"Prohibido rendirse. Respira hondo, y sigue".
-¿Cómo has estado? –pregunto.
- Bien, supongo –conteste mirando a un punto fijo.
- ¿Quieres hablar de ello? –Negué.
- No, realmente prefiero no hablar de ello –respondí.
- ¿Por qué no le dices lo que sientes? –pregunto.
Lo mire confundida.- ¿Qué?
-Lo que realmente sientes
Me eche a reír.- Él no siente lo mismo, Juan.
-¿Qué es lo que tienes ahí? –poso su mirada en uno de mis brazos.
Volví mi vista a donde este miraba. El suéter se había levantado un poco por lo se alcanzaba a ver un poco mis cicatrices.
-¿Vez esas marcas? –Asintió.- Bueno, pues me gustan los gatos.
Me miro extrañado.- ¿tienes alguno en casa? –pregunto.
-Sí –mentí.
- ¿Como se llama? –pregunto.
- Ehm... Duke –respondí.
- Podría verlo algún día –Sugirió con una sonrisa. Suspire aliviada
- Seguro...
[...]
-Estúpida –Me empujo.
Reí por lo bajo.- ¿De qué te ríes idiota? –Me empujo una vez más.- ¿Crees que puedes dejarme hablando sola? –pregunto.
-Déjenla –Me sorprendí al ver quien había dicho eso. A lo igual que Holly y la otra chica.
- ¿Por qué habríamos de dejarla? –Pregunto Holly.
- No sé si estas sorda o que –contesto.
- No pienses en darme órdenes –Amenazo.
- ¡Oh, mierda! –Dijo el chico furioso que intento irse encima de ella, pero la otra chica lo detuvo haciendo que este midiera sus actos.
- Tranquilízate –Le dijo la chica desesperada al ver su reacción.
- Joder –Se soltó del agarre.
Me quede paralizada al ver como Juan Pablo había reaccionado ante la escena.
-solo era una broma –Dijo la chica quien realmente se había asustado.
- No, no es una simple broma ¿vale? –Le dijo el chico.
- ¡Cálmate idiota! –Le grito Holly.
- Ven a calmarme pendeja –Contesto Juan.
Realmente no sé si de verdad quería golpear a Holly pero de verdad se miraba furioso. Lo único que impedía cortar la distancia para llegar a Holly era la chica que estaba enfrente de él.
-¿Qué pasa? –Llego Greg.
- Esa puta es lo que me pasa –contesto mirando a Holly.
- ¿No pretendes pegarle, cierto? –pregunto su amigo.
- Eso intento, pero esta no se mueve –Se dirigió a la amiga de Holly.
- ¿Qué mierda te pasa Juan? –Dijo Greg exaltado.- ¿Pretendes pegarle a una chica?
- No me vengas con idioteces cuando sabes que has agredido a una chica físicamente –Dijo.Ok eso era para mí
- Tú también lo has hecho –Defendió Greg.
- Entonces ya no hay problema –Dijo.
-Vámonos Kate, deja a este probé imbécil –Dijo Holly mirando a Luciano en forma despreciable.
- Vete al demonio –Le gritó.
Kate se alejo sin despegarle la vista a Juan, realmente se había asustado ante la reacción y se fue del pasillo junto con Holly dejando este con Juan y Greg que solo miraba paralizada sin articular palabra alguna.
-¿Ya? –pregunto Greg a su amigo para ver si ya se había tranquilizado. Que para estas alturas ya lo sostenía de ambos hombros.
El asintió.- Suéltame –pidió. Greg despego sus manos de sus hombros y me volteo a ver.
-Esto es lo que provocas –me dijo.
- Y si no te vas tu también a ti si te parto la cara de una –Amenazo .
- Ya tranquilo –Dijo Greg levantando sus manos sin bronca. Segundos después este también se retiro.
- ¿Estás bien? –Me pregunto.
- ... Gracias –respondí cabizbaja. – No quiero traerte problemas con tus amigos, no me importa porque lo hagas –Lo mire.
Rió por lo bajo.- Sí, no importa porque lo haga –Se dio la vuelta para también irse, pero antes de doblar se giro de nuevo a verme.
-Y por si te interesa, mi hermana ya está en casa y bien –sonrió.
Asentí.- Me alegra.
*
Terminaron las clases y salí para ir directamente a casa. En el resto del día no me tope a Luciano.
Tome el autobús que me dejaba una esquina antes de mi casa, no había muchas personas en este, solo una anciana, una señora y un pequeño niño de unos 3 años, una chica vestida de negro y con un montón de piercings.
Baje en cuanto llego a la parada, me aproxime a mi casa que solo quedaba a unos metros.
Saque las llaves de mi bolso y las introduje para abrir la puerta y entrar.
Cerré y camine hacia las escaleras para ir a mi habitación pero antes de subir escuche pequeños ruidos provenientes de la cocina.
Dudaba que fuera mi papá, se suponía que debía estar en su trabajo.
Me dirigí a la cocina cuidadosamente sin hacer ruido. Observe desde la puerta de la cocina a la mujer que estaba lavando trastes.
Mis ojos se empezaban a nublar, ella estaba ahí.
Se giró a verme, suponía que se sentía observada.
Sonrió.- Hola.
-¿Hola? –La imite pero en forma de pregunta.
Se acerco rápidamente para darme un abrazo maternal.
Estuvimos así por varios minutos hasta que decidí alejarme un poco para mirarla.
-¿Qué haces acá? –Pregunte limpiando mis lágrimas con una de mis manos.
- Vine a verte –respondió con nostalgia.
- Papá va a matarte si te ve –Le dije.
- No te preocupes, él sabe que estoy acá –Dijo.
Me sorprendí por eso, ¿mi papá lo sabía?
-¿Qué?
- No me fui lejos por ti. Tu papá me vio y no quería hacer más grande esto, solo por ti. He vuelto y me he disculpado con tu padre en la mañana –respondió.
- Lo matara –Dije hablando de su 'novio' o ex.
- No, él si se ha ido. Terminamos porque no quería que le pasara algo y con tu padre pues... Estoy bien.
- Te extrañe –La abrase.
- Créeme que yo más, hija –correspondió al abrazo.
Se separo.- Ve a cambiarte y bajas a comer.
-Bueno –respondí asintiendo.
Subí rápido las escaleras dirigiéndome a mi habitación.
[...]
-¡Vaya! Hasta que dejas verte –Dijo.
- Lo siento Lucas, lo siento –Dije apenada.- Mi mamá ha vuelto –conté.
- ¿Enserio? –Sonrió.- ¿todo marcha bien, entonces?
- Supongo –Torcí la boca.- Apenas llego ayer –respondí.
- Oh, ya veo ¿Y, tu padre?
- Bueno, él sigue igual pero con mi mamá al parecer bien –comente.
- Eso está bien
- Sí, ¿Y tu como vas? –pregunte.
- Bueno pues... Igual –suspiro.- Todo sigue igual.
Sabía que se refería a la violencia que recibía su madre. Hace dos semanas no veía a Lucas por la escuela y las tareas que suponía que hacía. Lo único bueno era que hoy era sábado y descansaría.
-Todo estará bien –Anime.
- Realmente espero eso Camila.
- Tu tranquilo
- Gracias –sonrió a medias.
La mañana de mi sábado la pase con Lucas, como siempre ese chico me hacía reír. No sabía cómo le hacía para hacer esto, me refiero a que me imagino que le ha de afectar lo de sus padres y simplemente lo vez con una sonrisa en sus rostro aunque por dentro se está derrumbando.
-Me gusta pasarla contigo –Dijo.
Me había ofrecido ir a dejarme a la puerta de mi casa para saber donde vivía y eso; acepte, claro.
-Yo igual, es divertido –conteste.
- Bueno, tengo que ir a casa. Espero verte más seguido –se despidió.
- Seguro –Le sonreí.
- Y espero que andes mejor con eso –Señalo mis brazos.
*
Eran las 4:37 p.m. seguía el día sábado. Mis padres no estaban. Mi papá trabajaba de lunes a sábado y mi mamá había salido a no sé dónde.
Era un buen momento para ir a visitar a la hermana de Juan Pablo.
*
Toque el timbre solo una vez, después de unos tres segundos hice lo mismo hasta que abrieron la puerta.
-Camila –Dijo algo sorprendido. Pues claro, no esperaba que viniera.
- Hola –sonreí sin mostrar dientes.
- Pasa –Se hizo a un lado para que entrara a su casa. Entre.
Espere a que el tomara la delantera para dirigirme al living donde se encontraba la niña jugando barbies en uno de los sofás.
-Carolina–La llamo Louis haciendo que esta me mirara a mi.- Te quiero presentar a alguien –Le dijo tierno.
La pequeña seguía mirando como con cara de "¿Y esta quién es?" Dejo de jugar por un momento.
-¿Ella es tu novia? –Le pregunto casi en susurro a su hermano, pero que alcance a escuchar.
Instantáneamente me sonroje por lo dicho. Juan rió.
-No –Negó.
- ¿Es tu amiga? –pregunto una vez más.
- Realmente... –Pauso.-No lo sé –Me miro.
- Sí –le conteste sonriendo.- Soy una amiga –El me miro extrañado.
- ¿Cómo te llamas amiga de Juan? –Me pregunto.
- Camila–respondí.
- Siéntate acá –palmeo al lado de ella.
Me acerque y me senté donde ella indico.
-Gracias nena
- ¿Quieres algo de tomar Camila?–pregunto Louis.
- Estoy bien así, gracias –conteste a lo que el asintió.
- ¿Y, tu cómo estás? –Le pregunte a la pequeña.
- Bien, solo no me gusta estar en ese hospital –Dijo tierna con la cabeza agachada.
- Ella fue a visitarte –dijo Louis.
- ¿enserio? –pregunto.
Asentí.- Tu hermano me conto, es un gusto saber que estas mejor.
-Eres muy linda –Puso su mano sobre la mía.
- No, tú eres la linda –corregí.
- Me hubiera gustado que también mi mamá estuviera conmigo –dijo triste.
- Podrías entenderla, ella trabaja –Acaricie delicadamente su mejilla.
- Es lo que siempre dice Juan
- Porque es la verdad –Dijo El serio.
- ¡Pero quiero verla! –Le gritó la niña a punto de quebrarse en llanto.
- ¡Pero debes de entender! –respondió El en el mismo tono.
- Cálmate,solo es una niña –Le dije a Juan.
- Perdón, perdón –Dijo rápido levantándose del sofá y saliendo del living.
Miré a la niña y lagrimas corrían por sus mejillas que habían tomado un color rojo, tal vez se había enfadado pero se miraba tierna.
-Hey, no llores –Limpie sus lagrimas con mi pulgar.
- La extraño –Sollozo.
- Y ella a ti, estoy segura –La consolé.
- ¿Tú crees? –Me miro.
Asentí.- Estoy segura de eso
Estuve consolando a la pequeña por unos minutos hasta que se recostó en el sofá y el sueño la venció.
Me levante y fui en busca de Louis.
-¿Juan? –pregunte mientras abría una puerta de madera que en ella estaba dibujada una enorme cuchara por lo supuse que era la cocina.
-Aquí –respondió.
Estaba sentado en una de las sillas del comedor/mesa recargado con los codos.
-Deberías entender a tu hermana –Dije mientras tomaba asiento a su lado.
- Lo sé, pero también la extraño –Dio un suspiro.
- Pero ella es una niña, por dios.
- También siento
- Pero estas lo suficientemente grande para saber y ella es una pequeña que necesita a una madre ahora –Le dije.
- Entiendo –Guardo silencio unos segundos.- ¿Está dormida? –Asentí.
- Gracias
- Bueno, tal vez otro día venga para conocer mejor a tu hermanita –Asintió.
- No podría ofrecer en ir a dejarte porque no puede quedar sola Carolina.
-No te preocupes, no hubiera aceptado.
ESTÁS LEYENDO
Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)
Teen Fiction¿Quieres llorar? Llora. ¿Quieres gritar? Grita. ¿Te cortaste? Bien, cada vez que mires tus marcas sabrás que fue una guerra perdida y no ganaste nada.