Capítulo 19: Un regalo no muy esperado.

48.4K 1.6K 66
                                    

FINAL DEL ESPECIAL DE NAVIDAD ♥
================================

NICOLÁS

Habíamos estado toda la tarde preparando la cena de navidad. Marcel llegaría después de estar con la familia de su padre. Sergio, Francisco y yo apostamos cada año, el cómo se va a rebelar Marcel:
Este año Francisco dijo que les derramaría la comida encima a todos.
Sergio dijo que les gritaría todo lo que siente y después se iría a su habitación a ponerse un vestido con vans, además del suéter de abuelita.
Y yo dije que pondría en su boca todas las malas palabras existentes para después decir lo ridículos que se ven esa noche y... el cómo no les llegaran regalos de navidad este año.
Lo sé, bastante infantiles, y dirán ¿a ti te gusta apostar, verdad? Bueno, esta apuesta ha sido de cada año, desde hace... cinco años, cuando Marcel se hizo lo suficientemente independiente mentalmente de su refinada familia paterna.
Nosotros nunca nos preocupamos por el dinero y la perfección, no de la manera en la que ellos lo hacen, tienen una buena posición económica, pero actúan como si tuviesen todo el dinero del planeta.
Cinthia, mi única hermana, se encuentra hoy en casa, así que es doble fiesta. Ella se fue de casa a estudiar a otro estado, está en el país, pero ya es independiente de nosotros; es cuatro años mayor que yo, pero me trata como si me doblara la edad.
Y, se preguntarán ¿Qué pasó con Charlie?; bueno, el gusto me duró menos de lo que me imaginé. No me malinterpreten; ella me pidió que la besará, yo lo quería, pero... resulta que es sonámbula, ella habló dormida, así que no vale. Lo único que logre fue dormir dos metros a su lado, ya que... además de sonámbula, en la noche se mueve demasiado, está más que acostumbrada a dormir sola, y Marcel que es otra igual o peor. Tuve que dormir en el suelo. Al día siguiente, cuando desperté ya no estaba, pareció como si quisiera huir de mí. Marcel tomó mi auto y la llevó a casa. Hasta ahora no he podido saber nada más de ella, no sé su nombre completo, no sé dónde vive, no sé absolutamente nada, y Marcel tampoco ayuda mucho. Pero algo que agradecí, lo único de hecho, fue que al ser sonámbula no recordará que yo la cambie, tal vez piense que fue Marcel… no sé, pero ya no quedaré como un pervertido frente a ella.
     —Nicolás ayúdame con esto— pidió mi hermana arrastrando una gran bocina.
     — ¿De dónde salió eso?— pregunté tomándola.
     —Es navidad… además, todavía tengo contactos aquí— justificó guiñándome un ojo saliendo de la casa hasta el auto, y volviendo con… un ¿equipo de DJ?
Esta noche será interesante.

˜***˜

Mi madre, junto con mis tías se organizó para hacer diferentes guisados; cenaremos taquiza. Seguro justo ahora Marcel estará con esas cosas del pavo; nosotros somos más prácticos, además los tacos son más ricos.
La música estaba a todo volumen, y a los tíos ya se les estaban subiendo las copas; todos estaban bailando con sus parejas y yo seguía comiendo. Mi hermana me hizo señas para que dejara de comer y yo a regañadientes deje mi plato a un lado y me acerque a ella (la cual era el DJ de la noche).
     —Ya deja de comer, que esos abdominales se hacen redondos, y se borran— jugueteó.
     —Déjame disfrutar la navidad— respondí cambiando la música.
     —Pareces todo un Forever alone— me dijo sarcástica utilizando su segundo idioma.
     —Oh, claro que sí— le respondí indiferente. Ella negó divertida con la cabeza, y me rodeo los hombros con un brazo.
˜***˜
     — ¡Llegamos, llegamos!— avisó Marcel viendo con ojos feroces la comida.
     —Lo vez, no soy el único con amor a la comida— comenté burlón caminando hasta mi prima, la cual… oh, rayos, creo que el ganador fue Sergio.
     —LO REPITO: FOREVER ALONE— gritó Cinthia desde su lugar.
     — ¡Por Dios, esa es Cinthia!— vitoreó Marcel dejando su plato corriendo hasta mi hermana. — ¡Por qué no me dijiste que vendrías!— la escuché desde lejos. Mis dos primos se acercaron a mí dándome un abrazo. Yo los mire desesperado y ellos rieron.
     —Bueno, Marcel se levantó de la mesa, la golpeó con su mano y después descargo todo lo que se había guardado, se fue a su habitación y bajo con sus vans, y su SUÉTER DE ABUELITA ¡hasta le dijo al abuelo que nos podía desheredar!, fue… genial: los abuelos se quedaron perplejos al escuchar todo lo que les dijo— me contó Francisco, mientras Sergio reía y yo también.
     —Vamos, vamos, paguen— nos animó Sergio.
     —Oh, vamos— se quejó Francisco dándole el billete. Además de todo, la deuda iba aumentando, por cada año se doblegaba la cantidad.
     — ¿Cuánto los torturaron?— pregunté entregándole mi billete a mi primo.
     —Este año fue mucho menos… por la reacción de nuestra hermana, además, no creo que quieran volver a casa o recibirnos en la suya.
     — ¿La apoyaron?
     — ¡Claro!, ni siquiera nos pusimos los zapatos correctos este año— vitoreó Francisco bailando al ritmo de la música.
     — ¡EY!— se escuchó la voz de Marcel desde el micrófono. — ¡Todos listos para el karaoke!
     — ¡SÍ!— gritaron entusiasmados toda la familia.
     — ¡NO!— gritamos los tres a la vez, a lo que los demás nos vieron mal y nosotros nos encogimos de hombros.
     — ¿QUIÉN ES EL PRIMERO?— preguntó Cinthia con el micrófono en las manos. Mi madre corrió y literalmente le arrebato el micrófono de ellas.
La noche ya se tornó interesante. Mamá selecciono una canción (que no conozco), y comenzó a cantar, no perfecto, ni entonado, pero… ya estoy acostumbrado. Todos movían sus manos al ritmo de la música y mamá se profundizaba en la canción. Sergio alzó las manos y comenzó a moverlas. Francisco y yo nos miramos y comenzamos a burlarnos de él diciendo cosas como: Es de tu época, creo que ya estas viejo… o cosas así; por el hecho de que es el más grande de los hermanos.
     — ¡Quiero un vaso de vino, cargado, ahora!— anunció la madre de Marcel entrando como ráfaga de viento.
     — ¿Qué tan duro fue mamá?— preguntó Sergio sirviéndole el vaso.
     — ¡QUÉ TAN DURO FUE! ¡Estaban como locos! ¡Y no paraban de hablar de cómo teníamos que educarlos!— respondió tomándose el vaso como agua, literalmente. —Otro— pidió.
     —Pero mamá…
     — ¡Otro, dije!— y Sergio le entregó otro. Estoy seguro de que así se la pasará toda la noche, o hasta que se le olvide que tiene suegra, o siquiera hijos o esposo, o familia.
˜***˜
Eran las once cincuenta y cinco y estábamos preparados para la cuenta regresiva. La madre de Marcel, como ya había dicho, se olvidó que tenía suegra, y los tíos se olvidaron ya, de que tienen  una vida. El reloj avanzó y avanzó. Marcel y Cinthia estaban controlando todo lo que tiene que ver con sonido y música. Ellas anunciaron la cuenta regresiva y nos hicieron pasar el micrófono.

     —Cinco— dijo Marcel.
     —Cuatro— dijo Cinthia.
     —Tres— dijo Sergio.
     —Dos— dijo Francisco.
     —Uno— dije.
     — ¡FELIZ NAVIDAD!— gritamos todos al unísono. Mis primos comenzaron a tronar fuegos artificiales y las luces en el cielo se veían totalmente bellas. Por alguna razón Charlie se vino a mi mente, y… Charlotte también, Dios esto es complicado. Todos comenzamos a darnos el abrazo de navidad y cuando llegue a Marcel le susurre: ¿Ya me dirás de Charlie?, pero ella sólo me sonrió y abrazó a mi tío, los cuales ya estaban cayéndose al piso, de lo tomados que estaban.
Es por eso que no me gusta tomar.
*Además de que no te lo permiten*
Cuchirrión ¡FELIZ NAVIDAD!; ¿hoy podemos hacer las paces?, no quisiera pelear hoy.
*No te preocupes, hoy tampoco quiero pelear; Feliz Navidad, Nicolás*
Feliz Navidad.
˜***˜
La reunión terminó, son las tres treinta de la madrugada y en realidad no pasó mucho, canté algunas canciones, bailamos un poco y comí más; todos, absolutamente TODOS mis tíos están balanceándose de un lado a otro para poder salir hasta sus autos de pie... de verdad lo intentan, mi madre esta tan feliz, que no se le va a quitar esa felicidad hasta mañana cuando amanezca con un gran dolor de cabeza gracias al alcohol,  la madre de Marcel sí se olvidó de sus hijos, y justo ahora su esposo la carga como si estuvieran recién casados, me despedí de Sergio y Francisco y tome a Marcel del brazo.
     —Sé que me quieres… sé que me quieres— repetía Marcel balbuceando dándome unas palmaditas cariñosas en la espalda, ella también estaba ebria.
     —Dime, quién es Charlie, y dónde puedo encontrarlas— le dije desesperado.
     —Tonto— se burló mientras negaba con la cabeza y casqueaba la lengua de una forma graciosa —la has tenido en tus narices TODO EL TIEMPO.
¿Qué?
     —Charlie no es nombre de hombre; Charlie, es como… un diminutivo de Charlotte Gómez, ¿entiendes?— contó soltándose y caminando a la puerta de salida/entrada. —No, no creo que lo entiendas— dijo viendo mi cara de confusión. —Sólo mírala bien, con gafas y un poco de maquillaje menos… es la misma Charlie/Charlotte, adiós, y… mañana tendré un dolor de cabeza, feliz regalo de navidad querido primo— concluyó cerrando la puerta detrás de ella.
¿QUÉ?

===============================

¿Apostamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora