020° O l v i d a l o .

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《020》
O L V I D A  L O

— ¿Q-Que? — No pude evitar tartamudear

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¿Q-Que? — No pude evitar tartamudear.

Intenté descifrar algún indicio de diversión en sus palabras, pero al ver sus ojos enfocarme con tanta intensidad supe que no era ninguna broma.

Promete lo, Lara. — Sentía su fría piel aproximarse a mí, acortando el espacio entre ambos. Sus manos abandonaron mi rostro y se deslizaron hasta mi cintura. — Hazlo, Lara. — Insistió con desesperación, como si necesitará oír mi respuesta.

Intente hablar, pero solo salieron balbuceos indescifrables de mis labios.

— Adrien — Susurré al fin, con carente desconcierto rozando mis palabras.

¿Que estaba pensando?

¿Por qué? — Murmuró afligido.

De pronto una inexplicable necesidad de ver su rostro me invadió, bloqueando más a mi cerebro. Era tan fuerte que no podía explicar por qué de pronto escuchar su voz hacia latir tan rápido mi corazón, me estaba perdiendo, me estaba perdiendo en todo el.

— ¿Esto es normal? — Pregunté en un murmullo apenas inaudible.

— ¿A qué te refieres? — Contesto con otra pregunta.

— A esto. — Mi cara comenzó a arder, de apoco comenzaba a sentir demasiado calor. — Tu. — Finalice con sensatez. — De pronto me pregunto qué es lo que estás haciendo conmigo.

— Nada es normal aquí, y es evidente que yo tampoco. — Rio con ironía.

¡Demonio! — Grito la voz de la razón.

Apreté mis ojos con fuerza tratando de regularizar mi respiración.

— ¿Por qué lo haces? — Cuestione.

— ¿El qué? — Hablo con la diversión rondando en sus palabras.

— Tu sabes. — Bufé.

Ridícula — Esa era la realidad.

— Si lo supiera no preguntaría. — Insistió con obviedad.

— Estas jugando conmigo. No entiendo. No entiendo nada, y tengo miedo. — Mi voz vibró. — Esto está mal.

— Yo tampoco entiendo. — Soltó una risa amarga y se alejó poco a poco. — No entiendo por qué aún estoy aquí. Lo estoy haciendo, otra vez.

— Adrien. — Una punzada de dolor se instaló en mi pecho junto a un vacío con su lejanía.

¿Por qué me sentía tan mal?

Me era ilógica está repentina sensación que calaba mis huesos. Una voz gritaba en mi cabeza que todo esto era irracional. No quería admitir que él tenía un efecto en mí, bueno o malo lo tenía. Pero me permití analizar en esos segundos — en donde mi mente empezó a divagar — Si había una posibilidad de que lo que flotaba a mi alrededor eran sentimientos hacia él. ¿Sentía algo por el demonio que estaba frente a mí? Imposible — Trate de convencerme — Y si no eran sentimientos, ¿por qué esa necesidad insaciable por estar a su alrededor? ¿Por qué el miedo a la oscuridad parecía haber pasado a un segundo plano? ¿Por qué me sentía segura cerca de él?

¿Por qué me planteaba todo esto?

Mi cerebro parecía haber perdido la razón desde el primer momento en el que supe de su existencia. Procuraba mantener todo en un rincón apartado. Le temía a la oscuridad, y él era oscuridad.

— Adrien. — Susurre sin saber bien lo que le diría. — Lo prometo. — Me apresuré a responder, impulsiva, negando me a analizar un segundo más. Las palabras salieron por si solas de mi boca, sin previo aviso. Tomándome por sorpresa.

— ¿Que? — Él estaba más sorprendido que yo.

— Lo prometo, Adrien — Repetí sabiendo que luego no podría borrar lo que había dicho.

Un destello morado pasó por sus pupilas casi imperceptible ante mis ojos.

— Olvídalo. Esto. — Se detuvo dando una larga respiración. — Esto si está mal. — Finalizó haciendo que mi corazón se hundiera en mi pecho.

— Pero Adrien. — Estaba desconcertada.

Olvídalo 》 — Su voz de escucho lejana hasta convertirse en un eco que se desvaneció en la distancia.

Esta vez la punzada en mi pecho dolió el doble, mis ojos se humedecieron, y unas terribles ganas de llorar amenazaron con dejar salir las lágrimas que se acumulaban en ellos.

Y ese sentimiento de soledad me invadió nuevamente.

Eres una estúpida — Me reproche a mí misma.

Sus ojos azules se proyectaron en mi mente y tuve que sacudir mi cabeza enviando su imagen lejos de mí.

Una melodía rompió el halo de silencio que había envuelto por completo mi habitación. Suspiré con pesadez y a lo lejos vi como la pantalla de mi móvil se iluminaba. Gatee hasta el aparato hasta tomarlo entre mis manos, justo en el momento en el que la llamada se cortó.

— Maldición. — Susurre esperando a que volviera a sonar.

La pantalla se volvió a iluminar y el rostro de Luka apareció en ella.

— ¿Lara? — Pregunto dudoso apenas deslice mi dedo en la opción de atender.

— ¿Que sucede Luka? — Respire hondo tratando de recobrar la compostura.

— ¿No llamo en un buen momento?

— Solo estoy un poco cansada.

— Oh, entonces llamare luego. — Rio nervioso.

— No. Estoy bien. ¿Qué necesitabas?

— Hoy no te vi. Quería pedírtelo en persona, pero por lo que Anaya me comento faltaste a la mayoría de clases.

— Regrese porque no me sentía muy bien. — Aclare.

— Quería saber si mañana estas libre para salir conmigo. — Podía escuchar su nerviosismo a través de la línea y dos risas de fondo.

Aww, pero mira su cara, ¡parece un tomate! — Escuche la voz de Lia atreves del alta voz.

— Yo... — Mis ojos se desviaron por un momento hasta un rincón del ático. — Claro.

¿Acepto? — Esta vez fue Lupe quien hablo.

— Creo que sí. — Hablo confundido, podía imaginármelo rascando su nuca con nerviosismo.

— Es un sí, Luka. — Reí.

— Fantástico. — Suspiro. — Debo colgar.

— Claro, adiós. — Aleje el aparato de mi oreja cuando colgó.

Suspire y me quede sentada unos largos minutos aun con el móvil alumbrando a mi alrededor.

Mi mente comenzó a divagar nuevamente, a perderse entre lo más absurdo. A cuestionarme cada uno de mis actos. A regañarme por no poder controlar mi corazón desbocado.

No estaba bien. Nada lo estaba.

Estaba actuando como si él fuera una persona más, como si fuera humano.

Es un demonio.

Me repitió mi mente, — cansada — como si fuera un disco rayado, siempre recordándome que él era imposible, él era irreal, él era un demonio.

Estaba fuera de mis conocimientos, no podía aceptar que algo así me estuviera pasando, no ahora, no con él.

Olvídalo. — Me reprochó mi mente.

— Como si fuera tan fácil hacerlo. — Reí con amargura.

***

Abby los ama Avlarksitos💜

Avlarks (En la oscuridad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora