Capítulo 35: Subimos de volumen.

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CHARLOTTE

     — ¡Estoy siendo acosada! Esto ya es oficial.
Tomé la pequeña hoja de papel color azul de mi butaca. Había estado recibiendo mensajes, poemas, o líneas de alguna canción toda la semana. No es que no me guste, me halaga pensar que le puedo gustar a alguien y quiera conquistarme de esta manera... sólo que me abruma un poco el hecho que no sé quién es... siempre firma sus textos con: "el hombre que no merece tu amor, pero quisiera tenerlo". Sé que es una firma un poco larga... pero me parece linda.
Podría fácilmente firmar con: "tu admirador secreto". Pero no lo hizo... y me gusta.
     — ¿Qué dice ésta vez?— preguntó Marcel. 
     —Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después todo el amor pertenece a los pensamientos.
     —Sea quién sea "el hombre que no merece tu amor, pero quisiera tenerlo", es un verdadero cursi....
     —Sí, y se toma el debido tiempo para investigar frases así... ésta es de Albert Einstein.
     —Sigue siendo cursi.

˜***˜

     —Tienen que salir al patio, profe.
Un chico de último grado interrumpió al profesor de matemáticas, y en cuanto escucharon "salir" media aula ya estaba levantada de sus asientos.
     —Seguiremos con el tema la siguiente clase... Charlotte pondré tu punto extra por la investigación.
Le agradecí al profesor y salí junto a las chicas al patio... la Directora ya estaba al frente, y la mayoría de los alumnos estabamos terminando con nuestra formación.
     —Jóvenes... los he mandado llamar para darles un aviso... les pido por favor que no comiencen con abucheos, bullas, o cualquier cosa por el estilo.
Cuando dice eso, es por que no nos va a gustar lo que dirá.
     —El baile de verano se cancela.
Todos nos quedamos en silencio... el baile de verano es una costumbre de nuestra escuela, nunca se había cancelado, y no podía hacerlo ahora.
     —La mesa directiva, junto con padres de familia, no están de acuerdo en gastar más dinero en eventos como esos, y sin el dinero suficiente... no queda más que cancelarlo. Lo lamento mucho jóvenes... pueden volver a sus aulas.

˜***˜

La escuela parece fantasmal, no se escucha ni una sola voz por ninguna parte. Y es comprencible, la mayor ilusión de una chica en esta escuela es ir al baile de verano, y la de un chico es poder conquistar o declararse a la chica que le gusta o atrae, esa noche.
     —No es justo que cancelen el baile de verano— dijo Max.
Todos asentimos.
     —Tenemos que hacer algo...
     —Alexis, no podemos hacer nada.
     —Claro que sí. Podemos reunir el dinero de... de cualquier forma.
     — ¿Para dentro de dos semanas?, eso imposible.
     —Oh, por favor Max, piensa positivo... ¿no se puede alargar la fecha otras dos semanas?
     —¿En qué piensas?
     —Fácil, si todos nos ponemos las pilas (como dice mi mamá) podemos reunir dinero suficiente para organizar nuestro propio baile... sin necesidad de la mesa directiva o de los padres de familia.
     — ¡ERES UN BENDITO GENIO!— Max se levantó de forma inesperada y se abalanzó sobre Alexis — ¿Sabes cuánto te amo?
     —Max, eso... am, es un poco... extraño...— dijo Nicolás.
     — Que se joda lo extraño, ¡yo amo a este tipo!
     —Yo puedo hacer postres... para vender— me ofrecí.
     —Y yo le ayudo— me apoyó Marcel.
     —Vi que solicitaban empleo como repartidor de pizzas, puedo guardar la mitad de mi salario— dijo Alexis.
     —Yo voy a ayudar con cualquier cosa que ocupen mis vecinos o mi familia — dijo Nicolás.
     —Iré con Nicolás— dijo Nick.
     —Yo me voy a prostitiur.
Miramos de inmediato a Max con espanto.
     —No es cierto... conseguiré un empleo de medio tiempo.
A todos nos convendría... pasamos la voz a todos nuestros amigos/compañeros/conocidos y sin hacer esperar, todos comenzaron con sus propuestas.

˜***˜

     — ¿Y ya sabes quién es el chico misterioso de los mensajes?
Mamá había tenido (por milagro) un día de descanso en su trabajo, así que pasamos toda la tarde juntas. Algo que no había pasado hace mucho tiempo.
     —Ni idea. Pero hoy volvió a dejar otra nota. 
     —Lo traes loquito hija. Ojalá a mí me hubieran tratado de enamorar de la misma manera.
Me reí... sé que trata de enamorarme, pero no puedo asegurar que lo "traigo loquito". Es un poco absurdo. 
     — ¿Qué?— preguntó — ¿De qué te ries? Sabes... el primer novio que tuve, ni en mis mejores sueños me llegó a regalar una paleta, ¡una vez yo tuve que pagar la cena!
Me quedé boquiabierta, ¿cómo pudo hacer eso?
     —Por caballero no ha de haber sido... digo— bromeé, ella sonrió y levantó los platos de la mesa.
     —Confío en que tú serás más inteligente que yo, en ese, y cualquier aspecto.
Yo también confío. 
     —Bueno, ¿qué tal si vamos de compras?
     —Maaaa, sabes que no me gusta.
     —Pero necesitas actualizar tu guardarropa. ¿Para qué me mato trabajando si no quieres nada?
     —Sí quiero... un nuevo teléfono.
     —Tampoco abuses.

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