MARCEL
Mientras una de las personas más importantes en mi vida está cada día más feliz, la otra, cada día está más destrozada. No puedo creer que esto de la apuesta haya afectado más de lo necesario a Nicolás. Ya no es el maldito idiota mujeriego casanova que era antes. Ahora es... un idiota, pero un idiota que hace las cosas por ganarse el amor de la chica a la que de verdad quiere.
Nosotros apostamos con el corazón, y nunca nos percatamos de que eso conllevaba a efectos secundarios.
Pensar que amenacé a Nicolás con que no le hiciera daño a Charlotte si esto no resultaba. Al final el lastimado fue él.
Y me siento de verdad culpable. Siento que todo está pasando por mi culpa. Y no es un muy bonito sentimiento.
He hablado de esto con Nick. Con Max. Con Alexis. Y he llegado a una conclusión.
"Se cancela. Esto se acabó. Ya no más apuesta"
Envié el mensaje de texto lo más rápido que pude. No me arrepiento de haber comenzado la apuesta, si no fuera por ella, Nicolás no se habría dado cuenta de que Charlotte y él debían estar juntos; siempre lo había intuido, desde que apenas eramos unos niños y Nicolás a los seis años le dió su primer beso a Charlotte (aunque no lo reconozcan). Sé que hay algo, muy adentro, que sólo necesita un empujón, y casi puedo asegurar que ellos dos terminarán juntos y con veinte hijos.
— ¡A ti qué te pasa!— necesité alejar el teléfono de mi oreja para que Nicolás no reventara mi tímpano — ¿Por qué?
— Nicolás. EN PRIMERA: NO ME GRITES.
—TÚ ESTAS GRITÁNDOME AHORA.
—TÚ EMPEZASTE A GRITARME ASÍ QUE AHORA BAJA LA VOZ.
—TÚ ESTAS GRITÁNDOME MÁS FUERTE.
—PORQUE TÚ NO BAJAS LA VOZ.
—TÚ TAMPOCO LA BAJAS MARCELA.
—NO ME LLAMES ASÍ NICOLÁS, SI QUIERES SEGUIR CONSERVANDO TU CARA.
—NO ME AMENACES.
— ¡QUÉ ES LO QUE QUIERES!
— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
En realidad son muchas cosas, pero sólo diré una.
—Tú.
— ¿Yo?
—Sí, tú.
—Explícate.
—Dime algo.
— ¿Qué?
— ¿Desde hace cuánto tiempo no tienes sexo?
— ¡Marcel! Eso no se le pregunta a un hombre.
—No te hagas el educado y responde.
—Desde... el incidente con Sofía— Lo sabía —No voy a preguntar por qué quieres saber.
—Pero yo te voy a decir.
˜***˜Después de repasar la situación más de tres veces, me cansé de volver a lo mismo, y él lo sabía, sabía que era verdad pero no quería aceptarlo. Y no entiendo qué gana con eso.
— ¿Por qué no quieres aceptarlo de una maldita vez?
—Porque tengo miedo.
— ¿De qué?
—Tengo miedo de no ser lo suficiente para ella, y me haga ilusiones yo solo, y... termine más herido de lo que ya estoy. Creo que Carlos sería un chico que... que la haría feliz.
—Sabes que no es así.
—Sé que es así Marcel, es la verdad. Yo no puedo darle las mismas cosas que él.
—Tú le das cosas que él no. ¡Arriésgate! Nicolás, si no actúas ahora, te arrepentirás toda tu vida.
—Si es lo mejor para ella, prefiero alejarme.
—No, no es lo mejor. Carlos, es un buen chico, pero él y Charlotte nuca tendrían nada que ver. Sólo, inténtalo ¿de acuerdo?; oficialmente la apuesta se cancela y ya no quiero hablar más contigo sobre esto. Adiós.
Colgué el telefóno, el contador marcaba exactamente veinte minutos con cuarenta segundos. Ahora puedo comprender a cupido cuando dice que su trabajo es complicado.˜**˜
Estos días últimamente son de lluvia. Se supone que estamos en verano, pero claro, el calentaiento global hermanos. Alexis pasó por mí toda la semana y Nick pasó por Charlotte toda la semana, ya que cada una vive cerca de cada chofer. Nicolás no había intentado nada con Charlotte. Le seguía escribiendo las cartas y recados pero nada más que eso.
Traía puestas mis botas de lluvia. Oh, como amo estas cosas, son tan lindas y tan confortables y tan cómodas ¡y puedo brincar en los charcos! Charlotte y yo decidimos comprarnos unas hace un año, y desde ahí son nuestra adoración para este tipo de días.
Tanto a Charlotte como a mí nos enccantan los días nublados. Son hermosos.
Los chicos, los odian; ya que según ellos: "no pueden salir a ningún lado y sólo ven las gotas de lluevia azotar contras su ventana".
Textualmente citado.
— ¿Cuándo dejará de llover?— preguntó Alexis colocando cubriendo su cabeza con el gorro de su sudadera.
— Cuando Madre Naturaleza esté contenta. Por ahora todo el mundo está triste.
— ¿Qué puedo hacer para contentarla? Ya no quiero que llueva.
Salimos del auto y corrimos hacia la puerta de la escuela. Llegamos a nuestra aula un poco mojados, pero no tan empapados como Laura, al parecer no había llevado nada para protegerse, ella literalmente chorreaba de todas partes.
—Mira lo que me llegó hoy.
—Una rosa.
—La última.
— ¿Por qué?
—Con eso se despide. Piensa que soy feliz con Carlos. Y no quiere intervenir en mi felicidad.
Ah, no.
— ¿Y tu qué piensas?
—Que no tiene por qué pensar eso. Carlos no es nada mío.˜***˜
"Charlotte Gómez reportese en el salón antiguo de música, inmediatamente" Por el altavoz, la directora llamaba a mi amiga, por ningún motivo aparente. Estábamos a media clase de Educación Física, y seguramente se lo agradeció infinitamente, ella odia la Educación Física. Pidió el permiso del profesor y se fue. Cuando el profesor ya no lograba visualizarla, nos paró, y nos pidió que nos fueramos atrás de él en silencio. Miré a Alexis e hice un ademán preguntando qué estaba pasando, él tampoco sabía nada. Caminamos en fila preguntándonos internamente qué era lo que pasaba, por qué Charlotte fue llamada por la directora y por qué teníamos que ir ahí. Paramos justo en la puerta, y escuchamos lo que la directora le decía a mi amiga.
—Señorita Gómez, me han dicho que usted es la responsable de este acto.
¿De qué diablos estaba hablando esta vieja loca?
—Señorita Dierctora, le juro por Dios, que yo no tengo nada qué ver... ni siquiera sé quién lo hizo, yo no sabía absolutamente nada.
—Usted sabe que esto es una acción grave señorita, le ruego que me diga la verdad.
El profesor nos hizo que entraramos de uno a uno lentamente sin hacer ruido.
Charlotte permanecía de espaldas a nosotros. Parecía desesperada.
—Yo no he cometido ningun acto como ese señorita Cleen, debe creerme.
Ella quería llorar. La estaban culpando de algo que no hizo.
— Señorita, ¿reconoce este mural?
La directora bajo una cortina gigante dejando ver un gran cartel que decía:
"Charlotte, ¿quieres ser mi novia?"Se quedó petrificada.
Carlos salió de algún rincón del salón y con un gran ramo de rosas en sus brazos.
— ¿Aceptas?
Nadie sabía qué estaba pasando, ni siquiera ella. Alexis y yo nos miramos sin saber qué hacer. Las chicas al ver la declaración de amor de Carlos se emocionaron, pero no podían hacer ruido alguno.
Carlos estaba frente a mi amiga, con tres docenas de rosas (o más) con un gran cartel a sus espaldas.
—Yo... no sé... qué... qué decir.
—Sólo responde, sí o no.
—Carlos, yo... yo... sí quiero.
El salón explotó en gritos y aplausos. Alexis y yo estabamos más confundidos que nadie en este salón. Nos cruzamos de brazos.
Carlos besó a Charlotte y le entregó el gigangte ramo de rosas.
Ella se volvió hacia nosotros y sonrió.
No podíamos hacer nada más, le sonreimos también.
˜***˜Salimos del salón conmocionados. Vi la espalda de Nicolás.
— ¿Tú sabías de esto cierto?— le pregunté tirándolo por el hombro bruscamente—Por eso la rosa de despedida.
— ¿Qué más podía hacer?
—Nicolás, pudiste detenerlo ¡¿Por qué no lo hiciste?! Ahora, trata de dormir con un corazón roto, primo.
Se dió la media vuelta y se fue, con la lluvia mojándolo de pies a cabeza.============
¡HOOOOLAAAA ZANAHORIAS!
¡Estoy tan feliz!
¡Los amo mucho! ¿Lo saben verdad?
¡Ya terminé mis exámenes! Terminaron esas dos largas y duras semanas.
Aunque aún no me entragan los resultados, confío en que me fue muy bien :**
Gracias por todo.
Principalmente por esperarme.
VOTEN&COMENTEN
♥♥♥♥♥
Les mandó muchos besitos nutellosos :*** Con muchos abrazos de oso y amor ♥♥
C: :** °3° (; :33 :D :B :U xD
![](https://img.wattpad.com/cover/7903760-288-k881403.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Apostamos?
Jugendliteratur—Esto será sencillo. Y después descubrirás por ti misma primita, que un hombre como yo no cambia, hombres como yo no nos fijamos en ese tipo de chicas. —No estés tan seguro. Charlotte Gómez: el objetivo. Nicolás Western: el apostador. Marcel Col...