Capitulo 46

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  ''Tantas cosas por hacer y solo pienso en cortarme y en imaginar mi muerte''.

Ni tristeza, ni alegría. Simplemente ya no sentía nada. Estaba vacía.

– ¿Regresarás al instituto? –Pregunto Andy a la chica.

Habían pasado ya dos días de que su madre se había ido o más bien, que su padre la había corrido.
Andy la visito esos días después de haberse enterado por boca de Luciano.
Luciano por otro lado había estado al pendiente de ella, al menos trataría de recuperar su amistad por más que ella lo mandara al demonio.

–Mi papá me ha obligado –Masculló.

– ¿Por qué no quieres volver por tu voluntad?

Ella suspiró y dejo que el silencio los invadiera unos segundos.

–Porque me da miedo –Pauso. –Ellos me dan miedo –Agregó.

–No te lastimaran, estaré para ti Camila–Prometió.

–Eso es absurdo, ¿sabes? –le dijo. –Siempre tratan de "protegerme" o aseguran que todo estará bien, pero simplemente empeora.

–Quítate las malas ideas de tu cabeza, eso no está bien –Dijo Andy, con su voz totalmente firme.


Ella se levanto de la cama y lo miro fulminante.

–Tú no entiendes –Exclamo enfadada.

Él se levanto igual y se acercó a ella, coloco sus manos sobre sus hombros y la miro directo a los ojos. Esos ojos que se tornaban en completa tristeza.

–Eres fuerte –Murmuró.

Los ojos de Camila comenzaban a ponerse llorosos, no quería llorar. No ahora.

Andy la atrajo a ella, de tal manera que la cabeza de Andy quedara en su pecho.

–Llora si quieres hacerlo –Le susurró.

Y no aguanto más, pues de un segundo a otro se encontraba derramando lágrimas, ocasionando mojar la camisa de Andy, quien no le importaba en lo mas mínimo.

Apretaba sus ojos aferrándose más a él. Quería olvidar por un momento toda esa mierda, quitarse esas ideas de su cabeza. Quería que todo fuera fácil, quería mantenerse fuerte y no caer.
Extrañaba los buenos tiempos.
Extrañaba su infancia.
Extrañaba ser feliz.
Extrañaba ser la persona que solía ser.


–Te odio –Murmuró Camila sin aun soltarlo.

A Andy le había dolido escuchar eso, aunque la verdad estaba en toda la razón odiarlo.
El la abrazo más fuerte y hundió su nariz en su cabello.


–Eres la persona que más odio después de mí –Y lo dijo sin saber que esas palabras fueron las que más le dolieron.

Andy quería que se callara, no quería escucharla decir cuánto lo odiaba.
Ya sabía que tenía culpa, sabia el daño que le había hecho, y se arrepentía. Pero de nada servía arrepentirse ahora.

Rogaba en su mente porque ella se callará

 [...]


Después de unos minutos ella se comenzó a separar de él.
Lo miro detenidamente, pudo notar los ojos de Andy rojos y llorosos. Sí, le había dolido.
Se estaba lamentando por todo esto.

–Sé que pedir perdón no cambiara el dolor que sientes –Absorbió su nariz. –Pero como lo lamento Camila, lo lamento enserio... Y créeme, si pudiera regresar el tiempo lo haría.


–Cállate –pidió.

Él hizo caso omiso. –Hace un momento pedía lo mismo –sonrió a medias.

–Te odio –susurró bajito y agacho la cara para no ver la expresión de Andy.

Se quedaron en silencio unos minutos.

Andy soltó un suspiró y la miró. – ¿En qué piensas? –Le preguntó.


–En que me decepciono a mi misma cada vez más –Murmuró.

–Yo estoy orgulloso de ti –Le dijo.

Ella levantó la vista hacia él.

–Sigues viva, ¿te das cuenta de eso? –negó. –Te has tratado de suicidar y sin embargo no lo haces, eres fuerte y me siento orgulloso de eso.

–Soy cobarde, eso es diferente –explicó.

–Serías una cobarde si lo hubieras hecho por no seguir luchando –dijo Andy.

Ya no sabía que decir, pues el tenía razón. Pero ella no quería aceptarlo

 [...] Ella huía de sus pensamientos, quería no cometer los mismo errores de siempre y hacer que las personas se sintieran orgullosas de ella.


Su continua sonrisa fingida, su mirada triste y sus ojos rojos se mantenían.
Andy no dejaría que sus esperanzas se fueran por la borda. No si él seguía ahí para ella.

{...}
Nada mal, pero tampoco nada bien. Cansada de todo y cansada de nada.

Su padre llamo a la puerta por quinta vez, iba la sexta cuando ella respondió:

– ¡Que ya voy! –exclamo frustrada.

Se levantó para ducharse y vestirse. Lista para el instituto, pues después de algunas semanas iba a asistir.

Luego de estar lista bajo sin saludar a su padre, quien ya estaba por salir para irse a trabajar.
Salió minutos después de que su padre ya se había ido

 [...]


Suspiró antes de atravesar la puerta del instituto, con cierto miedo al toparse con Greg.
Se dio ánimos a ella misma que este día no estaría tan mal, «Vamos Camila, no tengas miedo y ya entra de una buena vez»; pensó.

Pero para su muy mala suerte al primer pasillo que daba hacia su casillero estaba Greg junto a otros chicos, quienes reían. Al verla todos dejaron de reír, inclusivo Greg quien ahora tenía el seño fruncido.

Se acercó a ella dejando atrás a sus amigos. Camila apretó fuerte los puños, comenzó a sudar de los nervios y la mirada la dirigía a Greg.


–Pensé que habías muerto –le dijo en cuanto estuvo solo a unos centímetros de su cara, que hasta podía sentir su respiración.

–Es lo que más quisiera –contesto la chica insegura de sus palabras.

Greg era demasiado lento para entender lo que ella había dicho, pues no sabía si se burlaba o lo decía enserio.

–Todos queremos eso –corrigió.

Pero en realidad no lo decía enserio, él no dejaría que ella se burlara de él.
Aunque lo que había dicho Camila era tan cierto.



Agacho la cara y no dijo nada. Esperando a que Greg prosiguiera.

–Oh, vamos Greg déjala en paz –Se escucho la voz de Andy amenazadora.


Desde ese entonces Greg debía tomar en cuenta que no podría acercarse más a ella.

No porque Andy se había prometido estar para ella. Y no importaba si las consecuencias eran enamorarse.
Le haría ver lo hermosa que era la vida y que las personas no eran un motivo de inspiración.

Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora