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"Tengo un fuerte control sobre la realidad Pero no puedo Dejar ir lo que está aquí en frente de mí Sé que te irás en la mañana cuando despiertes Dame alguna prueba de que esto no es un sueño" –Paramore, The Only Exception.
¿Por qué me pasaban las peores cosas en los mejores momentos?
Justo cuando encontraba un poco de mi felicidad perdida, un par de estúpidos me la arrebataban tan fácil como era quitarle la golosina a un niño.
Sabía que era despistado, delgado y muy juerguista, ¿pero tanto como para recibir el castigo de dos gángster indignados?
Mi madre siempre me había enseñado que no hablara con extraños. Ahora sabía a lo que se refería. No volvería a salir de la casa, eso estaba seguro. ¡No, señor! Ningún otro chiste para los desafortunados oyentes.
Aunque eso no importaba. Al menos no mientras me encontraba en la situación en la que estaba.
Un poco más de un par de semanas atrás había tirado con MinSeok, mi compañero de piso. Había estado fenomenal.
Sin embargo, MinSeok siempre había sido ligeramente tímido, y sabía que nunca antes había estado con un chico. Era lógico. Su esencia irradiaba heterosexualidad absoluta a metros. O al menos era así antes de conocerme.
Sus anécdotas eran sólo con chicas y yo le contaba las mías también. A decir verdad, siempre había sido bisexual, incluso de pequeño. Aunque supongo que todos tenemos nuestro lado bisexual de niños.
El caso es que MinSeok me tenía babeando por él con ese esbelto cuerpo de modelo y esa carita tan tierna.
No sé cuándo me di cuenta que él también se la pasaba babeando por mis estúpidas ocurrencias a escondidas.
A lo mejor fue el día en el que nos besamos apasionadamente y terminamos revolcandonos entre las sábanas de mi cama.
¿Había traído antes a algún otro chico? Con seguridad no. Al menos no a esa cama. ¿Había él traído a alguna chica allí antes de nuestro encuentro carnal? Esperaba que no. De todos modos no le preguntaría nunca. Prefería olvidar ese tema.
Al día siguiente del revolcón fue casi incómodo cuando volví a hablarle.
Para ser sinceros, no fue sólo un revolcón. Fue lo mejor que me había pasado en el mundo. MinSeok había creído que era virgen, juzgando por la manera en que intentaba calmarme, pero yo estaba más calmado y en paz que nunca. Aunque solía ser el activo, pero eso no se lo comenté en ningún espacio de la noche.
Sin embargo, sabía que él estaba pasando por una transición difícil y que no pensaba que su condición sexual cambiase de un día para otro por un chico cualquiera que terminó viviendo consigo por ciertas razones del destino.
Ya había pasado por eso también, y sabía que MinSeok necesitaba un tiempo para asimilar las cosas.
Pensé que tardaría días, tal vez semanas, tomando una decisión. Sin embargo, ese mismo día me besó de nuevo con una seguridad que me enamoró aún más.
Desde ese día en adelante, habíamos estado saliendo como una pareja normal. Tal vez no hacíamos mucho contacto público, ya que sabíamos que era incómodo para el resto de las personas, además de mal visto.
Pero sí, definitivamente éramos algo así como una pareja oficial. ¿Qué hacía Kim JongDae con un novio en esos días de antaño? No lo sé. Pero se sentía bien no estar solo para variar.
Para hacer nuestra relación más oficial, decidimos salir a comer como primera cita. Ambos nos dimos un pequeño regalo, incluso.
Tal vez era muy sentimental, cursi y todas las palabras que tenían que ver con la homosexualidad, pero no me importaba en lo absoluto.
En ese restaurante de alta calidad, ambos con camisas y pantalones de alta gama, hablamos de algunas preocupaciones que conllevábamos con nosotros desde el día que nos conocimos, incluso desde antes.
Le conté mi mayor preocupación: que nos pasara algo malo.
Teniendo en cuenta que MinSeok pertenecía al mundo del narcotráfico (cosa que entendía perfectamente, juzgando por el hecho de que yo también había estado alguna vez en el negocio) sabía que nos ocurriría algo tarde o temprano. Lo supuse incluso antes de que empezáramos a salir.
Sabía la existencia de otras redes. Eso todo el mundo lo sabía. Si eras Dealer, por regla tenías que conocer el nombre de otras cuantas redes. Y lo tenías que averiguar por tu cuenta.
Aunque no supiera exactamente su nombre, sabía que había una en específico que tenía cierto tipo de resentimiento hacia el jefe de nuestra red. De eso se conformaban los rumores en ese mundo de ilegalidades. ¿Era verdad? Probablemente nunca lo sabría, decía yo, aunque terminaron diciéndome cara a cara más información que en mi vida me habría importado tanto como para conseguirla.
Sin embargo, eso no nos importaba en lo absoluto, ni a mí ni a MinSeok, pues estábamos dichosos con la compañía del otro. No necesitábamos nada más que la cercanía ajena.
Ese día, después de nuestra primera cita, llegamos a casa llenos de una amena y onerosa cena, con nada más que sonrisas en nuestros rostros que serían reemplazadas por gritos de dolor en cuestión de segundos.
*** Annheonghaseyo~ *inserta voz de BaekHyun*. Sé que este cap también está corto pero... No, no hay peros. La verdad no tengo excusas. Simplemente es corto por naturaleza y ya está. No me gusta decepcionarlxs con la duración de los capítulos, que suelen ser muy cortos, así que me esforzaré en subir cada vez más seguido. De paso, como ya les dije, he estado trabajando en un proyecto que acaba de salir a la luz. Estoy demasiado emocionada con ese proyecto porque hemos trabajado mucho en él y le hemos puesto mucho esmero, así que espero sea de su agrado. Por el momento, disfruten de la calidez del HunHan drogo que les brindo en este fic (y si quieren pasarse por mi otro fic OS ChanBaek, no duden en hacerlo. Sean bienvenidxs). De paso, quería agradecerle a Hunhan1398 quien me ha ido acompañando con sus votos a lo largo de estos (ahora) meses. Y sin más, nos vemos en el próximo cap. Bai. Besitos. 🌈