Ana se acabe, no puedo permitirlo, solo le daré tiempo para asimilar toda esta mierda, pero nosotros no debemos estar separados, nos amamos. ¡No te dejaré Ana! Aunque yo tenga un hijo con otra, no dejaré de luchar por ti Anastasia.



NUNCA TE OLVIDÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora