Iba a asesinarlos, lenta y dolorosamente, había perdido la clase de inglés ¡La clase de inglés! ¿saben que es eso?, no, no lo saben, mi día se arruino.
*El no verle el trasero y las piernas a esa maestra por la mañana no es exactamente “arruinarte” el día.*
¿Siempre tienes que ser tan aguafiestas?
*Exactamente*
— ¡Nicolás!— se escuchó la voz de Max, me volví a él y lo miré de mala gana.
—Ni me dirijas la palabra, me perdí la clase de inglés, por su culpa.
*Infantil*
—Pero tú nos dijiste que nos adelantáramos.
— ¿Yo dije qué?— ¿Ahora no tienes memoria? ¿A ti qué te pasa últimamente?
—Yo jamás dije eso— defendí caminando a la cafetería.
—Sí que lo hiciste— se burló.
—Max—Lo llamé, sin saber exactamente el por qué y qué era lo que iba a salir de mi boca.
— ¿Sí?
—Te parecerá tonto, lo sé— comencé, mientras me rascaba la nuca con nerviosismo, no sabía por qué lo hacía realmente — ¿cómo le hablas a una mujer?
—Con… la boca— bromeó.
—Si serás idiota; no, cómo te diriges a ella.
Él soltó una gran carcajada.
— ¿Tú? Nicolás Western pidiéndome consejos de cómo hablarle a una mujer, esto sí que será historia— expresó gracioso.
—Es… joder, ella es… diferente.
— ¿Diferente?, ¿quién es ella?
—No puedo decirlo— respondí más nervioso; en ese momento pasaron frente a nosotros las porristas, bendito seas, quién sea que este allá arriba.*Estúpido*
Déjame disfrutar la vista.
*Hay otra linda vista por allá*
Voltee hacia mi derecha y ahí estaba: Charlotte caminando en nuestra dirección y seguramente mirando como Max y yo observábamos a las porristas.
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¿Apostamos?
Ficção Adolescente—Esto será sencillo. Y después descubrirás por ti misma primita, que un hombre como yo no cambia, hombres como yo no nos fijamos en ese tipo de chicas. —No estés tan seguro. Charlotte Gómez: el objetivo. Nicolás Western: el apostador. Marcel Col...