《Puedo sentir tu miedo, aun mas, puedo saborearlo. Es tan excitante...》
Con la mudanza a un pequeño pueblo - lejos de todo lo que conocía. - Lara deberá enfrentarse al destino que le depara su nuevo hogar. Un nuevo hermano y extraños sucesos que com...
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Sola en mi habitación con una pequeña lámpara que impedía que la oscuridad me rodeará por completo. Aferrada a mi almohada divagando en mis pensamientos. El insomnio no me permitía conciliar el sueño, recuerdos de la noche anterior en donde mamá era la protagonista nublaban mi cabeza. Sus ojos cansados y suplicantes se habían adueñado de mis pensamientos, por otro lado, estaba la pesadilla que había tenido segundos antes de que eso sucediera. Mi cabeza no paraba de maquinar, era tan abrumador. Cada vez que intentaba cerrar mis ojos un par de ojos rojos se proyectaban en mi cabeza. Eso fue inicio de mi paranoia. Sentía que alguien me observaba, una mirada, tan penetrante que quemaba en mi nuca.
Observe nuevamente en dirección a mi mesa de noche y deje mi vista fija en el velador.
— ¿Qué es lo que me aterra tanto? ¿Por qué ese pánico? ¿Qué es lo que hay en la oscuridad? — Pensé en voz alta.
Y al instante sentí un fuerte dolor en mi pecho.
《 ¿En serio quieres saber? 》 — El pequeño foco se apagó, dejando una fina línea de luz que se desvaneció luego de unos segundos. Mi cuerpo se sacudió con horror cuando mi mayor fobia se hizo presente, mi corazón comenzó a acelerarse, sentía que me costaba respirar, iba a morir.
— ¿Qué rayos? — Estire mi mano hacia el interruptor intentando encenderlo, pero unos dedos fríos rodearon mi muñeca evitándolo.
Por unos cortos segundos temí que la criatura hubiese vuelto por mí, que quisiera terminar lo que empezó. Grite aterrada.
— Hasta que nos volvemos a encontrar. — El colchón se hundió a mi costado, un frio trepo mi columna.
— T-tu. — Mi voz tembló. Había vuelto, estaba aquí, iba a hacerme daño. — ¡No te acerques!
— ¿Crees en los demonios, Lara? — Su aliento choco contra mi mejilla dejando mi piel de gallina.
— No. — Negué liberando mi mano de su agarre. — Creo en que estoy perdiendo la razón, sigo hablando contigo, eres un fiel reflejo de mi mente, voy a colapsar.
— Deberías. — Jugó con un mechón de mi cabello. — Soy la prueba de ello. De que los demonios existen, de que están aquí, debajo de tu cama.
— No existes. — Vociferé. — ¡Alejate!
— Me encanta jugar a este juego. — Respondió cerca de mi oído. — El de "no existes, no eres real". — Se burló imitando mi voz.
— No eres real. — Conteste.
— La oscuridad es real, yo soy real. — Rio con burla.
— Estoy imaginado todo. — Intente ponerme de pie, pero coloco sus manos en mi cintura, atrayendo me a su cuerpo. Sentirlo cerca era como estar en medio de una nevada, como si algo frio y siniestro atravesara mi cuerpo.
— Eres tan terca. — Expreso con fastidio. Estaba enojado, le enojaba que no creyera en él.
De un momento a otro la superficie bajo mis pies se esfumo en el aire, se hizo polvo, me sentía como si cayera dentro de un pozo infinito. El aire chocaba en mi rostro, mientras gritaba intentaba con todas mis fueras tocar algo, pero solo sentía el vacío. No estaba alucinando, estaba cayendo de verdad, mis pies no tocaban el piso, ya no me encontraba en mi habitación. Sentí que en cualquier momento llegaría al final y me estrellaría contra el suelo, pero eso nunca paso. Sus brazos me envolvieron y deje de caer. Frente a mí, en la oscuridad solo podía ver unos brillantes ojos azules. Grite inconscientemente y me aferre a su agarre, temía que si me soltaba volvería a caer.
Mi corazón latía descontrolado. No podía respirar. Mi cuerpo se sentía débil.
— ¿Qué te pareció el viaje? — Escuché su risa y cuando me soltó mis piernas temblaron y caí al suelo.
No sabía que estaba llorando hasta que sentí mis lágrimas caer por mis mejillas.
— ¿Querías saber que había en la oscuridad, Lara? — Se burló.
— Eres un monstruo. — Grite cubriendo mi rostro.
— Y no te equivocas. — Acaricio mi cabeza. — Soy el peor de tus miedos, pequeña.
— Eres un maldito. — Gruñí.
— Soy un demonio. — Sus ojos brillaron con más intensidad. — Y no será nada fácil deshacerte de mí.
********** CAPÍTULO CORTO. Es solo para que sepan que estoy viva y que no me he ido a ningún lado. Espero que les guste.
