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"Ya no hablamos más como lo solíamos hacer Ya no nos amamos ¿Para qué fue todo esto? Ya no hablamos más como lo solíamos hacer" –Charlie Puth ft. Selena Gomez, We Don't Talk Anymore.
—Mi auto está en el parqueadero, así que... Puedes esperarme o ir conmigo, como quieras.
—Te espero aquí —respondió sin mirarme.
Me dirigí lo más rápido que pude al sitio usual donde estacionaba mi auto al llegar a la Universidad, volviendo mi cabeza frecuentemente, temeroso de que el castaño se fuera.
En el momento en que abría la puerta del auto, una voz a mis espaldas me sobresaltó.
—¿A dónde van? —preguntó JunMyeon, quien aparentemente no se había ido muy lejos.
—Eres un chismoso de cuarta —dije medio en broma, medio en serio, después de haber dado un grito de niña por el susto.
—Dime —ordenó—. BaekHyun es mi mejor amigo y lo sabes. También sabes que sé lo que le hiciste, y no pretendas que ni tu ni yo sabemos. Todo el mundo lo sabe, a decir verdad.
—¿Qué? —pregunté confundido.
—No importa. ¿A dónde van? —repitió la pregunta—. Te ves un poco alterado —siguió cuando se percató de mis fugaces miradas dirigidas al lugar donde se encontraba BaekHyun, percatándome una vez más de su paciencia y lealtad.
—Estoy más nervioso ahora que el día en que lo conocí, ¿es eso posible? —Miré a JunMyeon a los ojos buscando una respuesta a la pregunta que le había formulado. El más bajo sólo se limitó a mirarme sin poder responderme.
Al ver que no diría nada, me subí al auto aún inquieto. Ni siquiera sabía a dónde lo llevaría.
—Cuídalo. —Hizo una pausa—. Por favor. —Fue lo último que escuché de JunMyeon ese día antes de partir a recoger a mi ex.
En el auto, puse música para aliviar el ambiente. Sinceramente, no sabía qué tipo de tensión era. Por una parte, estábamos incómodos el uno con el otro. Claramente. Pero había algo más. Como si ambos quisiéramos abalanzarnos el uno encima del otro y hacer con el prójimo lo que se le diera la gana... Lo que habíamos estado anhelando y extrañando por tanto tiempo.
BaekHyun se limitaba a mirar por la ventana tratando de evitar mi mirada.
No quería mirarlo tantas veces, en serio no quería. Creo que se había vuelto costumbre, pues siempre que íbamos juntos en el auto, yo lo miraba para intimidarlo y hacer que me reclamara por ello, para después esperar hasta una luz roja y besarnos tierna y apasionadamente. Pero claro, eso había sido antes.
—¡Mierda! —susurró BaekHyun lo suficientemente fuerte para que yo lo escuchase, sin querer en realidad que lo hiciera.
