027° E l e s p e j o d e E l e o n o r

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《027》
E L  E S P E J O
  D E  E L E O N O R

《027》E L  E S P E J O  D E  E L E O N O R

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 — ¡Papá! — Grite abriendo mis ojos.

No recordaba en que momento los había cerrado, ni siquiera recordaba cómo había llegado a mi cuarto — Sentí un pinchazo en mi brazo y apreté mi mandíbula. — El tiempo parecía moverse con prisa.

El ultimo recuerdo que llego a mi mente fue las palabras que pronunció Lihan antes de marcharse.

«— Recuperar lo que me pertenece.»

¿Qué es lo que Lihan quería de vuelta?

Me senté con dificultad sobre el colchón notando el dolor agudo que se había propagado por todo mi cuerpo.

— Lihan. — Susurre y un escalofrió recorrió mi espina dorsal.

Mis pies tocaron el suelo y tuve que impulsarme con mis brazos para poder ponerme de pie. Me deslice con cansancio hasta la ventana. Las ramas se movían con fuerza bajo la influencia del viento, parecía como si los árboles fueran a despegarse del suelo. Era irreal la forma en la que los rayos rasgaban el cielo.

Di un salto cuando un estruendoso trueno retumbó en el cielo haciendo vibrar el cristal. Asustada di uno paso atrás.

El rechinido de las tablas bajo mis pies me hizo mirar hacia abajo. Arquee una ceja viendo mi lugar secreto. — El hueco bajo la madera. — Me agaché y terminé de quitar la tabla dejando al descubierto las cosas que solía guardar allí. Mis ojos escanearon la abertura hasta detenerse en algo que captó mi atención. El baúl que Thomas me había pedido que ocultará aún se encontraba allí — junto a mis dulces y algunos dibujos. — Arrugue mi frente mientras lo envolvía en mis manos y lo sacaba del hueco.

Lo deje frente a mi examinándolo por unos breves segundos más.

— ¿Qué es lo que ocultas? — Susurre poniendo mis dedos sobre la tapa y tirando de ella, sin embargo, esta jamás cedió ante mi esfuerzo. — ¿Qué rayos? — Levante la caja acercándola a mi rostro, intentando buscar alguna abertura en donde pudiera caber alguna llave. Sin embargo, lo único que halle fue un pequeño orificio. — Talvez Thomas debe tener la llave. — Y por lo que aprecie debía ser una llave muy extraña.

Me levanté del suelo cargando el baúl entre mis manos y me dirigí hacia su cuarto. Me sorprendí bajando las escaleras con tal rapidez. Apenas entre en su habitación mis ojos enfocaron la oscuridad que había en ella, la luz del pasillo parecía ser lo único que permitía iluminarla.

Ignore lo extraño que se veía su cuarto y camine hacia los cajones intentando encontrar la llave. Deje el baúl reposado sobre la cómoda mientras mis dedos se deslizaban por el cajón intentando encontrar lo que necesitaba.

— No la tengo. — Retrocedí asustada.

— ¡Demonios! Me has asustado. — Lleve una mano a mi pecho notando que mi corazón bombeaba más sangre de lo normal.

Avlarks (En la oscuridad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora