006• T e q u i e r o a t i.

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《006》
T E  Q U I E R O  A  T I

《006》T E  Q U I E R O  A  T I

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Abrí mis ojos, pero los cerré al instante al sentir una fuerte punzada.

— Lara, cariño como te encuentras. — Escuche la voz somnolienta de papá.

Sus orbes grises me miraban con cansancio mientras extendía un vaso en mi dirección.

— ¿Qué ha pasado? — Pregunté recibiendo el vaso de agua que me ofrecía.

— Anoche llamaste a mi oficina diciendo que te sentías mal y al instante subí a mi auto y vine.

— ¿Tú me has traído hasta aquí? — Recorrí con mis ojos la habitación de Thomas, incluso de día la habitación del pequeño me provocaba escalofríos.

— Cuando llegue tú estabas aquí. — Me miro con el ceño fruncido.

— ¿Dónde está Thomas? — Intente persuadirlo para que olvidará mi comentario.

— Se quedó dormido en mi cuarto, ha estado muy preocupado por ti. — Sorbí un trago del agua y este pasó por mi garganta seca quemándola.

— ¿Donde esta mamá? — Me senté en el borde de la cama.

Aun sentía un entumecimiento en todo mi cuerpo, pero me contuve para no soltar un quejido.

— Anna me dijo que no nos preocupáramos, llegará en unas horas.

Mi cabeza se agitó con agresividad cuando los recuerdos de la noche anterior azotaron mi consciente. Eran imágenes, recuerdos inconexos y borrosos.

— Papá. — Levante mi vista y sus ojos conectaron con los míos. — Estuve a punto de recordar. Lo sé.

— Cariño. — Sonrió con tristeza. — Ya hablamos de esto. — Tomo una de mis manos y la envolvió entre las suyas. — Sabes que la amnesia disociativa no es algo que hay que ignorar. Lara, si fuerzas a tu mente a recordar cosas que suprimió puedes hacerte un gran daño.

— Papá. — Mi voz se quebró. — Ya no puedo recordar su rostro.

— Lara. — Me miro angustiado.

— No quiero perderla. — Susurre tragándome el nudo en mi garganta.

Era consciente de que este tema era un asunto delicado, sentía que para mis padres era un poco doloroso que yo quisiera saber de mi pasado. Hablar de mi antigua vida nunca era buena idea, por lo usual cada vez que sacaba este tema en una conversación un ambiente tenso cubría a mi familia por días. Pero yo lo necesitaba.

— ¿Pero a que costo? — Podía reconocer la angustia y la melancolía rebosando en sus palabras. — Puedes lastimarte.

— Papá. — Thomas irrumpió en la habitación cargando un muñeco de trapo.

Avlarks (En la oscuridad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora