"Fácil no es, pero imposible tampoco."
–Te quería, ¿sabes? –le dijo ella mirando hacia las estrellas.
Ya llevaban un buen rato afuera, mientras el frio incrementaba.
–Lo siento –murmuró Andy cabizbajo.
–No. Lo peor es que aun lo hago –susurró.
– ¿De verdad? –dijo él un tanto emocionado. Pero esa no era la definición correcta comparada a lo que justo sentía ahora.
La quería.
Pero al mismo tiempo sentía miedo. Miedo a no ser lo suficiente bueno para ella.
Pero de algo si estaba seguro... Esa chica le gustaba.
–Patético –menciono Camila.
– ¿Por qué?
–Loco, a decir verdad –le dijo. –después me arrepentiré de esto. Te odio y me gustas a la vez.
–Entonces si después de esto tengo que arrepentirme, prefiero no hacer confesiones ahora.
–Confiesa –ordeno.
– ¿Sin arrepentimientos? –le preguntó.
Asintió.
–Me gustas.
–Sin mentir.
–Me gustas –repitió él.
–Mientes, Andy
Andy suspiró, parpadeo un par de veces y con una voz grave y firme repitió por tercera vez: –Me gustas, Camila.
Ella entrecerró los ojos y miro con detalla miento a Andy. ¿De verdad le gustaba?
« ¿Por qué habría de gustarle? » se preguntaba.
«Vamos, mírate. ¿En serio? » Burlaba su subconsciente –autoestima hecha mierda–.
Movió su cabeza en forma de negación para borrar sus malos pensamientos.
Miró directo a los ojos a Andy,primera vez no haría caso a lo que su cabeza le decía «No esta vez».
– ¿Me crees? –preguntó Andy con voz tierna y sincera.
– ¿Sabes por cuánto tiempo desee que dijeras eso? –le preguntó.
Negó.
–Desde que entramos al instituto–admitió.
Y era cierto, desde que lo vio le gusto.
Estaba tan fuera de realidad esto, porque hace unas semanas era humillada por él –Sin contar a los otros idiotas–.
Las cosas cambian de un día para otro. Pues mira ahora a dos chicos totalmente diferentes:
Camila, chica suicidad. Enamorada de un patético chico, que a pesar de todo lo que le hizo sus sentimientos no habían cambiado en lo absoluto.
Andy, idiota compulsivo. Cargando culpa desde el día en que la vio en el baño del instituto. Arrepentido de todo lo que hizo.
Ella jamás creyó que algún día Andy se fuera a fijar en ella.
Y Andy, ni por la mente se le pasaba que todo esto iba a suceder.
...
Entonces, ¿Por qué no cambiar las cosas? Si no quieres la misma rutina, has por cambiar tú.
Estaba aturdida de tanto pensar, y esta vez estaba decidida.
Se levanto de la cama, tomo la caja donde se encontraban sus navajas y se adentro al baño. Se miro al espejo y luego fijo su vista en la caja –ahora– abierta dejando ver las navajas.
–Se acabo. Basta –susurró y vacio los filos en el contenedor de basura.
Dejo la caja a un lado –Ya vacía–, agarró el contenedor y bajo a dejarlo afuera de su casa, para que cuando pasara el carro de la basura se lo llevara[...]
En cuanto escucho la sonara voz de su padre llamarla diciendo que un chico la buscaba automáticamente pensó: "Andy".
– ¿Saldrás? –le preguntó su padre.
–Sí, ¿puedo? –pidió permiso.
Su padre le dedico una sonrisa nostálgica, ¿Por qué hace cuanto no le pedía permiso de esa manera?
Amaba tanto a su hija, que daría la vida por ella. No era malo, y jamás dejo de querer a su hija. Pero también para él era difícil después de saber que su mujer lo engañaba.
–No llegues tarde, por favor.
Asintió. Después de darle un abrazo a su padre, salió de su casa para subirse en el auto de Andy.
– ¿Lista? –le preguntó antes de dar marcha al auto.
–Créeme, jamás en mi jodida vida lo había estado –aseguró.
Andy sonrió y emprendió camino hasta casa de Jazmin. Sí, ahora Camila la conocería. Aun sin saber que era de la misma Jazmin con la que antes había estado[...]
La puerta de la casa se abrió dejando ver a una mujer más alta que ellos –Jazmin–.
Camila la miró sorprendida. "Una madre prostituta, un padre alcohólico y una hermana con leucemia".
– ¿Jazmin? –Dijo ella al mismo tiempo que Jazmin decía "¿Camila?".
Después de unos minutos del pequeño shock, pasaron a la casa de Jazmin. Los tres se dirigieron al living y después de acomodarse comenzaron a charlar:
– ¿Por qué no me dijiste? –le preguntó a Andy.
–Quería estar seguro de que fuera la misma –se defendió.
–Pensé que jamás volvería a verte –le dijo Jazmin a Camila.
–Pensé lo mismo
–Ella es de la que te hable... –Agregó Andy.
–La misma a la que le di terapia por unos días y jamás regreso
–Pero esta acá porque volverá a las terapias –Andy volteo a ver a Camila. – ¿Cierto?
Con dificultad ella asintió, no sería fácil. Pero tampoco imposible.
...
Ella iba a seguir yendo a sus terapias con Jazmin, esta vez en su casa. Pues aun no del todo estaba superado, y estaba consciente que para eso necesitaba tiempo. En cualquier momento podría agarrarle ese ataque de angustia.
Se inscribió en una escuela de repostería, eso sería una buena distracción. Hacer algo que realmente le gustaba.
Así podría distraerse y no pasarla en su casa haciendo nada y pensando en todo.
Su padre había estado de acuerdo respecto a las terapias que recibiría su hija, por lo que también había estaba de acuerdo en que también asistiera él.
En el instituto Greg había sido expulsado por golpear a un chico dos años menor que él.
Holly se canso de molestarla por lo que solo se alejo...
Juan frecuentemente se acercaba a ella a saludarla y a preguntarle como estaba.
Con paso pesado acompañada de Andy entró al salón, era la cuarta hora de clases y esta la tendría con Andy.
Ashley alzo la vista hacia ambos y se levanto de su asiento para acercarse a ellos.
Camila la miro desconcentrada en cuando la tuvo enfrente a lo igual que Andy, estaban confundidos.
Ashley les sonrió tímida sin mostrar dientes y dijo: –Perdón, Camila. Sé que fui tan mala y egoísta contigo, sin contar la basura de amiga que fui contigo. Solo espero que algún día me llegues a perdonar, no espero que volvamos a ser amigas pero sí que me perdones.
Sonaba tan sincera, tan la Ashley de antes. Cuando se suponía que eran mejores amigas. Pero no lo era aunque pareciera, las personas cambiaban.
Camila suspiró y asintió. –Te perdono.
–Gracias, de verdad gracias –le sonrió y luego se dio la vuelta para regresar a su asiento.
Casi todo estaba cambiando en su vida... Casi. Pero era un gran avance para ella.
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Tᴜ ʙʀᴏᴍᴀ ᴀᴜ́ɴ ᴇs ᴅɪᴠᴇʀᴛɪᴅᴀ?(Editando)
Teen Fiction¿Quieres llorar? Llora. ¿Quieres gritar? Grita. ¿Te cortaste? Bien, cada vez que mires tus marcas sabrás que fue una guerra perdida y no ganaste nada.