Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)

Capitulo 24

"No llores, no eres la única persona que ha tenido un mal día"

-Diablos, diablos, diablos –Decía mientras corría al baño del instituto. Estaba llorando.
- Hey –Me detuvo antes de que pudiera entrar.
- Déjame –Intente zafarme, pero fue imposible.
- ¿Qué pasa? –pregunto.
- Quiero irme de acá Luciano–Lo abrase.
- ¿Por qué?

-Flash Back-
-Deja de mirarlo tanto –Dijo.
Di un pequeño salto del susto, me gire a ver y era Ashley que me había pillado observando a Andy.
-Deja de mirar a mi novio, ¿de acuerdo? –Asentí.
Ella se alejo de ahí para ir con Andy, abrazarlo y darle besos por todos lados.
Con lágrimas en los ojos a punto de llorar observe la escena.
Salí inmediatamente de ahí.
-Fin del flash back-

-Quiero irme a casa –Le dije llorando en su hombro.
- Vamos –Me tomo de la mano.

Salimos del instituto sin que nadie se diera cuenta ya que nos estábamos fugando en horas de clases.
Tomamos el autobús y en minutos llegamos a la parada de donde quedaba algunos metros mi casa.

Mis papás, seguro no estaban en casa ya que trabajaban y yo siempre tenía que llevar llave.

Entramos a mi casa y avente por un lado mi bolso seguida de Luciano. En el trayecto del camino venia llorando silenciosamente.

Subí rápido habitación para luego tirarme a la cama sin sentir alguna pena de que Luciano presenciara esto.

-No entiendo –Menciono.
Me acomode en la cama para girar a verlo. Estaba recargado en la puerta de mi habitación con las manos en sus bolsillos.
Lo mire no entendiendo lo que dijo, mis mejillas estaban empapadas.
-Él te ignora cada vez que quiere, hace contigo lo que quiere, hace que te odies, te hace sentir una completa idiota y hace de tu vida un caos de pura mierda –Se acerco un poco.- ¿Eso es lo que quieres para el resto de tu vida? –me limite a observarlo comprendiendo lo que salía de sus labios.
- Diablos Camila,mereces alguien mucho mejor –Agache la cara.
Más lágrimas se acumulaban, El tenía razón. No merecería estar así por él.

Y en ese momento flashes pasaron por mi cabeza, todas las veces que he sido ignorada, humillada, sintiéndome una idiota que no vale nada... Solo por él.

-Te he visto derramando lagrimas por alguien que realmente no vale la pena –Se sentó en la orilla de la cama.- Deja de hacerlo –pidió y apunto a mis brazos.
Lo mire con mi vista nublada gracias a las lágrimas que seguían.
-... Más personas también hacen que me sienta así –Absorbí mis mocos.
- Tan siquiera no sé, ¿podrías intentar dejar de hacerlo? –Pregunto.
- Es mi vida –respondí.
- ¿Soy una de esas personas, no?
Asentí.- Luciano, creo que hasta ahora eres mi única familia y me haces sentir una mierda más que Andy.
-Lo siento –Dijo cabizbaja.
- Está bien –Le dije.
- No quiero hacerte sentir mal –Me miro.- Perdóname, por favor
- No te preocupes –Le dije.
Sentí sus brazos rodearme, a lo que correspondí.
-Te quiero –Susurro.
Me estremecí ante eso.
Solloce.- Yo también
Se separo lentamente y me miro.
-Ya no llores, por favor –pidió. Asentí.


Después de que Luciano se fue entre a la ducha desesperadamente con una navaja en la mano, comencé a desvestirme hasta lograr quedar en ropa interior, esta vez iba cortar mis piernas.

La sangre caía al piso y se resbalaba por mis piernas.

No podía con esto, me sentía vacía por dentro. No sentía que alguien me quisiera de verdad, no, nadie lo hace de verdad.


*

-Te buscan –Aviso mi mamá del otro lado de la puerta.
- Voy –Me levante de la cama.

Salí de mi habitación para luego bajar las escaleras e ir a la puerta principal donde se encontraba Lucas con la cabeza agachada.

-Hey –Le hable
Me miro.- Hey
-¿Quieres pasar? –pregunte.
Negó.- No, ¿puedes salir?
-Sí, espera le avisare a mi mamá –Asintió.

Regrese adentro en busca de mi mamá, cuando la encontré le avise que saldría por un helado, era mentira pero poniendo excusas me dejaba salir. Solo había pronunciado un "No te quiero muy tarde porque iré a buscarte y te regresare a casa del pelo".

-Vamos –Le dije a Lucas quien seguía ahí.

Caminamos sin rumbo alguno en silencio, él no hablaba pero podía escuchar como lloraba en silencio. Obviamente algo le pasaba.

-¿Qué pasa Lucas? –Le pregunte.
- Quería verte –Volteo a verme.
Tenía lágrimas en sus ojos, se miraba tierno.
-No mientas –Fruncí el seño.- ¿Qué pasa?
Rió sin ánimo.- Mi papá le ha pegado de nuevo a mi mamá y no quería estar en casa –respondió.
-No te molestes si digo esto, pero tu padre es un maldito desgraciado
- Lo sé, y no me molesta, en realidad lo es –Dijo.
- ¿Por qué no lo deja? –pregunte.
- Le he dicho eso muchas veces, ella simplemente me dice que no lo hace solo por mi –Agacho la cara.- Me siento culpable
- No tienes la culpa de nada. Tal vez solo no quiere que te quedes sin padre –Me encogí de hombros.
- Es mi padre y lo quiero, eso es obvio pero... Ella también es mi madre y está sufriendo, duele más verla así
- Ella solo quiere ver que tengas una familia
- Pero es que no me siento feliz así –Me miro.- ¡La golpea! Diablos, golpearía a mi padre sino fuera mi padre –Gruño.
- Pero lo es...
- Y por eso no hago nada
- Lo siento Lucas–Hice una mueca.
- No, no te preocupes –Suspiro.- ¿Tu como vas?
- ... Mal, este día ha sido malo como los anteriores –conteste.
- ¿Se te ocurre algo?
- Desaparecer...