023° U n n i ñ o

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《023》
U N  N I Ñ O

《023》U N  N I Ñ O

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 ♤...— Narra Thomas — ...♤

   ♤...— Narra Thomas — ...♤

Camine hasta mi cuarto escuchando a Lara salir de casa. Hacía días que estaba actuando extraño, como si alguien estuviera perturbando sus pensamientos, y sabía perfectamente de quien se trataba. Él. Él estaba jugando con su cabeza, confundiéndola.

No comprendía la razón por la se empeñaba en seguir arruinando su vida, terminaría por enloquecerla.

— No es tu asunto. — Susurre para recordarme a mí mismo que tenía una misión y no debía confundir mi objetivo. — Solo continua.

Suspire y continúe caminando, mi cuerpo se sentía pesado y a la vez sentía que la energía brotaba de mis poros. La puerta de mi cuarto estaba a unos metros de mí, necesitaba llegar antes de cruzarme con alguien. Antes de adentrarme en la habitación me detuve, y deslicé mi mirada en la siguiente puerta, la puerta de los padres de Lara.

Sabía lo que había, no era idiota, eso era lo que ellos creían. Anna se había marchado, todos trataban de ocultarlo de mí, pero lo había notado ese mismo día. Había tomado sus cosas y había huido de sus problemas como una cobarde, y lo peor de todo es que la extrañaba. La noche anterior a su partida había pasado por mi habitación y se había despedido sutilmente, o eso es lo que ella creyó, lo vi en su mirada, ella no regresaría.

Suspiré y entre a mi cuarto cerrando la puerta detrás de mí.

Todo estaba mal, muy mal. No se suponía que debía ser así. ¿Por qué estaba sintiendo este vacío? Se suponía que no debía sentir nada por ellos, eran un estorbo en mi misión, pero no podía negar que tenía miedo de que algo les pasara, ahora eran mi familia, y no quería perder otra familia.

— Sé que estás ahí, maldito gato. — Escuche su maullido y me arrastre lentamente hasta poder ver debajo de la cama. Sus ojos azul y verde me miraban desde las sombras con tanto veneno que creí que saltaría contra mí y me atacaría. Ese felino me odiaba, y el sentimiento era mutuo.

Nuntius soltó un gruñido y enseñó sus colmillos advirtiéndome que me alejara.

— Estúpido. — Me aleje resoplando. — No debes seguirme todo el tiempo, ya hace tiempo que deje de intentar escaparme. — El gato arqueo su espalda y me enseñó una mirada filosa antes de sentarse frente a mí. — Debes estar bromeando. — Lo mire enfadado. — Pensé que ya confiabas en mí, amigo. Te salve de que el padre de Lara te arroje a la basura.

Rodeé los ojos y fruncí el ceño, ese animal colmaba mi paciencia, casi tanto como el desagradable color azul de las paredes.

Dominus — Susurre sin despegar mis ojos del felino, su pelaje gris estaba erizado demostrando su desagrado hacia mi persona. Sin previo aviso una energía fría y potente atravesó mi cuerpo. — Venid a mí. — Aun en el suelo apoye mis manos en el suelo para evitar desplomarme.

Avlarks (En la oscuridad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora