El Fin del Verano

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Mike no puede creer que han pasado casi dos meses desde que le sacaron del Otro Lado, desde que escribió una última carta para El y desde que consumido por dentro espera. ¿Qué está esperando? una señal, un indicio y una alarma para actuar. Jonathan fue quien lo arrastró hasta toparse con los hombres malos, él dijo que Mike sufrió una conmoción al ser atacado por un monstruo, se lo llevaron en brazos mientras él solo podía pensar en ese acto de cobardía para con Eleven, ella ocupó todos sus pensamientos incluso cuando Nancy le abrazó y besó el rostro, cuando sus amigos y él se acurrucaron en una patrulla de policía y fueron interrogados. Mike negó a todas las preguntas al igual que Jonathan y Nance lo hicieron, negó que había visto a Eleven e incluso se atrevió a decir que posiblemente estaba muerta, los agentes de la policía no tuvieron más opción que creerle gracias a las lágrimas y a la falta de evidencia en su contra, cuando uno de los oficiales comentó que tenían suerte de haber salido antes de cerrar el portal. 

Sí, lo habían cerrado por completo. Al parecer Eleven no era la única arma que el gobierno poseía a su favor. A Mike casi se le va la cordura al contemplar el agujero cerrarse ante sus ojos, la única posibilidad de volver con ella estaba perdida. Mike no se impresionó cuando le hicieron firmar un contrato de confidencialidad y les entregaron una bolsa de dinero a cada uno, volvió a casa con el rabo entre las patas y de la mano de Nance quien temblaba como gelatina y en todo el tiempo que pasaron con los agentes se negó a soltar a Jonathan, el muchacho parecía más que asustado al borde de un ataque, sostenía con gran fuerza la cintura de Nance y a su hermano de los hombros mientras parecía contener las ganas de gritar. Al final Jonathan tuvo que calmar a Nance para que se bajara de la patrulla y fueran a casa. Ninguno sabía cuanto tiempo habían pasado dentro y francamente a nadie le importaba al saber que la misión había fracasado. 

Mike esperaba una serie de regaños y golpes, pero recibió varios abrazos. Su madre y padre lloraban y le pedían disculpas, tantas que temió haberse desmayado y entrado a una clase de limbo donde los regaños no existían. Su padre lo abrazó y Mike se soltó a llorar, lloraba por El y por no haber podido ayudarla. Estuvo así por casi una semana hasta que las lágrimas se le pararon y dejó de sentir, simplemente dejó de reír, de sentirse triste y solo. Nada. La nada se extendió por días hasta volverse casi un estilo de vida, sus únicas muestras de alegría eran risas diminutas y varias risitas, fuera de ello los primeros días no hubo señales del viejo Mike hasta que su padre terminó por devolverle la ropa, juguetes y libros que se había llevado. Ninguno dijo nada y Mike le agradeció en silencio aunque ahora pensaba que quizá El no volvería. 

La risa perdida de Mike volvió con el verano, no tan radiante como antes, pero ahí estaba, en cada toma de la película, en cada broma a Jonathan y Nancy, en las visitas de Will al hospital para chequeos médicos y demás. El verano era un oasis en comparación con todo el año escolar y eso piensa Mike mientras observa el mar ir y venir delante de él. 

Es un espectáculo que le gusta contemplar completamente solo, mientras de reojo ve a sus padres charlar alegremente con Joyce y a las madres de Lucas y Dustin tratan de instruir a sus maridos sobre el buen cocimiento de la carne al hacer una parrillada. Mike ríe al ver a Lucas derribar a Dustin con ayuda de Will en su propio castillo de arena, también ríe cuando Nance hace caer a Jonathan en el mar, él le toma la pierna haciendo que se moje su falta veraniega y el sombrero se le caiga. 

-¡Jonathan!- grita ella entre risas y trata de arrojarle una piedra- Jonathan la esquiva con facilidad, Nance se hace la enojada hasta que él le da un beso en los labios y rodea su cintura, nunca se han visto más felices. Mike quiere compartir la felicidad a su al rededor pero necesita tiempo y a su vez pensar en el último día de verano, está esperando una señal del oceano y sus miles de gaviotas que vuelan sobre sus cabezas y van rumbo al atardecer. Mike siente que algo está a punto de revelarse, suele pasar en esas épocas y en esos lugares que parecen aislados del resto del mundo normal. Tanto el verano como la playa tienen un encanto casi mágico y místico, Mike nunca ha pensado en revelaciones espontáneas pero está ahí esperando una. 

Su madre le llama para que vaya a comer, pero él finge no escucharla, igual que finge no reír cuando Jonathan carga a su hermana como un costal de papas mientras esta trata inútilmente de liberarse. Jonathan baja a Nancy con una sonrisa y se gana un codazo de su parte "Eres un tonto" le escucha decir a ella a lo que Joanthan no tiene respuesta, al poco rato Nance le toma la mano para encaminarse juntos a comer. El padre de Nance comienza inmediatamente a bromear con Jonathan, desde que pasó lo del Otro Lado parece estar de mejor humor, incluso bajaba al ático de vez en cuando a hacerle compañía a su hijo, todas esas veces están en silencio sentado y escuchando el radio. La única pregunta que su padre hizo una vez fue: "¿Nada de Eleven?" Mike negó y desde entonces todo era silencio, pero uno reconfortante. 

-Deberíamos grabar una escena en la playa- dice Dustin sin apartar su alita con salsa ranchera -Una escena romántica en la playa. 

-Ya tenemos una escena romántica- dice Lucas comiendo un trozo de carne asada. Mike sonríe al escucharlos de lejos. -Te lo digo, hombre, si le agregamos más romance será película de amor no de zombis. 

-Me gusta la playa- interrumpe Will -Estoy de acuerdo en grabar aquí, pero como una toma final, no romance. 

-Traje la cámara- dice Dustin -Lo haremos después de terminar estas deliciosas alitas- Dustin se llena la boca de salsa mientras come con voracidad. 

-Mike, ven a comer- grita Nance quien muerde con fiereza una alita con salsa barbacoa. Mike afirma pero no responde, solo ve el océano y escucha las gaviotas entre el suave devenir del oleaje. Mike suspira resignado y va a comer en vista de que ningun augurio aparecerá esa tarde. Dustin le expone varias ideas para grabar ahí el final, quieren que ambos doctores sobrevivientes del apocalipsis zombie se sienten a observar la puesta de sol y luego llegue una dama para abrazar a uno de ellos. 

-¿Y de donde sacaremos a la chica?- Todos voltean a ver a Will quien niega con la cabeza. 

-No, ni lo piensen- pero los otros tres afirman con la cabeza entre ellos -No lo harán, no conmigo.- Dustin, Lucas y Mike se echan a reír al ver el rostro horrorizado de su compañero. 

-Serías una chica horrorosa de todas maneras- bromea Lucas ante un pequeño enojo de Will. 

-Sería más linda que Rose Sullivan- reclama refiriéndose a la novia de Lucas.

-Solo te faltan sus hermosos rizos al viento- sonríe Dustin haciendo una expresión de ternura y haciendo de cuenta que no se toca varios rizos. 

-No quiero ser chica- se queja Will. 

-Lástima, de los cuatro eres el más enanito- agrega Dustin. 

-Y tu el más raro- dice Will con una risa. -¿Eh, Mike, no crees que él es el más raro?- Mike afirma con la cabeza ya que acaba de morder su alita. -¿Lo ves?- Mike ríe igual que lo hacen sus amigos y entonces suelta un suspiro, este de resignación, quizá no sea pronto, pero algo le dice que apenas viene lo peor, le previene que se encuentra en calma antes de una gran tormenta. Su temor se confirma cuando la madre de Dustin saca a flote varias desapariciones cercanas a Hawkins y la extraña desaparición de las golondrinas ese año, no ha tantas en esa época como debería. Mike traga grueso al solo poder imaginar lo que se avecina. 

-Son cosas muy raras, Joyce- dice Karen a media voz. Mike sonríe de lado, en cosas extrañas él puede llamarse experto. 

-¡Las traes!- Dustin le da un toque a Mike y se echa a correr de la nada, Mike sonríe y deja su plato en una silla cercana para ir a perseguir a Dustin quien termina estrellándose contra Nance haciendo que su alita se caiga. La chica lo mira molesta pero un segundo después ríe y comienza a perseguir a Dustin. Jonathan ríe hasta que Nance le pega en el hombro para que sea él quien los persiga. Mike termina rodeado de risas contagiosas y termina por ser partícipe de la alegría y solo entonces se da cuenta de que Eleven se sacrificó para que pudiera sonreír. 

"Habrá otra siguiente vez, El" se promete "Y esta será la última" Ríe disfrutando de ese pequeño trozo de felicidad mientras puede. 

Escribiendo a velocidades súper sónicas... No se olviden de sus galletas y dulces. 

CARTAS A EL (Stranger Things)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora