"Pasea la vista por el mundo que te rodea y cambia lo que no te guste."
-¿Sabes? –Comencé a hablar.- Me odio, no me gusta nada de mí, solo tengo defectos, soy horrible –Solloce.
- ¿Te digo algo?... No te encuentro ningún defecto –Se encogió de hombros.
- Soy estúpida, una torpe, una tarada y cualquier otro insulto mencionado por ti y por tus amigos –Le dije.
Andy se quedo en silencio, tal vez ya no sabía que decir.
-Me tengo que ir –Me levante. Esta vez Andy no me detuvo, ni siquiera dijo algo.
[...]
-Camila, si no puedes resolver una operación algebraica ¿cómo pretendes hacer las demás ecuaciones? –Decía el profesor.
Tenía razón, no era buena en matemáticas. Estaba jodida.
-Profesor... No soy buena en esto –Dije apenada.
- No digas eso. Si estudias y pones atención a mis clases entenderás esto.
- Estudiare, lo prometo –Le dije. Asintió.
Tome mis cosas y salí del salón. Necesitaba buscar a Luciano, hace dos días no me habla.
Lo divise por el pasillo cerca de los baños hablando con una chica. Achine mis ojos para ver claramente quien era ella. Hasta que alcance a ver que se trataba de Ashley. ¿Qué hacía con ella? No es que este celosa o algo... ¡Oh, claro que lo estoy!
Pues si no me iba hablar que no me hablara, ¿Quién lo necesitaba? Yo... No. Si quería que me hablara y si no, bien.
Fui a mi casillero a meter los putos libros que aun cargaba. Debía pensar bien que haría de ahora en adelante, aparte de estudiar matemáticas...
Metí mi libro de algebra seguido del de literatura.
Sentí como alguien me empujaba de tal menara que me golpeara la cabeza con el casillero de a un lado.
-Uh, más cuidado tarada –rió.
Voltee a ver y era Juan junto a Greg. ¡Genial! Lo que me faltaba para completar la mitad de mi día.
Seguí en lo que estaba sin prestar atención a mi dolor que había causado el golpe.
-¿Podemos hablar? –Pregunto alguien detrás de mí.
Voltee a ver una vez más.
-¿Qué pasa? –Dije.
- Bueno, te di exactamente dos días para que me pidieras disculpas... –Lo interrumpí.
- ¿Disculpas de qué? –Pregunte.
- Por cómo me trataste el sábado Camila–Dijo realmente serio.
- Luciano, sé muy bien lo que dije. No necesito de nadie –Me gire a cerrar mi casillero.- DE NADIE ¿de acuerdo? –Me di la vuelta para irme de ahí pero me tomo del brazo haciendo que girase y lo mirara.
- No, tú estas ¿estúpida o qué? –Dijo duro.
- ... Piensa lo que quieras –Dije apretando los dientes.
- ¡Vamos, no seas una inmadura! –Alzo la voz.
El me estaba lastimando y con lo sentimental que soy estaba por ponerme a llorar.
-¡Soy como se me pegue la gana! –respondí.
- ¡Joder! contigo no se puede, solo piensas en ti. El problema no está a tu alrededor, está en ti misma haciéndote daño en la piel carajo –Gritó. Se veía enojado.
- ¡¿Y a ti que mierda te importa?! –Me solté bruscamente de su agarre.- Piérdete ... Piérdete pero de mi vista –lloriqueé.
Llevo sus manos a su cabello, estaba furioso lo sabía. Azoto con fuerza uno de los casilleros.
-¿Eso quieres? ¿Realmente quieres que me pierda de tu vista? –Pregunto apretando sus puños.
Yo ya me encontraba llorando, realmente no quería que me dejara de hablar.
-¡Dime carajo! –Gritó.
- No quiero... –Susurre.
Sentí sus brazos rodearme después de unos minutos de silencio.
-Regresemos a clases –Dijo separándose. Asentí.- Te veo a la salida para ir a dejarte.
- Está bien –sonreí sin mostrar dientes.
Nos despedimos y Luciano se fue a su clase mientras yo me dirigía a la mía.
-¿Puedo pasar? –Pregunte parada en la puerta del salón.
- Adelante –Dijo el profesor.
Y así mismo concluyeron las clases, en cuanto dieron el timbre de salida salí casi corriendo de ahí para ir a buscar a Luciano e irme con él.
En cuanto lo vi parado mirando a otra dirección sonreí completamente, era muy guapo.
-Hola –Le dije en cuanto llegue hasta donde él. estaba.
- Hey –Sonrió.
Me monte en su auto y así mismo Luciano condujo hasta mi casa. Extrañaba su compañía.
El trayecto del camino fue silencioso, pero no lo sentí incomodo.
El auto se detuvo enfrente de mi casa,lo mire y le sonreí.
-Gracias.
- No las des –Me sonrió.
- No te contradiré –Le dije a lo que el rió.
- Eso está bien para mí –Dijo.
*
Me encontraba lavando los trastes de mi casa, estaba sola. Y no había quien hiciera la limpieza por lo que me debía encargar yo.
Echaba de menos a mi mamá. ¿Dónde estaría? ¿Se iría lejos? Esas y más preguntas hacia mi cabeza.
La puerta de mi casa se abrió, era mi padre. Pues nadie más vivía en esta casa más que yo y él.
[...]
-Flash back-
-Y bien, ¿Quién es el que te gusta? –Pregunto.
- Espera y busco su perfil –respondí, mientras volvía a tomar el mouse y hacer lo que dije.
Después de unos segundos lo encontré.
-Mira Ashley, es él –Mostré una de sus fotos.
- ¡Dios! Esta guapísimo –Dijo mientras ella tomaba el mouse y daba click para seguir mirando sus otras fotos.
- Se llama Andy, va en el instituto –Le dije.
- ¿Cómo es que no lo había visto antes? –Pregunto. Me encogí de hombros.- Camila, enserio está muy guapo –Sonrió.
-Fin del flash back-
Ahí estaban ellos besándose, era muy triste ver esa escena. Demasiado.
Mis ojos se humedecieron, salí rápido de ese pasillo para dirigirme al baño.
Una vez estando allí me asegure de que no hubiera nadie, cerré la puerta. Busque rápidamente algo en mi bolso que me ayudara, encontré un sacapuntas, lo puse en el suelo y lo aplaste con uno de mis pies que de tal forma se hiciera añicos y solo quedara el filo.
Levante el filo y desesperadamente enrolle una de las mangas de mi suéter, me mire al espejo y pase esa cosa por mi muñeca...
-Pura mierda... Mi vida, es pura mierda... –Susurre.
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Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)
Teen Fiction¿Quieres llorar? Llora. ¿Quieres gritar? Grita. ¿Te cortaste? Bien, cada vez que mires tus marcas sabrás que fue una guerra perdida y no ganaste nada.