Podía ver el rostro consternado de Tony, él no tenía ni la menor idea de que su tía había abandonado a su primo de esta manera, Rebeca no tenía palabras para decir porque era un tema bastante delicado y nosotros no éramos quien, para juzgar, pero en cambio Tony no dejaba de pensar en eso, el intento levantarse e ir con Adam, pero se lo prohibí porque le prometí a Adam que no le diría nada a nadie, también les conté cuando me beso y se quedaron sorprendidos al escuchar aquello porque todos sabían que Adam tenía gustos bastantes diferentes, nuestro plan aún seguía en marcha para saber cuáles eran sus intenciones conmigo.
- Hola chicos- nos quedamos en silencio cuando Jackson se sentó en nuestra mesa. - ¿interrumpí algo?
- No, pero es extraño que te hayas sentado con nosotros en vez de tus amigos. - le respondo.
- No pienso sentarme en la misma mesa en donde está el idiota que le rompió el corazón a mi hermana, sería muy hipócrita de mi parte.
Los tres volteamos a ver hacia la mesa en donde los jugadores del equipo se sentaban, era cierto Luke estaba allá riéndose de algo que le decían los chicos.
- Hola chicos- ahora era Adam el que se sentaba con nosotros.
- Hoy como que es el día de sentarse con nosotros- murmura Rebeca mientras come sus papas fritas.
- ¿les molesta que me siente aquí? Porque si quieren me voy- Adam amaga para levantarse, pero lo detengo agarrando su mano.
- No nos molesta que se sienten con nosotros, solo que se nos hizo extraño que hoy lo hicieran. - explico.
- Sentarnos con aquel imbécil sería muy hipócritas de nuestra parte.
- ahora lo sabemos y le doy las gracias por no querer ser partícipes aquel circo que ahora tienen montado.
- Combinado de tema- habla Tony- ¿Cómo les fue en su fin de semana sin teléfono?
- No nos recuerdes aquella tortura- Jackson finge llorar. - mama nos ha torturado mucho, ya quiero tener mi teléfono de vuelta.
- No es para tanto- le digo.
- Tú lo dices porque no tienes novio, pero si lo tuvieras estoy seguro que pasarías todo el día enganchada en el teléfono.
- Lo más probable, pero como no lo tengo no me preocupo.
- ¡Vaya, pero que bonito grupo de amigos! – y como por arte de magia la cafetería que da en completo silencio.
Estoy segura que desde que cada uno puso un pie en la escuela esta mañana todos están a la expectativa de que recreemos lo que sucedió durante el fin de semana.
- Mira Mandy, estoy segura que ninguno de nosotros quiere más problemas así que mejor sigue tu camino y déjanos en paz- le respondo.
- Tu y yo tenemos cuentas pendientes, lo que me hiciste no se quedara así.
- Entonces lo que tú me hiciste si puede quedar impune simplemente porque tú te llamas Mandy- me levanto enojada de la mesa, seguido de mí, los chicos se levantan- pues déjame decirte que si quieres darme pelea tendrás.
- Entonces ahora los pájaros les tiran a las escopetas- ríe sin gracia- date por muerta Amber Weys.
- No me da miedo tu amenaza Mandy Stan- en ese instante la campana de regreso a clases suena, pero nadie se quiere mover esperando cualquier movimiento que demos.
- Es mejor que volvamos a clase- susurra Anthony a mi oído.
- Tienes razón. - tomo mi mochila para engancharla en mi hombro y salir de la cafetería dejando a aquella payasa dentro.
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La gorditas también se enamoran
Teen FictionAmber Weys es una chica de 17 años con curvas prominentes y es por bien sabido que durante la etapa de la adolescencia los chicos suelen ser muy duros, el acoso escolar cada día es más grave llevando a Amber casi que a la locura, uno de los principa...