Capitulo 32

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"Si escuchar sus problemas te parece difícil, ahora imagina vivirlos".

- Mi papá está en la cárcel –Soltó inundando sus ojos de lagrimas.
- ¿Qué?
- Necesito un abrazo –Rompió en llanto.
Lo abracé fuerte, me sentía tan mal por él.
Después de unos minutos se aparto un poco de mi para mirarme.

-Ayer mi mamá quedo inconsciente por un fuerte golpe en la cabeza –Explico.
- ¿Y, como esta ella? –Pregunte.
- Bien, solo le tuvieron que poner algunos puntos –Limpió sus lagrimas con su camisa.- Ella fue a denunciarlo hoy en la mañana
- Es lo mejor, Lucas–Alenté.
- Es que es mi papá, Camila–replicó.- ¿Sabes lo duro que será mirarlo en la cárcel? Tal vez, ni lo vea. Él no es malo. Es mi padre.
- Pero ella sufrió –Dije.
Guardo silencio. Agacho la cara, realmente estaba triste. A mí tampoco me gustaría ver a mi padre en la cárcel.

-Todo estará bien –Murmuré.
Me miro con los ojos cristalinos.
- ¿Lo prometes? –Musito.
-Te lo juro –Asintió y sentí sus brazos rodearme.

Estuve un rato alentando a Lucas para que se sintiera mejor hasta que dio la noche y tenía que ir a ver a su mamá. Mis padres aun no llegaban por lo que decidí hacerme algo de comer, cena más bien.
Dieron las 10p.m. y aun no llegaban. Minutos después se escucho la puerta abrirse dejando ver a mi papá, borracho.

Me miro y luego cerró la puerta, para después acercarse a mí.

-¿Dónde está tu mamá? –Pregunto.
- Estoy bien papá, gracias por preguntar –Susurré.
- ¿Qué dijiste?
- No ha venido –respondí.
- De seguro a de estar revolcándose con su amante –Gruño.- ¿Sabes algo cierto? –Alzo la voz.
Negué temiendo a que fuera a golpearme.
-¡No la cubras más Camila!–Gritó.
- Te juro que no sé donde está –Prometí a punto de llorar.

Pasó al lado de mi furioso y se dirigió a arriba, después de unos segundos se escucho la puerta de su habitación cerrarse con furia.

Subí a mi habitación y me tire a la cama a llorar, como todas las noches.

*
La alarma comenzó a sonar en anuncio que ya eran las 6:00a.m. Me levante, sentí mis ojos pesados y hinchados.

Me vestí y una vez terminado baje a la cocina, encontré a mi mamá preparando desayuno.

-¿Vino borracho? –Pregunto.
Asentí.- ¿Dónde estabas?
-Traté de venir lo más tarde posible para no verlo. Me marcó diciendo puras tonterías –Explicó.

Ya no dije más, avise que me iba y salí rumbo al instituto.

*
Cuando llegué el primero que se me acerco fue Louis.

-Hey –Habló.
Paré de caminar para ponerle atención.
-Hola –Dije.
- Ayer no te vi, ¿viniste? –pregunto.
- Sí. Solo tuve que irme temprano –Conteste.
- Oh, bueno solo quería decirte que mi mamá ha llegado a vernos y Carolina está feliz por eso –Comento sonriendo.
- Eso me da gusto, Juan–Sonreí.- Espero ver pronto a Carolina–Asintió.
- A ella le daría gusto
- Si, eso espero –Dije.
- Bueno, te veo luego –Se despidió.
Asentí, mientras lo veía alejarse para luego continuar caminando para llegar a mi casillero.

Las primeras clases pasaron rápido, hasta dar el toque en anuncio a receso.

-¡Puta! –Gritaron.
Pude reconocer esa voz, era de Holly. Voltee a verla y se estaba riendo, gire de nuevo mi cara y seguí caminando.

Narra Andy:

Llegue al instituto demasiado tarde, con el cabello todo alborotado y mi uniforme arrugado. No había dormido muy bien anoche, esto era absurdo, la culpa me estaba comiendo vivo.

Necesitaba más información sobre ella, él único que podría decirme era Luciano. Él era su amigo.

Llegue a mitad de receso y me dispuse a buscarlo. Lo divise a lo lejos hablando con mi novia, supongo que sigue siendo mi novia. ¿Qué mierda hacia hablando con Luciano?

Me acerque y ambos posaron su vista en mí. No voltee a ver a Ashley y solo mire serio a Luciano.

-¿Podemos hablar, un momento? –Pregunte controlando mi ira de golpearlo por estar hablando con Ash.
Sentí como Ashley se ponía de pie y se alejaba, ni siquiera me limite a verla, estaba muy enojado.

-Dime –Habló El.
-Bueno... Es sobre tu amiga –Frunció el seño.- Camila.
- ¿Qué hay con ella? –Pregunto.
- ¿Tiene problemas? –Continúe.
- ¿De qué hablas?
- Tu amiga se corta Luciano, ¿sabes algo sobre eso? –Solté de una vez.
El se tensó y se puso de pie.
-¿Como mierda sabes eso? –Pregunto.
- Ayer la vi en el baño, yo solo iba a ponerme un poco de agua en el cabello y ella paso corriendo y se encerró, cuando entre estaba tirada y sangrando, Luciano ella tiene marcadas las muñecas –Explique agitado.
- Eso no te incumbe –Espeto enojado.
- ¿No la estas ayudando? Ella puede matarse o algo –Me alteré.- Luciano, ella necesita ayuda
El apretó los puños.
-No te importa su vida Andy, no te metas con ella –Amenazó.

Salió de ahí sin decir más.

¿Qué haría ahora? Estaba jodidamente mal. ¿Acaso no quería ayudarla? Necesitaba de Juan, ahora.

Narra Camila:

Después de ir por un jugo a la cafetería fui a las bancas que dejaban a la vista el campo de beisbol, vacio.

Alguien se paro enfrente de mi impidiéndome la vista del campo vacio, subí mi vista y me encontré con la cara de Luciano.

-Vas a parar ya –Dijo duro.
Lo mire confundida.
-¿Ah? –Articule.
- Que pares, maldita sea –Gruño.
Me asuste por un momento.
-Para de cortarte, para ya –Suplico.- ¿Querías llamar la atención de Andy acaso? ¿Eso querías, no? ¡Andy en tu maldita vida te hará caso! ¡¿Podrías entender eso?! Jamás le gustarás Camila –Gritó.


Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora