Capitulo 47 [Parte I]

2.4K 146 4
                                    


  "Quiero un futuro alejado del miedo y del daño que hace la gente."

Él tomo su delicada mano con cierto miedo al rechazo. La miró con media sonrisa y ella desconcentrada se la devolvió.

– ¿Está bien....? –Le pregunto. Pues no quería tenerla incomoda, pero Andy realmente quería hacer eso.

Asintió. –Sí.
De alguna manera ella sentía paz al hacer contacto físico con Andy.

Continuaron caminando hacia la primera clase.
Andy trataba de brindarle su confianza y a como diera lugar que ella hiciera lo mismo. Pero le estaba costando demasiado que ella accediera, tenía en cuenta que no sería fácil y por eso seguía ahí, para ella [...]



Besó su frente y le susurró un "te veo en un rato" para luego continuar a su salón correspondiente [...]

Ella observaba a la profesara, exactamente deteniendo su mirada en sus labios. No estaba prestando la más mínima atención a lo que explicaba


–Camila–Le llamo.

Ella se sobresalto en cuanto escucho su nombre. – ¿Eh? –Titubeo.

– ¿Te pasa algo? –pregunto. –Te veo distraída y claro está que no estás poniendo atención ¿quieres acompañarme a la dirección? –continuo.


Negó. –Lo siento.

La profesora asintió y continúo su clase. Camila trataba de poner un poco de atención, pues no quería ir a dar a la dirección.

Después de unos treinta minutos más el timbre sonó en anuncio a la siguiente clase.
La profesora salió seguida de alumnos de dicho salón. comenzó a meter su libreta y lapiceros que tenía en su pupitre, lo hacia lo más lento que podía sin restarle importancia.

Sintió la presencia de una persona al frente de ella por lo que levanto su cabeza para ver de quien se trataba.

–Vaya –Musito la chica de enfrente, acomodo su cabello y la miro con cierta burla.

– ¿Qué quieres, Holly? –dijo Camila firme.

–Para ser sincera, nada –le dijo. –Me gusta molestarte, eso es todo –agregó.

Camila acomodo su bolso en su hombro y se levanto quedando frente a frente con Holly.

–Púdrete imbécil –Le susurró y salió de ahí.

Estaba harta de ser la burla de todos.
Maldita sea Holly.
Maldito sea Greg.
Maldita sea Andy.
Maldita sean sus padres.
Maldita sean los profesores.
Maldita sea el instituto.
Maldita sea ella.
Maldita sean todos.

Camino hacia el campo, donde suponía que estaría vacio. Pero se había equivocado pues los del equipo de futbol americano estaban entrenando.
Regresó por donde vino y al dar la vuelta hacia el pasillo que daban los baños se topo con Juan, a quien no quería ver ni en pintura.

Al darse la vuelta él la llamo:

– ¡Camila, espera! –Gritó.

Ella no volteo y siguió caminando, segundos después sintió una mano sostenerla del brazo.

–Por favor –suplico Juan.

– ¿Qué quieres? –dijo ella de mala gana.

–Que me escuches, solo eso –pidió.

Respiro hondo y le hizo una seña para que la soltara. El entendió y lo hizo procurando que no fuera a escapar.

–Lo siento –murmuró él chico. Guardo silencio unos segundos. –Diablos, soy un idiota

–Creí en ti Juan, y me decepcionaste como todos –interrumpió.

–Es que tampoco puedo conmigo –exclamo. –Mi mamá se llevo a Carolina con ella, ahora viven en otro país ¿sabes lo difícil que es para mí? Me acostumbre y ella solo se la llevo –Su voz cada vez tomaba un tono quebrantado. –Lo siento.


– ¿Se fue? –preguntó. –No, discúlpame. Soy tan egoísta –Negó con la cabeza.
Se sentía tan patética, pues no tenía en cuenta que los demás también tenían sus problemas personales.
Y sí, estaba siendo egoísta.

–Me iré en cuanto termine acá –dijo.

– ¿Qué? ¿Tú también?

Juan asintió. Ella se acerco y de un impulso lo abrazo muy fuerte. El chico correspondió el abrazo.

Estaba dejando su orgullo atrás, no podía seguir así. Juan también tenía sus problemas y tenía que estar consciente de que no todos estarían para ella.


La envolvió en sus brazos mostrándole el cariño que sentía por ella.
Sí, se equivoco al principio.
Sí, cometió errores.
Pero todos solemos equivocarnos y todos cometemos errores. Y lo mejor es reconocerlos.

La chica torpe como solía llamarla se volvió importante en su vida. ¿Como podía ser tan cierto esto?
Pues tenía a una hermana pequeña y no le gustaría que fuera posible que en un lugar lejano pasara lo mismo con ella

 [...]



–Te estaba buscando –dijo el chico llegando hasta ellos.

Quienes ahora estaban sentados en el piso platicando, sobre que había pasado en estas semanas.

– ¿A mí? –respondieron al unisonó.

–A ti –apunto hacia Camila.

Juan miro a Andy con una cara picara y volvió la vista a la chica, quien sonreía abiertamente.

–Así que, ¿te saltaste esta parte?

Camila lo miro confundida a lo igual que Andy, eran tan tontos para no entenderlos o demasiado idiotas para hacerse los que no sabían.

– ¿Qué parte? –pregunto Andy.

–Nada, Andy–contesto Juan, mientras se levantaba luego extendió la mano hacia Camila pero ella negó, ya que quería seguir sentada ahí.

–Aquí estoy bien –le dijo.

–Bueno, yo tengo que ir a clases ¿te veo luego? –asintió.

Juan se fue de ahí dejando solos a Andy y a Camila . Quienes no decían palabra alguna, pero no era incomodo.

Andy tomo lugar al lado de ella, donde minutos antes se encontraba Juan.

– ¿Estás bien? –le pregunto.

– ¿Yo? Siempre estoy bien, nunca me pasa nada –dijo incrédula.

Él chico rió por lo bajo, llevo la vista a sus manos entrelazadas la recorrió hasta llegar a sus ojos, quienes lo miraban.

– ¿Qué? –le dijo ella.

– ¿Quieres salir hoy? –le pregunto.

– ¿Salir.... –pauso. – ¿Como en una cita? –Arqueo una ceja.

– ¿Quieres que sea una cita?

–Bueno, si es contigo no quiero que sea una cita –respondió dudando de sus palabras.

Pero por dentro la chica tenía esa sensación de emoción, esa sensación llamada "mariposas en el estomago".

–Oh, claro si así lo deseas –dijo Andy un poco decepcionado.


–Cita... –Susurró para sí misma.

Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora