Capítulo 16: Ella.

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NICOLÁS

Termine de arreglarme aproximadamente hace veinte minutos. Estoy esperando que Nick llegue para marcharnos a la fiesta de Vanessa.
Hoy es el día más esperado de cada año.
Me miré una vez más al espejo de las escaleras y sonreí con el resultado. Mi cabello ligeramente alborotado, con mechones rebeldes; mi smoking color gris, con camisa blanca y la corbata bajo el chaleco, mis zapatos perfectamente boleados color negro y, el toque especial, una pequeña rosa color negro en el bolsillo del saco.
*Señor Mr. Perfecto, ¿Puedes dejar de hacer poses ridículas en el espejo?*
¡Cuchirrión! Volvemos a encontrarnos; pero... no son poses ridículas, hay que ensayar para las fotografías.
*Oh, claro, el imitar a un modelo-principiante-mal-pagado, no, no es ridículo*
A veces te quisiera sacar de mi cabeza y aplastarte como al bicho que eres.
*No creo que eso se te cumpla NUNCA; soy parte de tu cabeza*
Ojalá que…
     — ¿Nicolás?— me llamó Nick desde atrás con el ceño fruncido, en forma de confusión.
     —Mmm, no preguntes. ¿Nos vamos?— cambie rápidamente de tema, antes de que comenzará con el interrogatorio policiaco.
     —Eh, claro— accedió no muy convencido dando la media vuelta caminando hasta la puerta de entrada conmigo detrás.
     — ¡VUELVO TARDE MAMÁ!— grité y cerré. Camine rápido, antes de que ella saliera, sino es capaz de hacer una sesión completa de fotografías aquí mismo.
     — ¡Nicolás!— gritó mamá desde el balcón. Rayos. —Espera un momento, ahora bajo.
     — ¡Mamá tenemos prisa!— me quejé subiendo al auto de Nick.
     —Arranca— ordené cuando me coloque el cinturón en el asiento del copiloto.
     —Pero, tú mamá…
     —Dije, arranca… ¿O quieres repetir lo de la última vez?— eleve una ceja interrogante.
Él negó instantáneamente con la cabeza repetidas veces y encendió el auto rápidamente. Salimos de ahí a tiempo. Voltee hacia atrás y estaba mi mamá con la cámara colgada de su cuello.
     —Justo a tiempo, viejo— me dijo mi amigo aliviado encendiendo la radio. En realidad, no queríamos repetir lo de la última vez. Mamá nos obligó a hacer una sesión fotográfica (desde todos los ángulos —según dice—) tomó cursos de fotografía, lo que para mí no es muy satisfactorio.
     —Justo a tiempo— repetí cambiando de estación.
     —Sabes… hay rumores de que una chica linda estará en la fiesta— canturreó mi amigo.
     —Estoy preparado para todo; ¿Es soltera?— pregunté interesado.
     —Irá con tu prima— respondió dejándome totalmente desconcertado ¿Por qué rayos Marcel va a llevar una amiga linda a la fiesta?
¡Y no me dijo nada!

˜***˜

Bajamos del auto, encontrándonos con los demás del equipo de soccer. Entramos juntos. Todos elegantes con smoking. No entiendo la razón por la que nos pidieron venir así. Cada año es un tema diferente. Un año, fue de playa, otro de deportes, otro de los años 20's, etcétera. Pero este año… no sabemos qué.
Oh, ya entendí.
El lugar estaba convertido en un salón elegante como en las películas de princesas. Había un lugar donde había unos hombres tocando música lenta y todos bailaban con sus parejas. Las mujeres tenían antifaces al igual que los hombres. Pero nosotros no. ¿Dónde se consiguen esas cosas?, o ¿teníamos que traer uno?
     —Aquí tienen, que se diviertan— nos dijo una chica que salió de la nada  guiñándonos un ojo, y entregándonos un antifaz negro a cada uno.
Oh, ¡Vino a mí!
     —Voy por un trago, ¿ustedes?— ofreció John colocándose en antifaz.
     —Claro— respondimos al unísono.
Caminamos hasta la barra y pedimos un trago leve. Después de que no lo entregaron nos dirigimos a una de las mesas que se encontraban en el salón y tomamos asiento.
     —Este año, Vanessa estuvo un poco falta de imaginación ¿No lo creen?, digo, ¿vamos a escuchar esa música toda la noche?— comentó Nate tomando sorbiendo de su vaso. Todos nos callamos nuestra opinión ya que… una Vanessa, cruzada de brazos se encontraba atrás de nuestro amigo.
     —Pero si esto no es todo querido, es sólo el comienzo, de hecho, creo que este año se llevaran una gran sorpresa. Ah, me alegra que hayan acatado las indicaciones—  indicó sonriente. Nate casi expulsa todo el líquido de su boca cuando escuchó hablar a Vanessa. Suerte que ella no se enojó. —Ah, sí; eh estado recibiendo esos comentarios toda la noche, no te preocupes Nate— comentó al ver la cara de espanto de nuestro amigo. — ¿Les hace falta algo?— preguntó; nosotros negamos y le agradecimos, ella se marchó y nos tiramos a Nate diciéndole cosas como: idiota, tonto... y más idiota. Claro, solo bromeando. Unas chicas se acercaron a nosotros y comenzaron a sacar a los chicos a bailar.
*Ya veo de donde aprendiste a ser caballero*
¿Qué dices?, las chicas vinieron solas. No tenemos la culpa de ser tan irresistibles. Además, yo siempre soy caballero*
*Ajá, ¿y el día de la cita con Charlotte?*
Mejor cállate.
De las chicas que se nos acercaron, ninguna me llamaba la atención, sólo quedábamos Max y yo en la mesa. De hecho, solo yo, acaban de llevarse a Max también. Veía como mis amigos tomaban a sus parejas de baile por la cintura y bailaban al ritmo de la música. Curiosamente solo Taylor tiene novia… los demás somos felizmente solteros.
     — ¿Vamos a bailar, guapo?— me preguntó una rubia extendiendo su mano para que la tomara.
Bueno, ya qué. No me quiero quedar aquí solo.
Le tome la mano y la lleve a la pista junto a las demás parejas, la tome de la cintura y comenzamos a bailar. Había bailado dos pistas con la misma chica rubia. Sabia bailar bien, estaba a gusto. Levante mi mirada y me topé con una chica hermosa a la cual le estaban recogiendo el abrigo. Dios, ¿estás seguro  que no me quedé dormido?; ella es… una diosa.
Esperen un momento. ¡Es ella!, es, la chica de la que me hablo Nick. Viene con Marcel y con Alexis. Dios; pero, ¿Quién es ella?
Me separe lentamente de la chica rubia la cual no sabía su nombre, y sin decir nada me dirigí hasta mi prima.
     — ¡Marcel!— le salude mostrando mi mejor sonrisa de galán. Esta chica, quien quiera que sea, será mi pareja esta noche.
     — ¡Nicolás!, que bien te ves con ese smoking— respondió dándome un abrazo. Yo la tome de la mano y le di una vuelta.
     —Pero, mírate, tú también te ves muy hermosa esta noche— le halagué.
     —Gracias. Mmm, ¿Alexis? ¿Me llevas a bailar?— preguntó mirando a nuestro amigo.
     —Claro— respondió él tomándola de la mano.
     — ¿Acaso vas a dejar sola a esta belleza?— pregunté mirando a la chica aún desconocida.
     —Claro que no; pienso dejarla contigo— dijo desde lejos guiñándome un ojo, aunque no se bien, si fue a ella o a mí. Mi prima se alejó dejándonos solos a ella y a mí.
     — ¿Bailas?— pregunté extendiendo mi mano.
     —Mmm, sí— respondió con una sonrisa tímida tomando mi mano.
Su tacto era tan suave, tan delicado, tan… ella es, hermosa. Algo parecido a una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo al momento. Siento, que, no quiero dejarla ir. Nunca. Jamás me había pasado algo así, con nadie. Pero… ella es diferente. Con su solo tacto, hace sentirme así. Estoy volviéndome loco y necesito saber quién es.
*Se te olvida algo*
Oh, sí. Sonreí un poco avergonzado y nos dirigimos a la pista de baile. La tome de la cintura y comenzamos a bailar.
     —Y... no me has dicho tu nombre— comenté mirándola a los ojos.
     —Soy, Charlo… Charlie— dijo un poco nerviosa. Normal. Causo esto en las chicas.
*No seas idiota*
     — ¿Charlie?, Charlie no es… ¿Nombre de chico?- pregunté un poco confuso mientras le daba una vuelta, lo que me dejo ver su espalda totalmente descubierta y un lunar en la parte derecha de su espalda baja. Demasiado sexy.
Ella dudó un poco en lo que iba a responder, pero después me sonrió y se mostró un poco más segura.
     —Culpa a mis padres— jugueteó soltando una risita adorable.
La música paró y Charlie se separó de mí. Se escuchó la voz proveniente de una alta voz por todo el salón.
     — “¡Cómo se la están pasando!”— preguntó la voz masculina que después apareció en el escenario.
     — ¡Bien!— gritaron unos. —Mal— gritaron otros, todos al mismo tiempo. Yo miré a mi acompañante y grite: — ¡Excelente!
     — “¿Creyeron que iban a bailar música clásica toda la noche?”— Volvió a preguntar. Todos respondieron afirmativamente. — “¡Les tengo una buena noticia!. ¡No es así!, ¡Música DJ!”— gritó el hombre con emoción antes de acercarse al DJ y que cosas como: globos, sombreros, collares, lentes gigantes, corbatas de juguete, hasta pelucas cayeran del techo. Todos comenzaron a gritar con emoción y yo reí. Junte un sombrero del suelo y voltee con Charlie para colocárselo, pero… ya no estaba.
De repente las luces se pagaron dejando solo los reflectores y la gran bola disco iluminando la pista.
     — ¡Vamos hombre, hay que disfrutar esto!— gritó Max por lo alto de la música y yo le coloque el sombrero. Deje mi saco en la mesa donde habíamos estado antes y volví a la pista de baile. Busque a Charlie con la mirada, pero el lugar era demasiado grande, además de los cuerpos moviéndose al ritmo de la música, no me iba a resultar fácil.
Sentí un vació en mi interior, pero no se la razón. Arremangué las mangas de mi camisa y me uní a los demás. Había algunos que bailaban hasta con dos chicas a la vez. Yo solo quería a una, y no la veía por ningún lado.

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