NICOLÁS
Después de rogarle por un buen tiempo a Charlotte que me perdonara, no lo hiso, o al menos no al cien por ciento.
Y lo entiendo, ¿Perdonarme después de comportarme como un idiota? No cualquiera lo haría y eso que ya lo hecho bastantes veces; ella debería odiarme.
*¿Te estas escuchando?* —me dijo una voz en mi cabeza— *Oh, Nicolás Western esta... ¿arrepentido?*
¿Yo?, claro que no, sólo me siento mal por ella.
*Sigues siendo un idiota*
Oh vamos estas con ella o conmigo, digo… eres yo… ¿no?
*Definitivamente estoy con ella y podre ser tú… pero mejor y más inteligente*
—Hey, hey— Marcel me llamaba y pasaba su mano una y otra vez por mi cara — ¿A ti qué te pasa? Parece que estas en otro planeta.—Eh, yo… Bueno, yo… estaba…— trataba de explicarles con algo que no se escuchara tan patético como: “Estaba hablando con mi subconsciente” o aún mejor: “Estaba hablando con mi yo interior”. No.
— ¿Estás seguro que ese golpe en la cabeza no te hizo daño?—preguntó Charlotte mirándome fijamente con el ceño fruncido.—Estoy seguro. Yo estaba pensando en unas cosas de la liga… pero ¿si jugamos a algo?— cambiar de tema, siempre es una solución rápida para este tipo de situaciones.
— ¿A qué se te ocurre señor de Marte?
— ¿Qué les parece Twister?
Ese juego, sinceramente tiene historia entre nosotros. Nos encanta.
—Está bien, ya regreso— avisó Charlotte levantándose del sofá para ir en busca del juego.
—A mí no me vas a decir que no te pasa nada Nicolás, ¿estas drogado?— preguntó checando mis ojos — a nuestra edad, sería bastante normal, — con su mano me daba pequeños golpes en las mejillas —aunque no es bueno… pero es tu decisión y…
—Marcel, sabes que no…— retiré sus manos de mi cara —Pero si quieres, tengo… — me incliné hacia su oído —Tengo un poco en el bolsillo— susurré jugueteando.
— ¡Lo sabía, estás drogado! No creí que fueras capaz de algo así— dramatizó con una mano sobre su pecho.
— ¿Qué Nicolás está qué?— Charlotte dejó caer la caja al piso.
—Charlotte, yo… no, es sólo una broma— traté de explicarle.
— ¡Es un mentiroso! Me dijo que tenía… ¡en el bolsillo!— miré a Marcel y ella me guiño un ojo.
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¿Apostamos?
Roman pour Adolescents—Esto será sencillo. Y después descubrirás por ti misma primita, que un hombre como yo no cambia, hombres como yo no nos fijamos en ese tipo de chicas. —No estés tan seguro. Charlotte Gómez: el objetivo. Nicolás Western: el apostador. Marcel Col...